2018 en imágenes: más que mil palabras

Desde los conflictos armados en Irak, Yemen, el brote de Ébola en República Democrática del Congo, el éxodo de refugiados rohingya  en el campo más grande del mundo en Bangladesh, o las operaciones de búsqueda y rescate en el Mar Mediterráneo, a lo largo de 2018 los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) brindaron asistencia médica en más de 70 países alrededor del mundo.

También fueron testigos de las mayores crisis humanitarias en el planeta y conocieron de primera mano las historias de nuestros pacientes y las comunidades a las que asistimos.

Ya sea escapando de la violencia y las guerras, el impacto de desastres naturales, enfermedades o epidemias, cada una de las personas a las que atendemos tienen una historia única por contar. Historias de sufrimiento y vulnerabilidad, pero también de valentía y resiliencia. Estas fotos reflejan apenas algunas de ellas.

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Abril 2018, Cox’s Bazar, Bangladesh: Halima y su madre esperan bajo la lluvia por la distribución de comida en el asentamiento de Jatmoli. © Pablo Tosco/Angular

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Abril 2018, Cox’s Bazar, Bangladesh: Rozia y Zubair, su hijo de dos meses, en el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Goyalmara. Muchos de los niños que llegaron al hospital habían contraído infecciones a raíz de partos en condiciones poco higiénicas y las insalubres condiciones de vida en el campo durante sus primeros días de vida. © Pablo Tosco/Angular

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Noviembre 2018, Bunia, República Democrática del Congo: Un trabajador sanitario aguarda a recibir a un nuevo paciente con un caso sospechoso de Ébola, en el centro de tratamiento construido recientemente. © John Wessels

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Septiembre 2018, Magaria, Niger: El equipo en la sala de estabilización administra un catéter intravenoso. © Laurence Hoenig/MSF

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Agosto 2018, Diffa, Niger: Con 14 años, Mohammed y sus hermanos fueron secuestrados por un grupo armado en el norte de Nigeria y pasaron varios meses encerrados antes de escapar y reencontrarse con al menos una parte de su familia. Mohammed fue testigo de varios asesinatos, por lo que comenzó a recibir apoyo a través del programa de salud mental de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Diffa, Niger. © Juan Carlos Tomasi/MSF

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Octubre 2018, Irak: Rasmiyya tiene 63 años. Crió siete hijos y cuatro nietos, y ahora vive sola en el campo para desplazados internos de Amriyat al-Falluja. La historia de Rasmiyya refleja las múltiples capas de violencia y pérdida que muchos han sufrido en Irak durante los últimos años. Perdió a cuatro de sus siete hijos en el bombardeo de su ciudad natal, Falluja, en 2004. Otro de sus hijos está encarcelado desde 2006, acusado de colaborar con los militantes, y otro más fue llevado por un grupo de hombres armados y nunca más se supo de él. Sus hijas y otro hijo viven en Bagdad, pero los puestos de control alrededor del campo le impiden poder ir a verlos. © Mohammad Ghannam/MSF

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Mayo 2018, Este de Mosul, Irak: Nashwan, de 42 años, se prepara para la cirugía en la unidad de cuidados post-operatorio de MSF. Es uno de los muchos pacientes heridos de guerra que todavía luchan por recuperarse un año después de la finalización oficial del conflicto en Mosul. © Sacha Myers/MSF

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Abril 2018, Mosul, Irak: La vieja ciudad de Mosul, que fue alcanzada por intenso fuego, bombardeos aéreos y ataques con artefactos explosivos improvisados durante la batalla para recuperar la ciudad del Estado Islámico en 2016/2017. La destrucción y la presencia de explosivos y artefactos sin estallar hacen que gran parte de la vieja ciudad permanezca inaccesible. Aún así, entre 5000 y 7000 personas regresaron a sus hogares, en muchos casos dañados y sin agua o electricidad. © Sacha Myers/MSF

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Marzo 2018, gobernación de Saada, Yemen: Dos niños de Haydan frente a la entrada de su casa, bombardeada durante la batalla por Saada entre 2004 y 2010. © Agnes Varraine-Leca/MSF

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Marzo 2018, Khamer, Yemen: Elizabeth, fisioterapeuta de Médicos Sin Fronteras (MSF), asiste a una joven paciente en cirugía para aliviar su dolor. © Agnes Varraine-Leca/MSF

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Octubre 2018, campo de Amriyat al-Falluja, Irak: La familia de Haussian, de 13 años, es de Falluja y lleva los últimos tres años viviendo en una carpa. Cuando le preguntan qué quiere ser cuando sea grande, él responde: “Si sigo vivo, quiero ser doctor”. © Mohammad Ghannam/MSF

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Enero 2018, Mar Mediterráneo: Un día que fue una verdadera pesadilla en el Mediterráneo, en el que el Aquarius rescató 99 sobrevivientes de un barco de goma hundiéndose, pero un número desconocido de hombres, mujeres y niños seguían desaparecidos y se presume que se ahogaron. Se confirmó la muerte de dos mujeres. © Laurin Schmid/SOS MEDITERRANEE

