Satse muestra que los profesionales sufren tensión muscular, insomnio o diarreas derivadas de su jornada laboral
Esta semana se celebra el Día Internacional de la Enfermería, una jornada para el reconocimiento de la profesión de los cuidados que pone en el foco los problemas de las enfermeras españolas. Estrés, desordenes horarios, tener que alargar la jornada laboral por no tener tiempo suficiente para atender al paciente… Son solo algunos de los muchos problemas de una profesión, rebosante de vocación, que este 12 de mayo recibe el reconocimiento social.
Según un estudio elaborado por la secretaria general técnica del Sindicato Satse, ‘Percepción del Estrés en la profesión enfermera’, la gran mayoría de los profesionales sufren tensión muscular, alteraciones del apetito odiarreas. Problemas de la profesión enfermera que son similares tengan el contrato que tengan: fijo o eventual.
En las conclusiones generales, 8 de cada diez enfermeros tienen problemas de estrés. Una de las principales causas de esta situación es la falta de efectivos que, según la encuesta del sindicato, existe para un 80 por ciento de los profesionales. Los enfermeros con un contrato fijo (78 por ciento) ven algo menos esta falta de profesionales en sus servicios que sí lo notan en un 84 por ciento los eventuales.
Sin tiempo «adecuado»
Esta falta de efectivos se termina reflejando en el tiempo de atención por paciente. Los encuestados aseguraron que, en un 80 por ciento de los casos en la situación de fijos y un 86 en los eventuales, consideran que en su horario laboral no disponen de suficiente tiempo para prestar la atención “más adecuada” a sus pacientes.
De esta forma, mientras que el personal laboral fijo declara en un 64 por ciento que una vez que acaba su jornada laboral aún tiene actividades pendientes de realizar, el porcentaje aumenta hasta un 68% en el caso de los enfermeros con vinculación laboral eventual. Algo que les hace alargar la jornada (un 54 por ciento de los fijos lo hacen, y en eventuales un 69 por ciento).
Las conclusiones de todas estas situaciones, según Satse, se traducen en un agotamiento emocional (que sufren ocho de cada diez enfermeros),situaciones de estrés (seis de cada diez enfermeros), tensión muscular (97 de cada cien), alteraciones en el apetito (ocho de cada diez) o incluso diarrea (siete de cada diez).
Cambios de humor constantes
Además, otras de las repercusiones en la salud de las enfermeras de esta falta de efectivos suelen ser cambio en el humor con tendencia al enojo o la furia. El 80 por ciento de los encuestados manifestó sufrir episodios de preocupación excesiva, que le puede crear la sensación de no poder controlar el pensamiento, de ellos, un 37 por ciento la padecen frecuente o muy frecuentemente. De hecho, ocho de cada diez profesionales enfermeros declaró que sufre cambios de humor constantes.
Tal es esta situación que muchos de ellos ven como todo “les supera” y sienten esa sensación en el 89 por ciento de los casos, si son profesionales con vinculación laboral fija y en el 86 por ciento, si son eventuales
Pero no siempre tienen peor percepción de su situación los eventuales, la disminución de la memoria afecta a 75 de cada 100 profesionales de enfermería, llegando a los 79 de cada 100 en el caso de los profesionales con vinculación laboral fija.