¿Qué es?
Es una inflamación del hígado ocasionada por el virus de la hepatitis B.
La infección afecta directamente al hígado, ocasionándole un grave daño si no es tratada a tiempo.
¿Cómo se transmite?
Se transmite a través de los fluidos genitales y/o sangre infectados, por vía sexual, o al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes.
También, una mujer embarazada que esté infectada puede transmitirle hepatitis B a su bebé durante el parto.
La hepatitis B no se transmite por medio del agua o la comida, tampoco por estornudar, abrazar o toser.
¿Cuáles son los síntomas?
Algunas personas tienen síntomas semejantes a la gripe, fatiga y cansancio, o pueden tener ictericia (piel amarilla).
También puede expresarse como cansancio, fatiga, náuseas o vómitos, orina de color oscuro, fiebre y escalofríos.
A veces aparece dolor del lado derecho del abdomen superior que puede expandirse a la espalda.
Muchas personas que tienen hepatitis B no llegan a tener ningún síntoma. La mayoría de los adultos que tienen síntomas los manifiestan en un plazo de 3 a 6 meses después de la exposición.
¿Cuánto pueden tardar en aparecer los síntomas?
Los síntomas de la hepatitis B crónica pueden tardar hasta 30 años en aparecer, y el daño al hígado puede ocurrir de manera silenciosa durante este tiempo.
¿Cómo podés prevenirla?
Con un análisis de sangre específico que no suele ser parte de los estudios de sangre que se solicitan en exámenes médicos regulares.
Lo podés pedir en cualquier hospital o centro de salud de todo el país
¿Cuándo deberías hacerte el análisis?
- Si tuviste relaciones sexuales sin preservativo.
- Si vivís con alguien que tiene hepatitis B o C, dado que es más frecuente o probable compartir objetos cortopunzantes que pueden aumentar las posibilidades de infección.
- Si tuviste o tenés alguna infección de transmisión sexual.
- Si alguna vez te hiciste hemodiálisis.
- Si alguna vez compartiste elementos en el consumo de drogas inyectables e inhalatorias.
- Si recibiste donación de sangre u órganos antes de 1994.
- Si tenés VIH (para evaluar una posible coinfección).
De todos modos, aún no teniendo estos factores de riesgo, es recomendable que te hagas el test para hepatitis B al menos una vez en la vida.
¿Cómo se trata?
No todas las personas deben recibir tratamiento. La mayoría de las veces, la hepatitis B aguda se resuelve sin tratamiento específico (tratamiento antiviral).
Se recomienda descanso, una nutrición adecuada, líquidos y una estrecha supervisión médica (de un especialista) para la persona infectada y su familia.
¿Cómo se previene?
Vacunarse es la mejor manera de reducir el riesgo de infectarse por hepatitis B.
Hay una vacuna segura y efectiva que se aplica en 3 dosis y forma parte del Calendario Nacional de Vacunación.
Desde el año 2003 es obligatoria para niños y niñas de 11 años que no recibieron la vacuna al momento de nacer ni a los 2, 4 y 6 meses de vida.
Desde 2012 está disponible de forma gratuita para toda la población en los vacunatorios de todo el país.
Existen tratamientos antivirales específicos que permiten controlar la hepatitis B crónica.
Para que tengas en cuenta
Es importante que uses el preservativo desde el comienzo de todas tus relaciones sexuales para prevenir el VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como la hepatitis B.
Si estás embarazada, pedile a tu médico que te haga los estudios necesarios para detectar si tenés hepatitis B: podés evitar la transmisión al bebé.
Si tenés dudas, hablá con el equipo de salud.