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Enero 2018, Mar Mediterráneo: Aiofe Ni Mhurchu, enfermera de Médicos Sin Fronteras (MSF), le entrega pastillas para el mareo a una de las 27 personas rescatadas en el mar cerca de una plataforma de petróleo al norte de Sabratah, a 55 millas marítimas de la costa libia. Estaban en un pequeño bote de madera provenientes de Sudán, Somalia, Guinea, Costa de Marfil, Senegal y Nigeria, y habían pasado un largo tiempo en Libia, algunos de ellos en el centro de detención Osama en Zouarah. © Federico Scoppa

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Mayo 2018, Lesbos, Grecia: Miles de chalecos salvavidas dejados atrás por los migrantes que arriban, flotan entre la basura en la isla de Lesbos. © Robin Hammond/Witness Change

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Julio 2018, Lesbos, Grecia: Los niños se reúnen alrededor de una fogata en el campo de Moria. Miles de personas que buscan seguridad de países como Siria, Afganistán, Irak, Sudán y el Congo continúan arriesgando sus vidas para llegar a Europa. Quienes intentan llegar a través de Turquía y el Mar Egeo han estado atrapados por tiempo indefinido en las islas de Grecia como parte del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, y su enfoque de disuasión y contención. © Robin Hammond/Witness Change

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Enero 2018, valle de Bekaa, Líbano: Amara, la menor de 10 hijos, ha sufrido problemas respiratorios y torácicos desde su nacimiento. Fue ingresada en la sala pediátrica gestionada por Médicos Sin Fronteras (MSF) en el hospital gubernamental Elias Haraoui en Zahle, donde permaneció durante 10 días. La familia vive en un campo de refugiados y dos de los hermanos de Amara padecen discapacidades físicas que también requieren tratamiento. © Florian SERIEX/MSF

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Agosto 2018, Minsk, Bielorrusia : Alyona y Vadim regresan a casa desde el Dispensario 2 de tuberculosis (TB), donde ambos son pacientes ambulatorios. «Hace un año los dos estábamos en el hospital y ahora vivimos juntos y nos ganamos la vida», dice Vadim © Viviane Dalles

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Febrero de 2018, Guerrero, México. Una vecina de San Felipe de Ocote, desplazada a Apaxtla por la violencia, cose un toldo con prendas donadas para protegerse del sol © Juan Carlos Tomasi/MSF

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Febrero 2018, México: Un hombre descansa en el refugio La 72 en México. Muchos de los migrantes llegan con heridas en los pies después de haber caminado durante días © Juan Carlos Tomasi/MSF

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Diciembre 2018, Paoua, República Centroafricana: Leonard, un agricultor de 33 años, recibe tratamiento en el hospital de Paoua. Él explica que recibió un disparo en la cabeza mientras hombres armados intentaban robar sus bueyes. El día anterior al ataque había huido de Betoko junto con sus familiares después de que un grupo armado atacara la ciudad © Alexis Huguet

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Marzo 2018, Kasai Central, República Democrática del Congo: Mama Kawala y sus dos hijos, que acaban de realizarse un chequeo en el centro local de nutrición terapéutica en Lwemba © Léonard Pongo/NOOR

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Marzo 2018, Ituri, República Democrática del Congo: Bawma Yoame, de 56 años, se recupera en el hospital en Bunia, luego de que un ataque en su aldea lo dejó gravemente herido con múltiples cortes en la cabeza © John Wessels

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Agosto 2018, Mauritania: La arena se dispersa en el aire cuando una tormenta eléctrica sopla en Bassikounou, en la región de Hodh ech Chargui de Mauritania, el punto de partida para las operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el campo de refugiados de Mbera y sus alrededores © Nyani Quarmyne

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Enero 2018, estado de Borno, Nigeria: Campo para desplazados internos en Monguno © Maro Verli/MSF

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Diciembre 2017, Kier, Sudán del Sur: La enfermera y partera Furaha Bazikanya examina a una joven embarazada en uno de los dos espacios de consulta en una clínica móvil en el pueblo de Kier. © Frederic NOY/COSMOS

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Julio 2018, Bihać, Bosnia-Herzegovina: Voluntarios locales de la Cruz Roja les ofrecen alimentos a las personas que se refugian en la plaza de Bihać, Bosnia-Herzegovina, cerca de la frontera con Croacia © Kamila Stepien

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Marzo 2018, Sebagoro, Uganda: Los trabajadores de saneamiento rocían las manos y los pies de los refugiados congoleños que llegan a las orillas del lago Albert, en una región donde el cólera es endémico. Aproximadamente 60.000 refugiados llegaron a Uganda en un barco entre diciembre de 2017 y marzo de 2018, huyendo del conflicto en su provincia natal de Ituri, República Democrática del Congo © Diana Zeyneb Alhindawi

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Enero 2018, República Centroafricana: Colette, una víctima de violencia sexual de 14 años, en el Hospital de Castors. Médicos Sin Fronteras (MSF) le brinda tratamiento médico y psicológico © Alberto Rojas

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Septiembre 2018, Libia: Una mujer en un centro de detención relata: “Fuimos abandonados en el mar. Las personas perdieron la esperanza ¿Por qué dejamos morir a la gente en el mar? No somos criminales” © Sara Creta/MSF

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Enero 2018, Amman, Jordania: Una integrante del equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) ayuda a una joven paciente afectada por una enfermedad congénita a probar una nueva prótesis 3D, gracias a la cual la niña pudo pintarse las uñas © Hussein Amri/MSF

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