El déficit surge de un informe reciente de la OPS. Son 4 cada 10 mil habitantes. Chile tiene 22 y Paraguay, 14.
La escasez de enfermeros es una problemática mundial. Sin embargo, al mirar lo que sucede en el continente, un informe reciente de la Organización Panamericana de la Salud revela que Argentina tiene una de las tasas más bajas de enfermeros por habitante de la región, con 4,24 enfermeros cada 10.000 habitantes. Para poner en contexto basta mirar lo que sucede alrededor: Chile tiene 22 cada 10.000; Paraguay, 14,6; Uruguay, 18,9, Brasil 7,1 y Bolivia, 5,1.
Entre los países que mejor están, figuran Estados Unidos, con 111,4 enfermeros cada 10.000 habitantes y Canadá, con 106,4. Por debajo de Argentina solo hay tres países: Honduras y República Dominicana con 3,8 enfermeros cada 10.000 habitantes cada uno y Haití, con 3,5.
“Estamos mal, por eso nos pusimos a trabajar con un objetivo ambicioso, que es duplicar para 2020 la cantidad de enfermeros. Queremos que haya más alumnos y que se reciban, porque una de las características de enfermería es la alta deserción, ya que muchos necesitan trabajar”, explica a Clarín Leandro Goroyesky, director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) del Ministerio de Educación de la Nación, que está a cargo del Programa Nacional de Formación de Enfermería (PRONAFE) que se puso como objetivo llegar a 250 mil enfermeros.
Otro dato llamativo es cómo está conformado el mapa de personal de salud de cada país. El informe de la OPS advierte que mientras en América del Norte “la relación es de 4,3 enfermeros por médico, en los países de la subregión andina y en el Cono Sur hay más médicos que enfermeros”. “El mercado laboral, la oferta de programas de formación de enfermeros y los incentivos financieros y no financieros ofertados entre las regiones, ciudades y países determinan la cantidad de personal de enfermería”, señaló a Clarín Silvia H. de Bortoli Cassiani, asesora regional de enfermería y técnicos de Salud de la OPS/OMS y autora del trabajo «Distribución de la fuerza de trabajo en enfermería en al Región de las Americas».
En Argentina, según datos del Observatorio Federal de Recursos Humanos en Salud, que depende del Ministerio de Salud, los datos a 2016 indican que en Argentina hay 172.502 médicos en actividad y 192.829 enfermeros, lo que da una tasa de 1,12 enfermeros por médico. Sin embargo, al desgranar cómo está compuesto el número de enfermeros, se puede ver que 82.274 de esos enfermeros son auxiliares de enfermería, que tienen menor formación, ya que la carrera dura sólo un año.
“Las recomendaciones internacionales son para tener más técnicos enfermeros. Entonces, al tomar ese número, la relación baja a 0,65 enfermeros por médico. Actualmente se está abandonando la formación de auxiliares y se está incentivando la formación técnicos, para mejorar estos números”, afirmó a Clarín Marcelo García Dieguez, director de Capital Humano del Ministerio de Salud.
García Dieguez agrega que este número se irá corrigiendo con el tiempo, a medida que se vaya dejando de lado la formación de auxiliares, los actuales auxiliares salgan de actividad o se logre incentivarlos para que completen la tecnicatura. “Una de las preocupaciones es trabajar para acortar esos tiempos y ayudar a que alcancen el título de técnico. Para eso se creó el programa PRONAFE, para acompañar y becar a estudiantes y poder ir incrementando la fuerza laboral”, señaló.
“No sé si vamos a poder cumplir la meta de 2020. Pero esto ya escapa a los formadores”, advierte Teresa Gómez, directora de la Escuela de Enfermería del Hospital Británico. “El abandono –continúa- viene por distintas razones, hoy más que nada es un problema social, porque los estudiantes necesitan trabajar y priorizan eso. Ante esa situación no podemos hacer nada”, se sincera. Y advierte que tienen un promedio de desgranamiento de entre 20 y 30%.
El mercado laboral en el sector de enfermería en la Argentina presenta diversos problemas: si bien es cierto que es una carrera son salida laboral asegurada, por otro lado la precarización laboral y los magros salarios atentan contra el mismo mercado que necesita más trabajadores. “En enfermería los sueldos son muy bajos, muy magros. Muchos tienen que trabajar en dos lugares. Esto hace que haya un déficit en la preparación. Hay muchas especialidades en enfermería, pero son muy pocos los que llegan a hacerlas por la necesidad de trabajar”, señala el licenciado Gustavo Díaz, presidente de la Federación Argentina de Enfermería.
“La enfermería es una profesión muy desgastante desde el punto de vista físico y psíquico, trabajamos con el dolor y la muerte todos los días. Es una elección muy particular, por eso muchos se frustran”, agrega Díaz.
Gómez señala que en la carrera están los que se inscriben porque les gusta la enfermería y otros que buscan aprobar. “Al que realmente le gusta trabajar se va a dedicar a la enfermería. Trabajo para enfermeros hay, en todo el país. El enfermero siempre va a tener trabajo, es fácil conseguir porque todas las instituciones están en la búsqueda”, dice, aunque advierte que “el tema salarial no depende de nosotros y la realidad es que la mayoría de los enfermeros tienen dos trabajos”.
Para intentar bajar la deserción, el PRONAFE rediseñó los planes de estudio, mejoró la tecnicatura y también armó un plan de becas en enfermería para el que no hay límite de edad. Quienes aplican pueden recibir hasta 6.000 pesos por mes, una mochila técnica –con insumos para la práctica, como reloj y estetoscopio- que puede tener un costo de hasta 4.000 pesos.
Con estas medidas, en el primer año lograron reducir la deserción en un 10%. Actualmente el PRONAFE tiene acuerdo con una red de 165 instituciones superiores técnicas de enfermería y 5 universidades, con un total de 35.000 matriculados. En este año esperan firmar acuerdo con otras 10 universidades.
Fuente : Clarin