La sociedad japonesa tiene algunas características diferenciadoras curiosas, por ejemplo es una sociedad en la que existe una fuerte presencia de elementos tecnológicos, también es una sociedad en la que los otakus tienen bastante presencia y, por si alguno no lo sabíais, también es una sociedad vieja, en la que las personas mayores cada vez suponen una mayoría más grande que el conjunto de gente joven.
Así pues, si metemos todas estas características en una coctelera, no parece extraño que lleguemos a la solución que han llegado en el país de oriente: crear robots enfermeros. La idea es que estos robots funcionen como asistentes o enfermeros a domicilio. Lo que ya no nos parece tan lógico es el hecho de que estos robots se creen con apariencia de osos de peluche.
El responsable que se encuentra detrás de estos curiosos osos de peluche robóticos es el Instituto de investigación RIKEN. La función principal de estos asistentes sería de ayudar a levantarse a las personas con dificultades, así como ayudarles a trasladar objetos o simplemente echarles una mano mientras están erguidos. Unas opciones de lo más altruistas, sin duda.
Robear en acción
ROBEAR, que es el nombre que recibe este peculiar robot, viene a constituir la tercera generación de robots con apariencia de oso (cada vez se pone mejor el asunto), puesto que anteriormente ya asistimos a los nacimientos de RIBA y RIBA-II, las dos primeras generaciones de estos robots. Eso sí, ninguna de las dos primeras generaciones llegó al mercado comercial, un objetivo que sí se pretende alcanzar con ROBEAR.
El jefe del equipo de investigación responsable de la máquina, Toshiharu Mukai, ha querido explicar las razones que les llevaron a crear el robot. ‘La figura del oso polar transmite una atmósfera cálida y fuerte, que al mismo tiempo se relaciona con la fortaleza y la limpieza’, ‘Votamos por este diseño entre varias opciones de nuestros desarrolladores. Esperamos comercializar el robot en un futuro no muy lejano’.
Por si hay algún fan de esta saga de robots. Hemos de comentar que ROBEAR mejora en muchas cosas a los modelos predecesores. En primer lugar es mucho más ligero, pesando 140kg en lugar de los 230kg del RIBA-II. Además cuenta con una base más compacta, que le permite ser más manejable y accesible.
ROBEAR también ha sido dotado con una actualización interna de software, así que ahora sus movimientos son más precisos y al mismo tiempo se ha conseguido que se realicen de forma suave y controlada. Es decir, que ya no realizará las acciones de forma contundente, sino más al estilo oso de peluche.
Cariñoso y cuidadoso
Tres tipos de sensores le permitirán a nuestro osito ser amable también: sensores de tipo capacitivo SmartRubber y sensores de rotación le permitirán tener sentimientos. Esto viene a significar que podrá levantar o ayudar a moverse a los pacientes sin lastimarles o forzarles.
‘Como la población japonesa va envejeciendo con menos niños, el problema de los jóvenes ocupándose de las personas mayores va tornándose cada vez más serio. Las expectativas en que la robótica ayude a resolver este problema son altas’. Estas son las declaraciones de un alto cargo de RIKEN, lógicamente pasadas un poco por el tamiz del interés personal.
Pero olvidándonos un poco de los beneficios económicos que le pueda reportar a sus creadores, lo cierto es que los beneficios sociales que puede aportar este oso son interesantes. ‘De verdad que esperamos que este robot lidere los avances en cuidados médicos. Enfocamos nuestro trabajo e investigación en encontrar robots más prácticos, capaces de proporcionar cuidados completos a la gente que los necesite’.
Desde luego que no puede haber principios más nobles que los que manifiestan en esta empresa. Así que con que los cumplan solamente un poco, van por el buen camino.