Según un reporte de la herramienta educativa BMJ Case Report, la confusa letra de un médico hizo que su paciente fuera tratada de emergencias en un hospital por una lesión química ocular. Este hecho inusual sucedió en Glasgow (Escocia).
De acuerdo a lo informado, el médico le habría entregado a su paciente una receta escrita a mano prescribiéndole un lubricante para ojos llamado ‘VitA-POS’, sin embargo, en la farmacia le habrían dispensado inadvertidamente el producto ‘Vitaros’, una crema para la disfunción eréctil.
La paciente tras aplicarse la crema habría sufrido “dolor en el ojo, visión borrosa, rojez e inflamación en el párpado”, síntomas por los que acudió de emergencia a un hospital, donde le administraron antibióticos tópicos, esteroides y lubricantes que hicieron que se recupere.
Ante este hecho, la BMJ Case Reports ha hecho un llamado a los médicos para que escriban las recetas con letras mayúsculas e incluyendo todos los elementos, como el guion (ejemplo VitA-POS) para así evitar en un futuro errores en la dispensación de medicamentos.
“Los errores en las recetas son comunes y los medicamentos que tienen nombres y cajas parecidas aumentan el riesgo. Sin embargo, este caso es inusual porque ningún individuo, incluyendo a la paciente, médico general y farmacéutico, ha cuestionado que una crema para la disfunción eréctil haya sido recetada a una paciente mujer que tenía instrucciones de aplicación para los ojos”, ha dicho Magdalena Edington, del Instituto de Oftalmología de Tennent en Glasgow y autora de este reporte.
Por este motivo, “creemos que este es un asunto importante del que informar para fomentar que las recetas se hagan de forma segura. Se deben promover las habilidades de prescripción segura”, ha considerado la especialista.