Un estudio revela la asociación adversa entre los desinfectantes y la salud respiratoria
El uso regular de desinfectantes químicos entre los profesionales de Enfermería es un factor de riesgo para desarrollar una enfermedad pulmonar obstructora crónica (EPOC), según un estudio publicado en JAMA Network Open.
Este estudio amplía los hallazgos anteriores al examinar las tareas de desinfección y exposición de los trabajadores de la salud a productos químicos, y relacionarlas con el desarrollo de EPOC. Esta pregunta es de «particular importancia para proporcionar orientación para el desarrollo de estrategias de prevención«, destacan los investigadores.
Esta investigación, que hizo un seguimiento a 73.262 enfermeras estadounidenses durante seis años, evidencia que la exposición a desinfectantes se asoció prospectivamente a un mayor riesgo de desarrollar EPOC.
Expuestas a productos químicos
Entre los productos químicos a los que estaban expuestas las enfermeras que han formado parte del estudio se incluyen el glutaraldehído (que se usa principalmente como desinfectante de equipos médicos, odontológicos y de laboratorio), lejía, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), alcohol y amonio cuaternario, un desinfectante usado en la eliminación de microorganismos como virus, bacterias, Salmonella tiphymurium y enfermedades gastrointestinales.
Estos productos se asociaron con un aumento del 25 a 38 por ciento de riesgo de desarrollar
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) independiente del asma y el tabaquismo, destaca el informe.
Además, los hallazgos del estudio «proporcionan pruebas adicionales de una asociación adversa entre los desinfectantes y la salud respiratoria. Una gran cantidad de evidencia ya apoya una asociación entre estas exposiciones y el asma; nuestros hallazgos adicionales de una asociación con la incidencia de EPOC hacen urgente desarrollar estrategias de reducción de la exposición que sigan siendo compatibles con control de la infección en los entornos sanitarios», exponen.
Las alternativas potencialmente más seguras, explican en sus conclusiones, incluyen tecnologías emergentes no químicas para la desinfección como el vapor o la luz ultravioleta. «Los profesionales sanitarios deben ser conscientes de este nuevo factor de riesgo», sentencian.
En sus conclusiones estiman que «la fracción atribuible a la población del uso semanal de desinfectantes en el riesgo de EPOC entre las enfermeras fue del 12 por ciento».