Según la encuesta de la Escuela Harris de Políticas Públicas de la Universidad de Chicago y el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC.
La mayoría de los estadounidenses tienen altos niveles de confianza en los médicos, enfermeras y farmacéuticos. Estos son los resultados obtenidos en una encuesta realizada por la Escuela Harris de Políticas Públicas Harris de la Universidad de Chicago y el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC (entidad que se dedica a realizar estudios sociológicos de investigación), y de la que se ha hecho eco la Asociación Americana de Farmacéuticos a través de su página web.
En concreto, siete de cada diez estadounidenses creen que los médicos, enfermeras y farmacéuticos harán lo correcto por ellos y sus familias la mayor parte del tiempo.
Esos altos niveles de confianza lo mostraron personas de diferente signo político, ya fueran demócratas y republicanos, y de distinto género y raza (blancos, negros e hispanos).
El sondeo se realizó en junio de 2021 y se llevaron a cabo 1.071 adultos. entrevistas on line y telefónicas s con El margen de error de muestreo es de +/- 4,2 puntos porcentuales.
Con estos datos sobre la mesa, Michelle Strollo, vicepresidenta senior del Grupo de Investigación en Salud de NORC, asegura que estos profesionales de la salud son los que, realmente, deberían ejercer como altavoces para transmitir la importancia que tiene vacunarse frente al coronavirus.
¿Mal o bien pagados?
La encuesta también refleja otros aspectos. Así, una gran mayoría de demócratas y republicanos cree que las enfermeras están mal pagadas en comparación con los médicos, fisioterapeutas y farmacéuticos, que reciben una paga adecuada, a su juicio.
Sobre este asunto, un 54% afirma que apoya la medida de destinar financiación para aumentar el número de médicos y solo el 17% apoya utilizar los fondos federales para aumentar la paga de los médicos.
Además, alrededor del 70% dice que tanto a los ejecutivos de hospitales como a los de las aseguradoras se les paga en exceso y tres cuartas partes no confían en que estos directivos hagan lo correcto para ellos y sus familias.