EL PRIMER ARGENTINO QUE LO GANO EN MEDICINA Hace 50 años Houssay recibía el Premio Nobel

Se lo dieron por sus trabajos sobre la glándula hipófisis Fue el impulsor del Conicet Y maestro de grandes investigadores Harán un acto en su memoria

 

Doctorados Honoris Causa en Harvard y en Oxford, premios al por mayor, impulsor y presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y cerca de 1.000 artículos publicados eran títulos más que suficientes para convertir a Bernardo Alberto Houssay en uno de los más importantes científicos argentinos. Pero además, el 10 de diciembre de 1947 -mañana se cumplen 50 años-, Houssay recibió el Premio Nobel de Medicina. Desde entonces, ese día pasó a ser una fecha especial para la vapuleada comunidad científica argentina.Houssay recibió el premio por su trabajos sobre el papel de la hipófisis en la regulación del metabolismo de los azúcares.Para recordarlo, mañana a las 19, en el Teatro Cervantes, se realizará un homenaje al que concurrirá el presidente Carlos Menem. Además, se presentará un CD-Rom que incluye una gran cantidad de información e imágenes de Houssay.Repasar su biografía desde chico es prever su destino de grande. Un par de datos lo demuestran. Terminó la escuela primaria a los 9 años y el secundario a los 13. A los 17 se recibió de farmacéutico, con el mejor promedio de su curso. Y como la situación económica familiar era apretada, mientras estudiaba trabajó en el Hospital Francés como aprendiz. La paga era casa, comida y 10 pesos de sueldo.Pero Houssay iba por más. Con el título de farmacéutico bajo el brazo entró en la Facultad de Medicina. Cuando todavía era practicante comenzó a investigar. Y con la tesis con la que se graduó en 1911, ganó el premio Facultad de Ciencias Médicas.La decisión de dedicarse full time a la investigación científica no fue fácil. Tuvo que tomarla en 1917, mientras ejercía como médico clínico en el Hospital Alvear, trabajaba en el Instituto Bacteriológico y daba clases en Agronomía y en Medicina.Para él, la década que va de 1930 a 1940, fue una gloria. Tenía el reconocimiento público, recibía premio tras premio y logró consolidar a su Instituto de la Facultad de Medicina como un referente de la investigación científica mundial en temas de fisiología.Pero todo eso no lo dejó a cubierto de los vaivenes de la política, una condición que se volvió una constante para la ciencia argentina de las últimas décadas. En octubre de 1943 firmó una solicitada donde se pedía la normalidad institucional, la democracia efectiva y la solidaridad americana. El resultado fue que terminó cesanteado.En 1945 le restituyeron el cargo pero un año más tarde, en setiembre de 1946, lo jubilaron de facto.Mientras estaba cesanteado -con aportes privados- se las arregló para fundar el Instituto de Biología y Medicina Experimental y escribir Fisiología humana, un texto de estudios que se convirtió en un clásico.En 1966 las universidades fueron intervenidas en la fecha que quedó en la historia como la noche de los bastones largos. La comunidad científica le exigió a Houssay -en ese momento presidente del Conicet- que se opusiera expresamente a esa política. No lo hizo y continuó en su cargo, lo que le valió ser atacado por sus colegas.Sin embargo -según explica el doctor Ariel Barrios Medina, que investiga sobre Houssay desde hace 15 años- desde el Conicet intentó reubicar a los científicos que renunciaban y preservarlos de nuevas agresiones.En 1970, ya semipostrado, recibió una noticia que recompensó su pasión de formar investigadores: su discípulo, Luis Leloir, también fue galardondo con el Nobel. Murió el 21 de setiembre de 1971.

Bernardo Alberto Houssay

Orgullo Argentino !

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