Primer nivel de atención y descentralización, claves para la eliminación del VIH

“El modo de gestión sanitaria vertical debe virar a un modelo de respuesta integral mediante la descentralización”, sostiene Miriam Burgos, subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles.

En el marco del Día Mundial del Sida, que se conmemora el 1 de diciembre, la Dirección de Sida, ETS, Hepatitis y TBC (DSETSHyT) difundió datos que formarán parte del Boletín Epidemiológico que se publicará a principios de diciembre. Junto con esta actualización de los datos de todo el país, la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación avanza en el fortalecimiento del primer nivel de atención y la descentralización como estrategias para trascender la etapa de control y contención tendiendo así a la eliminación del VIH.

Se estima que son 129 mil las personas que tienen el virus en el país, aunque un 20% de ellas lo desconoce. El 83,5% de quienes conocen su diagnóstico está en tratamiento y la mayoría de ellos se atiende en el sistema público de salud. El 35% de los nuevos diagnósticos se producen tardíamente (en el 30% de las mujeres y en el 37% de los varones). Por otro lado, la relación varón/mujer es de 2,5 a 1: por cada dos varones con VIH hay una mujer con el virus. Y finalmente la tasa de mortalidad por Sida se mantiene casi sin cambios desde hace más de 15 años, ubicándose en 3,4 por 100 mil en 2016.

Miriam Burgos, subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles, sostiene que “la actual situación del VIH como enfermedad crónica transmisible genera nuevas posibilidades (y necesidades) de abordaje, que implican cambiar el modo sanitario tradicional de gestión vertical, necesario en los primeros años de la epidemia, a una respuesta integral en salud que asegure calidad según las necesidades de las personas. El actual desafío consiste en ampliar la oferta de acciones en prevención e implementar y consolidar un modelo de cuidado integral mediante la descentralización del cuidado de la salud, construido en los territorios y con la comunidad. Estas acciones deben ser guiadas por los principios que promueve la DSETSHyT, tales como la universalidad, accesibilidad, información de calidad y participación social”.

En ese sentido, la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación presentó en el mes de noviembre la “Guía práctica de atención integral para personas adultas con VIH en el primer nivel de atención”, que tiene como objetivo acompañar a los equipos de salud en el proceso de descentralización, desconcentración del diagnóstico y atención de las personas con VIH, brindando herramientas para una asistencia en salud que garantice calidad, integralidad y continuidad. Burgos explicó que “la posibilidad de entablar una relación más cercana con las personas se facilita cuando las intervenciones se ajustan a sus necesidades y, por esa razón, se busca contribuir a un proceso de transformación y mejoramiento del acceso al diagnóstico y a la atención de las personas que tienen el virus”.

Otro dato que arroja el Boletín es que el 98% de las personas que se infectan lo hacen al mantener relaciones sexuales sin preservativo. Entre los varones, la mitad se infecta durante relaciones sexuales con mujeres y la otra mitad durante prácticas sexuales con otros varones. Esto se suma al hecho de que más de la mitad de las personas infectadas no está suprimida virológicamente, sea porque no conoce su diagnóstico, porque lo conoce pero no está en tratamiento o lo está pero tiene dificultades en la adherencia.

El panorama sobre el VIH que se describe debe ser puesto en el contexto general de las infecciones de transmisión sexual (ITS). A nivel nacional, acompañando una tendencia mundial, se viene registrando un importante aumento de las ITS. Sólo por tomar como ejemplo la sífilis, la tasa de casos reportados en varones y mujeres jóvenes y adultos se ha triplicado entre 2013 y 2017 pasando de 11,7 a 35,2 por 100 mil y la proporción de positividad en las pruebas de rutina que se les realizan a las mujeres embarazadas pasó del 2% al 3,2% en el mismo lapso. También vienen aumentando año a año los casos de niños y niñas con sífilis congénita.

A propósito, el Boletín desarrolla un extenso artículo sobre la situación epidemiológica de las ITS y las principales líneas de acción, generado a partir de un equipo de trabajo consolidado en 2018 y avocado al abordaje de estas infecciones articulando transversalmente con el resto de las áreas de la DSETSHyT.

fuente :saludhoy

 

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