Redacción Médica recoge los testimonios de profesionales que, incluso, han cambiado de especialidad por volver a dormir
¿Estar “un verano sin dormir” por seguir trabajando en la planta que te gusta haciendo noches o cambiar de especialidad/centro para evitar los turnos nocturnos? Esa es la disyuntiva a la que se enfrentan muchos profesionales sanitarios que sufren insomnio debido a su ejercicio laboral y ven en el cambio de horario de jornada la única solución para volver a conciliar el sueño.
Tras la publicación de un reciente estudio focalizado en enfermeras de la American Academy of Sleep Medicine, que aseguraba que duermen una media de 6,6 horas, Redacción Médica se ha puesto en contacto con tres profesionales de la Enfermería que han lidiado con esta dolencia para conocer los inconvenientes laborales que les ocasionó y hasta dónde les afectó no dormir por su trabajo.
Según el informe, hasta el 30 por ciento de la profesión padece insomnio crónico derivado de la práctica asistencial. En ese 30 por ciento se encuentra Francisco Javier, un enfermero de Melilla que con más de veinte años de experiencia ha pasado por diversos servicios que le han dejado, en ocasiones, hasta un verano entero sin dormir.
«El estres se suma a no poder dormir y eso se retroalimenta» |
Este hecho ocurrió el año pasado cuando trabajaba con neonatos, la que ha sido su planta durante gran parte de su vida laboral. “El estrés se suma al insomnio y eso se retroalimenta. Pasé un verano entero sin dormir”, recuerda. Durante ese año, los turnos más “duros”, con un bebé sobre los brazos más de diez horas, se terminaban con jornadas diurnas sobre la cama sin conseguir conciliar el sueño ni descansar. Algo que «empeoraba todavía más el insomnio».
La situación fue tan estresante para Francisco Javier que ahora no trabaja en esta planta. Y no es el único. Hay muchos enfermeros que deciden cambiar de turno (y en ocasiones eso se deriva cambiar de especialidad) cuando empiezan a sufrir los primeros síntomas. «Ves y escuchas a compañeros que apenas duermen, vienen a trabajar cansados, rinden menos, te estresas y quieres tomar medidas para no entrar en el bucle», explica Olga, una enfermera de la especialdiad de Obstetricio-Ginegología.
«Urgencias, UCI y materno-infantil»: las menos dormilonas
En estos momentos, este enfermero melillés está en un turno en el que va a dejar de hacer noches durante todo el verano. Reconoce que la comodidad de trabajar de «mañanas fijas» también tiene sus contras, una de ellas las retribuciones que se perciben por ello, y que sus problemas más graves a la hora de conciliar el sueño se han ido haciendo peores con la edad y no necesariamente ligada a la rotación puesto que, a su juicio, también «son cosas del reloj biológico».
«Urgencias, la UCI y las plantas de materno-infantil son más ‘propensas’ al insomnio» |
Como enfermero, Francisco Javier no ve su caso como ‘excepcional’, ni su profesión como la única perjudicada; sí que cree que hay sectores del Hospital y profesiones a las que les toca más. El estrés, a su juicio, está muy ligado con el insomnio por lo que “Urgencias, la UCI y las plantas de materno-infantil” son en las que más probabilidades de insomnio tiene un sanitario “sin importar si es médico o enfermero”. «También ha que recordar que el trabajo del enfermero, tan cercano con el paciente, te hace estar más atento y lidiar más con estos síntomas de estres e insomnio», apunta.
¿Renunciar a neonatos o seguir haciendo noches?
Pero hay algunos profesionales que, aunque con insomunio continuo, intentan no renunciar a su vocación. Es el caso de Bea, una enfermera del Hospital Gregorio Marañón que ha encadenado episodios de insomnio cuando, en su caso, pasaba varios meses en turno de noche.
“Cuando me saqué la plaza y me ofrecieron estar en neonatos, la especialidad en la que me he formado siempre, pero de noches me asuste. Me llegué a plantear cambiarme de planta por no seguir haciendo noches aunque me dijeron que sería algo momentáneo y, al final, continúe”, recuerda esta profesional.
De hecho, a los dos meses de empezar en ese turno comenzó a volver a tener insomnio. “Me ha pasado en varias ocasiones, a los meses empiezo a dormir fatal. Te metes a la cama, te sientes cansado pero con la cabeza muy activa”, argumenta.
Fue tal la situación de estrés que vivió al volver a los turnos de noche y tardes que cuando reapareció el insomnio pidió a sus compañeros rotaciones para aliviar un poco la situación. Eso, le permitió seguir trabajando de lo que le gustaba. “Llegué a plantearme cambiar mi futuro laboral por no seguir haciendo noches”, finaliza.
Pasarse a Primaria con casi 60
La que sí ‘cedió’ cuando empezó a ver los primeros síntomas de insomnio severo fue Olga, una matrona que pasó de trabajar en la planta del paritorio de un Hospital a un centro de Atención Primaria en la consulta de ginecología. “Empecé a tener los primeros síntomas, me costaba conciliar el sueño, estaba cansada y las jornadas de noche cada vez se me hacían más largas”, enumera.
«Si te obligan a hacer noches hasta que te jubilas, los 65, la única solución es pasarte a una consulta de Primaria» |
La edad (cumplirá los 60 este año) fue, para ella, el principal detonante. El hecho de que en la planta del paritorio no se les permitiera hacer solo días y que las jornadas sean de 12 horas obligó a esta enfermera a tomar una decisión drástica en su vida: dejar atrás treinta años en el paritorio de un gran hospital para comenzar a hacer consultas en un centro de Atención Primaria.
Ha pasado de trabajar de noche (12 horas) a encadenar jornadas semanales de 8,00 horas a 15,00 horas. Aunque extrañando parte del «ajetreo», Olga asegura que no se arrepiente de nada y que esta nueva faceta de su trabajo como matrona le está aportando mucho. Ahora, es el reflejo en el que se miran muchos de sus compañeros, de la misma edad, y con los que el insomnio está haciendo mella. «Nos afecta a todos los enfermeros y, conforme pasan los años, va a más. Muchos de mis compañeros están pidiendo venirse a Primaria. Si te obligan a hacer noches hasta los 65, al final es la única solución», finaliza.