La enfermería no es un trabajo para personas frágiles o débiles. Incluso para la enfermera más experimentada, los deberes diarios pueden llegar a ser agotadores a veces. Tratar con la escasez de personal, la tecnología que cambia rápidamente y trabajar en un entorno de ritmo rápido puede generar estrés bien ganado. El estrés continuo puede causar insomnio, dolores de cabeza, falta de energía, falta de concentración y depresión. Y eso no solo afecta su salud mental y física, sino también la capacidad de cuidar a sus pacientes. Aprender a manejar el estrés es fundamental para que todas las enfermeras se mantengan mentalmente alertas, con energía física y saludables.
1. Hablarlo
Hablar de sus problemas con personas de pensamiento positivo ayuda a poner sus problemas en perspectiva y encontrar soluciones. Si su trabajo utiliza un sistema de amigos, hable con su pareja sobre las situaciones que le causan estrés. Otras enfermeras entienden íntimamente tus problemas. Incluso pueden ser capaces de ayudar a aliviar el problema. Pero, no limites hablar de tus luchas con los compañeros de trabajo. Los amigos y la familia también son recursos útiles que pueden aportar una nueva perspectiva a su situación.
2. Diario
Si prefiere lidiar con el estrés por su cuenta, escribir o dibujar es una excelente manera de expresar sus sentimientos. Ya sea que elija usar lápiz y papel o una computadora, llevar un diario puede ayudarlo a liberar tensiones acumuladas y organizar sus pensamientos.
3. Aléjate de una situación estresante.
En un momento apropiado, tómate un momento para ti mismo. Si no hay tiempo obvio, utiliza a las personas que te rodean. Probablemente necesitarán su propio tiempo fuera en otro momento. La enfermería puede tener dificultades emocionales. Si acaba de revisar un código, un paciente falleció o sufrió una cantidad de situaciones estresantes relacionadas con el trabajo, pídale a la enfermera jefe un descanso de cinco o diez minutos. Sea honesto con su empleador acerca de por qué necesita alejarse. Ellos entenderán. Visite una estación de rejuvenecimiento o camine en un entorno tranquilo. Tenga música disponible para un mini escape en algo que lo energice, lo calme o lo relaje.
4. Tomar descansos periódicos
Puede ser difícil dejar pacientes y deberes, pero es vital tomar descansos. Use su descanso para calmarse y preparar una taza de té, hablar con otras enfermeras o escuchar música. Si tiene tiempo, camine un poco. Tomar descansos no solo alivia el estrés personal, sino que conduce a una mejor productividad. Después de un descanso, puede volver a su trabajo rejuvenecido y poder brindarle una atención de mejor calidad.
5. Organízate
Tener un plan ayuda a disminuir el estrés. A veces, no puedes terminar todo lo que esperas lograr. Sin embargo, la priorización de tareas le ayuda a completar sus tareas más importantes. Crear un plan organizado. Mantener sus planes diarios, semanales, mensuales o a largo plazo en un teléfono, una aplicación de calendario, una lista de tareas o un diario puede ayudarlo a mantenerse informado. Revise su agenda como parte de sus rutinas matutinas y vespertinas.
Considere llegar al trabajo unos minutos antes para tener la oportunidad de organizar sus tareas antes de comenzar un turno ocupado.
6. Centrarse en la tarea en cuestión
Mientras que organizarse puede ayudar a priorizar las tareas, ver una larga lista de cosas por lograr puede volverse abrumador. Concéntrese en la tarea en cuestión y divida los objetivos grandes en tareas más pequeñas para que las responsabilidades sean más manejables. Pequeños logros pueden convertirse rápidamente en grandes hazañas.
7. Compartimentar
La enfermería puede hacer que se preocupe por sus pacientes incluso cuando finalice su turno. Pero, no puede hacer nada para ayudar a sus pacientes cuando está en casa. Deje sus preocupaciones relacionadas con el trabajo en el trabajo. Confíe en sus compañeros de enfermería para hacer su trabajo.
8. Haz de tu hogar un lugar relajante.
Su hogar debe ser un espacio seguro y relajante. Designe una habitación o incluso parte de una habitación para relajarse. Instale una silla cómoda y una mesa auxiliar. Coloque objetos calmantes allí, como una planta, una loción de manos o una manta eléctrica. Use el espacio para escribir un diario, hacer sudoku o cualquier otra actividad que lo ayude a eliminar el estrés. O bien, cree un espacio meditativo con almohadas y aromas reconfortantes como lavanda, cítricos o vainilla. Cualquier cosa que te haga sentir feliz, crea un espacio dedicado y pasa algo de tiempo diariamente en ese retiro personal.
9. Elige un pasatiempo que te ayude a relajarte.
Practicar yoga, hacer manualidades, hornear o leer puede ayudar a calmar su mente después de un día estresante en el trabajo. Date tiempo cada día para hacer tu hobby. Le ayudará a sentirse renovado y ver los desafíos desde una nueva perspectiva.
10. Date un capricho al día.
Las enfermeras tienden a priorizar el cuidado de otras personas. Ya sabes lo importante que es el bienestar. Entonces, recuerda cuidarte como lo harías con otra persona. Puede ser tan simple como disfrutar de una taza de café o ver tu programa de televisión favorito. Haga al menos una cosa buena para usted todos los días. ¡Te lo mereces!
Un nuevo comienzo
A veces, no se trata de cómo manejar el estrés, sino del entorno donde trabaja. Las enfermeras en roles de alto riesgo, por ejemplo, pueden experimentar agotamiento o simplemente necesitan un cambio. La transferencia a un nuevo entorno de trabajo puede ser lo correcto para disminuir el estrés. ¿Necesitas cambiar tu enfoque? Encuentre la carrera de enfermería adecuada para usted con Empleos de enfermería . Explore las opciones de carrera que incluyen enfermería de viaje , enfermería diaria , empleos permanentes y oportunidades para nuevos graduados .