Cuando hace ya veinte años cayó en mis manos el libro “La economía digital” de Dan Tapscott, que adelantaba buena parte de lo que luego sucedería en el mundo con la generalización de Internet, corrí a participar en numerosos foros de economistas tratando de visualizar cómo funcionaría nuestro mundo hoy en día.
De forma similar, creo con el libro “La sociedad de coste marginal cero” de Jeremy Rifkin, estamos ante un caso parecido.
Si algo tiene de bueno Rifkin es que es capaz de apreciar las bondades en distintos modelos de sociedades, la europea, la americana y muchas otras. Por lo tanto, no estamos solo ante un especialista, sino ante una persona abierta capaz de entender más allá de los esquemas político-sociales al uso.
Rifkin afirma que el capitalismo se está agotando o al menos transformando en lo que hemos entendido como capitalista (papel central de la competencia) habitualmente. Aquí choca con la visión, también rupturista, de Fukuyama en “Trust” (la historia se había acabado).
Resumidamente, viene a exponer que nuestra sociedad es antes que el comercio y la búsqueda de beneficio, y se basa en la colaboración y la empatía. Tras este varapalo a Hobbes (que no a Smith que decía algo muy similar) enuncia las posibilidades y ventajas de Internet como red de colaboración y eje de solidaridad.
En cuanto a su lógica más puramente economicista, se centra en que el avance tecnológico propicia un sistema de coste marginal cero que diluye los beneficios de producir que hace que el mercado no sea ya más de escasez, sino de abundancia. No diría yo tanto, pero sí es cierto que la clase media va obteniendo acceso a multitud de artículos y servicios a precios cercanos a cero (libre conectividad, ofertas, mercados solidarios, donaciones, regalos, pago por uso, energías renovables, prosumisor…), con el canal peer-to-peer en el centro del escenario.
Subyace la, si cabe más crítica que nunca, necesidad que todas las personas accedan a un nivel educativo y cultural alto, con el fin de que sepan manejarse, para su bien y el de toda la sociedad, en este entorno optimista pero complejo.
Fuente :
Estrategia y Personas