Los efectos van desde agravamiento de enfermedades hasta incluso el suicidio
Numerosas investigaciones científicas demuestran que las guardias médicas de 24 horas tienen efectos fatales sobre la salud de los facultativos. Algunos de ellos son la reducción del rendimiento cognitivo, menor razonamiento perceptual y bajada de memoria visual, lo que puede poner en peligro tanto al paciente como al profesional. Pero es que, además, hacer muchas guardias de 24 horas puede tener hasta consecuencias mortales, desde agravamiento de una enfermedad, mayor incidencia de tumores hasta incluso llegar al suicidio por depresión.
El responsable de Prevención de Riesgos de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Pelayo Pedrero, explica a Redacción Médica cómo una guardia puede tener resultados mortales. En primer lugar, el trabajo nocturno está relacionado científicamente con múltiples patologías, así como con el agravamiento de enfermedades previas.
“Desde aumento de patología neuro-musculoesquelética (lumbalgias, artralgias, jaquecas y migrañas), desarrollo de síndrome metabólico (alteraciones del metabolismo de la glucosa y lipídico con aparición de obesidad, hiperlipemia e hiperuricemia), que favorecen la aparición de patología cardiovascular (hipertensión arterial, infarto de miocardio y arritmias) y cerebrovascular (ictus)”, indica el experto, para añadir que también existen estudios que apuntan a una mayor incidencia de algunos tumores, como de mama, pulmón y colon-rectal.
Alteración del ritmo cardiaco
Pedrero señala que la privación de sueño y alteración del ritmo cardiaco, todo ello motivado por una guardia de 24 horas, favorece también la aparición de patología mental “que puede ir desde la insatisfacción en el trabajo, ansiedad crónica, depresión, alteración en el clima laboral, alteraciones en la capacidad cognitiva e instrumental, pérdida del estado de alerta y del rendimiento (con la posibilidad de aumentar el número de errores médicos y accidentes de trabajo y de tráfico) y llegar a cuadros graves de burnout con deseo de abandonar el trabajo”.
La depresión y el burnout se asocia también a un mayor consumo de alcohol y tabaco, problemas de relación con la pareja y depresión y suicidio. “La privación de sueño podría actuar también como un facilitador a la consumación del suicidio ante ideación suicida previa en los sanitarios”, explica el responsable de Prevención de Riesgos de Amyts.
Alta tasa de suicidios
Lo que está claro es que la tasa de suicidios es alta entre los médicos. Si bien, “aunque no existen estadísticas en España que confirmen la relación entre trabajo nocturno en los médicos y suicidio, es de esperar que al aumentar las patologías psiquiátricas que pueden llevar al suicido como son el estrés, la depresión y el síndrome de burnout puedan estar relacionados”.
Para este experto es también lógico establecer una relación entre el aumento de otras enfermedades relacionadas con el trabajo nocturno y la incapacidad producida o mortalidad debida a estas causas. Tal y como manifiesta Pedrero, existen estudios que han relacionado el trabajo nocturno «con mortalidad cardiovascular y con mayor mortalidad general por todas las causas”.