¿En qué se diferencia el burnout del estrés laboral y de la depresión?

Buen día colegas, hace poco el mes pasado publique una nota acerca del enfermero quemado por si no la vieron aca les dejo el link https://asistenciasanitaria.com.ar/2018/08/22/causas-del-sindrome-de-burnout-en-enfermeria-estoy-quemado/

Investigando un poco mas el tema hay una diferencia entre el burnout del estrés laboral y de la depresión?

Sólo sufren burnout los trabajadores motivados e interesados y a los que les gusta su trabajo

un punto super interesante , claro al que no le importa su trabajo no se estresa por ello no?

Vamos directo al grano,

Aunque atendiendo a sus síntomas, sea un poco difícil diferenciar términos como burnout, estrés y depresión, existen algunos detalles que nos permiten diferenciarlos

Diferencias entre burnout y estrés

El burnout puede ser considerado como un tipo de estrés prolongado. Aunque, al inicio pueden parecer iguales, el período de latencia en la aparición del Burnout es superior.

Por otra parte, si bien el agotamiento mental o emocional está presente en la mayoría de las definiciones de estrés, las actitudes negativas, el distanciamiento personal y la baja realización personal no se encuentran en los síntomas clásicos de la definición de estrés.

Otra de las características que parecen importantes para la prevención es que todos los trabajadores pueden sufrir estrés; pero, en principio, sólo sufrirán Burnout aquellos trabajadores que estén inicialmente motivados e interesados y que les guste su trabajo.

Diferencias entre burnout y depresión

Según muchos investigadores, una de las diferencias entre la depresión y el Burnout es que la depresión se puede originar y afecta a todas las facetas de la vida; en cambio, el burnout tiene un claro origen y evolución laboral. Algunos autores añaden, además, que en las fases iniciales del burnout hay un afrontamiento activo antes de sentir frustración, -cosa que no ocurre generalmente en la depresión-. Por otro lado, a nivel empírico se ha obtenido una importante relación entre el nivel de agotamiento emocional y el nivel de depresión, pero casi no hay relación entre ésta y los niveles de actitud cínica y de baja realización personal que se dan en situación de Burnout. Podemos observar que, de nuevo, existe una parte común entre estas patologías, pero también una parte diferenciada.

El estrés puede entenderse como el grupo de cambios físicos, biológicos y hormonales que experimenta nuestro organismo ante una situación demandante; es una especie de respuesta o reacción orgánica ante dicha estimulante.

Trasladado al ámbito laboral, el estrés puede entenderse como un desequilibrio percibido entre las demandas profesionales y la capacidad personal para llevarlas a cabo; ese desequilibrio puede estar originado tanto por agentes ambientales como personales.

Así entendido, el estrés no debe ser visto como algo negativo ya que nos prepara para la acción y nos permite desempeñarnos mejor y progresar en nuestro trabajo, sin embargo, puede tornarse peligroso y provocar daños físicos y psicológicos prolongados; todo depende de nuestro estado físico y psicológico, del significado otorgado a la situación demandante y de un sinfín de condiciones ambientales.

Ahora bien, las personas no reaccionamos igual ante una misma situación, por lo que lo que provoca estrés en uno puede ser inofensivo para otro; los trabajadores afectados pueden experimentar fatiga, jaquecas, insomnio, alteraciones gastrointestinales y respiratorias entre otras, pero los efectos también varían de un individuo a otro.

El Burnout, también conocido como “síndrome de desgaste personal” o “síndrome de trabajador quemado”, es sólo una de las tantas maneras en que puede progresar el estrés laboral. El Burnout fue reconocido legalmente como una enfermedad profesional y consiste en una fatiga mental y física crónica producida por la exposición prolongada a una situación estresante. Afecta principalmente a quienes mantienen contacto directo con los clientes y jornadas laborales agitadas y prolongadas.

Debido a que esta carga de estrés se puede somatizar, los trabajadores propensos a contraer el síndrome pueden experimentar taquicardias, dolores musculares, impotencia sexual, sentimiento de soledad y aislamiento, hipertensión y crisis asmática entre otros, incrementando las bajas laborales.

A diferencia del estrés entendido como acto natural que en la medida adecuada nos puede impulsar a progresar, el Burnout es negativo y nos hace declinar. Mientras el trabajador estresado se siente muy vinculado a los problemas, el trabajador quemado hace todo lo posible para separarse de ellos, y mientras el primero siente acelerado su ritmo de trabajo, el segundo se siente denso y tardo en ese aspecto.

El síndrome de Burnout afecta también a la empresa provocando por ejemplo absentismo o disminución de la calidad, por lo que es imprescindible tomar medidas para minimizar su aparición, entre ellas:

 

  • Identificar los factores y riesgos psicosociales que representan una mayor carga de estrés para intervenir en ellos.
  • Capacitar sobre la importancia de disponer de salud física y emocional para un buen desempeño laboral.
  • Procurar instancias de diálogo para que los trabajadores se sientan parte de la empresa y expresen sus demandas y opiniones, las cuales deben ser tomadas en cuenta para ganar su predisposición y mejorar la empresa.
  • Tener consideración por quienes manifiesten enfermedad por estrés y proporcionarles incapacidad para que superen su situación.
  • Otros ejemplos son: reconocer el trabajo de los empleados, fomentar el trabajo en equipo, adecuar horarios y turnos, políticas de conciliación familiar, bonos al empleado del mes, etc.

clarito como el agua no? preguntas ? 😉

así que colegas a buscar información, que este tema tiene mucho para que sigamos estudiando.

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