Un nuevo estudio confirma que los complementos alimenticios no mejoran la salud cardiovascular

En poco más de un año dos estudios coinciden en que la ingesta de vitaminas, omega 3, minerales, antioxidantes, etc, no muestran evidencia de que reduzcan el riesgo cardiovascular y de ictus

Los complementos alimenticios se definen en la Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo (transpuesta en España por el Real Decreto 1487/2009) como “los  productos alimenticios  cuyo fin sea complementar la dieta normal y consistentes en fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias que tengan un efecto nutricional o fisiológico, en forma simple o combinada, comercializados en forma dosificada, es decir cápsulas, pastillas, tabletas, píldoras y otras formas similares, bolsitas de polvos, ampollas de líquido, botellas con cuentagotas y otras formas similares de líquidos y polvos que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias;”.

En realidad estos complementos son básicamente complejos vitamínicos, minerales, antioxidantes, omega 3, etc, y el negocio en torno a estos productos es enorme, con un gasto estimado superior a los 1.000 millones de euros. Sin embargo, solamente si existen carencias claramente observables como las que se producen debido a cánceres y otras patologías, se les concede validez para potenciar la salud de las personas.

Si ya el año pasado apareció un estudio en el  Journal of the American College of Cardiology, en el que un grupo de científicos canadienses revisaron los resultados y llevaron a cabo meta-análisis de 180 publicaciones con los que comprobaron que no había evidencia de beneficio para la salud en la ingesta de ácido fólico y multivitaminas que asocian vitaminas y antioxidantes para las enfermedades del corazón y el ictus, ni tampoco encontraron efectos saludables en la toma de zinc, hierro, magnesio, selenio y otros componentes, un año después otra publicación ratifica que no hay motivo saludable para tomar estos productos si no hay carencias que lo justifiquen.

Fue el pasado 9 de Julio cuando se publicó en el Annals of Internal Medicine el estudio ‘Effects of Nutritional Supplements and Dietary Interventions on Cardiovascular Outcomes’, en el que se han extraído y analizado los datos en 277 estudios publicados por lo mejor de la edición médica. El conjunto de esos estudios englobaban una muestra clínica cercana al millón de participantes. Adjuntamos enlace al artículo.

Los resultados confirman que la reducción de la ingesta de sal reduce todas las causas de mortalidad, especialmente en los hipertensos, pero apenas encontaron evidencia o es muy baja de que el omega 3 reduzca el riesgo de infarto y otras enfermedades del corazón; sí han asociado el ácido fólico con un posible menor riesgo de sufrir un ictus, y consideran bastante probable que la toma de calcio, asociada con vitamina D incremente el riesgo de un derrame cerebral. No encontaron ningún efecto significativo en la mortalidad cariovascular en otros complementos, como la vitamina A, B6, multivitaminas, antioxidantes, hierro, y tampoco en la reducción de las grasas. En definitiva, los autores insisten en que con una dieta normal, rica en frutas y legumbres, no es necesaria la toma de estos complementos.

Fuente. La Celosía


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