Desde que hace 12 años se presentó el primer caso, los investigadores habían intentado replicarlo sin éxito.
Médicos del University College London (UCL) informaron este martes a la revista Nature que uno de sus pacientes del Reino Unido con VIH se habría vuelto «indetectable» después de un trasplante de células madre. La hazaña representa un hito en la historia de la medicina, pues actualmente, este virus es uno de los problemas más graves de salud pública del mundo.
De acuerdo a los investigadores, el hombre, cuyo nombre se mantuvo en reserva, fue diagnosticado con VIH en 2003 y contrajo linfoma de Hodgkin en 2012. Desde entonces se sometió a quimioterapia para tratar el cáncer de Hodgkin pero en 2016 se le realizó un implante de células madre. 16 meses después de la intervención, los médicos le retiraron el tratamiento antirretroviral y, desde entonces, suma un año y medio libre del virus.
Según los médicos, la combinación de quimioterapia agresiva y el trasplante de médula fueron claves para que tanto el cáncer como el VIH desaparecieran. Esto gracias a que la quimioterapia fulmina las células infectadas latentes y los tumores, pero además destruye la médula ósea, un lugar donde suele acumularse la infección del VIH.
Sin embargo, el secreto de la desaparición del VIH estaría en el trasplante. Los investigadores afirman que al trasplantar células madre de un donante sano a uno infectado, el organismo construye una barrera que impide que el virus del VIH penetre nuevamente en las células del cuerpo. No obstante, este donante tiene que tener una particularidad: una mutación genética en su ADN (el CCR5 Delta 32) que hace a los portadores resistentes al virus.
Según explica el informe de Nature, normalmente el VIH se une a unos receptores que se encuentran en la superficie de los glóbulos blancos involucrados en la respuesta inmunitaria del cuerpo y ataca a las células. Pero una mutación en el gen CCR5 impide que los receptores funcionen correctamente y abran sus puertas al virus. El problema es que solo alrededor del 1 por ciento de las personas de ascendencia europea tienen dos copias de esta mutación y son resistentes a la infección por VIH.
Pero el caso de este paciente de Londres no es el primero en el mundo. Hace 12 años, Timothy Brown, conocido como el “paciente de Berlín”, fue la primera persona en el mundo en curarse del VIH. En esta ocasión, el hombre recibió un trasplante de médula ósea y fue sometido a una terapia de irradiación corporal total (radioterapia) para combatir la leucemia. Desde entonces vive sin un rastro de VIH en su cuerpo.
Tras el increíble caso, los médicos han intentado replicarlo en otros pacientes sin éxito, pues en todos la reaparición del VIH se había hecho evidente antes de un año. En 2014, por ejemplo, se reportó el caso del Paciente de Essen, que recibió un trasplante con la mutación CCR5 Delta32. Sin embargo, cuando interrumpió el tratamiento antirretroviral experimentó un rebote rápido del VIH. IrsiCaixa, uno de los institutos de investigación del sida más importantes, también reporta en su página que “ en otros 3 casos de trasplante de células madre, que no presentaban la mutación CCR5 delta 32, el virus rebotó a las 12, 32 y 41 semanas, respectivamente”.