Si cometiste una equivocación, no te quedes callado y esperes que el asunto desaparezca, mejor haz algo para remediarlo, aconsejan los expertos.
Cuando se trata de dar una disculpa, no hay que excederse ni ser servicial, basta con un ‘lo siento’ o un ‘me disculpo por’ para dejarle claro a tu jefe que aprendiste la lección.
¿Realmente acabas de enviar ese correo electrónico confidencial a la persona equivocada? ¿O arruinaste totalmente el negocio con un cliente importante?
Todos cometemos errores. Pero cuando ocurren en el trabajo, tu reacción puede ayudar a mitigar las consecuencias.
No entierres tu cabeza en la arena
No cruces los dedos y esperes que nadie se entere del error. Debes ser tú el que lo señale.
“Es una mejor postura ser la persona que tiene el control de proporcionar la información del error que cometió”, dijo Denise Dudley, psicóloga del comportamiento. “Es más fácil hacer el control de daños”.
Cuando tu jefe se entera de tu error por tu propia voz, eso demuestra que estás prestando atención y asumiendo la responsabilidad.
“La primera versión de cualquier evento prepara el escenario para futuras discusiones sobre el mismo y también crea la impresión inicial”, dijo Marie McIntyre, asesora de carrera en Atlanta y autora de ‘Secrets to Winning At Office Politics’.
Si tu jefe se entera de tu error por otra persona, tendrás que mejorar cualquier opinión que ya se haya formado.
Mantén la calma
Tú estableces el tono de cómo responden las personas. Las emociones pueden ser contagiosas en la oficina. Si entras en pánico, es probable que otros también lo hagan”.
“La gente seguirá tus señales”, dijo Dudley. “Debes asegurarte de estar transmitiendo una manera calmada y profesional sobre cómo manejar la situación”.
Dicho esto, también debes reaccionar seriamente al asunto para demostrar que no estás tomando la situación a la ligera.
Reconócelo y busca una solución
Una vez que hayas identificado el error, reconócelo ante cualquier persona afectada y trabaja para solucionarlo lo más rápido posible.
Si estás teniendo dificultades para encontrar una solución, no dudes en pedir la opinión de otros. “No te limites a sentarte mientras juegas con tus pulgares”, dijo Dudley. Está bien decirle a tu jefe que estás buscando soluciones pero que te gustaría tener algunas sugerencias.
Sé claro con una disculpa
No todos los pequeños errores requieren una disculpa. Pero cuando el error es lo suficientemente grande, es importante pronunciar esas palabras.
“Cuando escuchas ciertas palabras o frases, eso lo hace más real o sólido”, explicó Dudley. “Usar las palabras ‘lo siento’ o ‘me disculpo por’ es importante. No uses eufemismos. Solo di: ‘Cometí un error y me disculpo por ello’”.
Si bien no quieres andar por las ramas cuando se trata de mostrar remordimiento, no te excedas. “No tienes que portarte servil o desgarrarte las vestiduras”, agregó.
También es importante explicarle a tu jefe que entiendes cómo se cometió el error y lo que harás para evitar que vuelva a suceder. “Explica qué sucedió y por qué sucedió y que esto es lo que aprendiste para la próxima vez”, aconsejó McIntyre.
Si tu error tuvo un efecto de bola de nieve que causó que los colegas también cometieran errores en su trabajo, reconoce también tu papel ante sus jefes.
Incluso si el error no es del todo tu culpa, por ejemplo, porque otro departamento se demoró en darte un informe que necesitabas, no entres al juego de la culpa.
Puedes explicar que no es totalmente tu culpa sin que parezca que estás“cargándole el muerto” a alguien más, explicó McIntyre.
“Di: Lamento que el informe provino originalmente de Mercadotecnia y que yo no lo revisé dos veces, y me aseguraré de verificar dos veces los informes de Mercadotecnia la próxima vez”, dijo.
Aprende de ello
Aprender de los errores nos ayuda a no repetirlos. Tómate el tiempo para evaluar las circunstancias de cómo sucedió.
¿Estabas distraído? ¿Estabas haciendo demasiadas tareas a la vez? ¿Olvidaste actualizar tu calendario con la nueva fecha límite?
Una vez que hayas identificado el problema, define una solución para evitar que vuelva a suceder, notifica a tu jefe que estás tomando las precauciones necesarias para evitar que vuelva a ocurrir percances similares.
No seas duro contigo
Si te obsesionas demasiado con el error, es probable que cometas otro.
Una vez que lo hayas remediado y te hayas disculpado, date un poco de espacio para respirar y despejar tu cabeza.
Eso puede significar salir a caminar o hablar con un amigo para tener un cambio de tema. “Tenemos que perdonarnos a nosotros mismos, todos cometemos errores”, dijo Dudley.
fuente : Fuente Expansión