Antonio Cano ha plasmado en el servicio de Pediatría del Hospital Santa Bárbara de Puerto Llano algunas ilustraciones
A Antonio Cano siempre le ha gustado dibujar. Un hobbie que, desde muy pequeño, le ha acompañado toda la vida y que en multitud de ocasiones le ha servido para desconectar. Ahora es enfermero en el equipo de Cuidados Paliativos Domiciliarios y ha llevado su pasión por la pintura hasta las mismas paredes del Hospital Santa Bárbara de Puerto Llano (Ciudad Real) en las que ha plasmando algunas de sus ilustraciones para hacer más llevadera la estancia a los más pequeños.
“La idea nació tras una reubicación de varios servicios que se hizo en el hospital. El Servicio de Pediatría perdió su antigua decoración y, como siempre me ha gustado dibujar, decidí hablar con la dirección de Enfermería para ofrecerme a pintar unos murales”, ha confesado el propio Antonio Cano a Redacción Médica.
Imagen de una de las ilustraciones que ha llevado a cabo Antonio Cano. |
Este ‘artista con capa de enfermero’ cuenta que mantuvo varias reuniones con la propia dirección de Enfermería y con las compañeras de Pediatría y que acordaron que los dibujos fuesen creaciones originales enfocadas a los niños de entre tres y cinco años. “Lo primero que hice fue retrotraerme a mi propia infancia, a lo mucho que me gustaban los animales, y comencé a esbozar figuras con formas sencillas y pocos detalles”, ha explicado a este periódico.
Osos, pájaros en árboles, conejos y hasta algún erizo se cuelan entre los diseños de este enfermero de paliativos que ha revelado que dibujar le ha servido como «algo liberador» en este servicio de “gran carga emocional”. Según ha contado sobre su método de trabajo, los bocetos que realiza los suele trasladar al ordenador y con ayuda del Photoshop da los retoques finales. Es ya con pinturas resistentes al agua cuando los plasma en la pared (en este caso en las del Hospital Santa Bárbara de Puerto Llano).
Humanización de la atención sanitaria
Antonio Cano mientras pinta en una pared del hospital. |
Esta iniciativa se ha llevado a cabo en zonas infantiles y maternidad del hospital, algo que es muy positivo porque hace más llevadera la estancia de los menores y de sus familiares. “Toda acción enfocada a crear un entorno más agradable es muy positivo. Eso incluye pintura, música, fotografías, etc”, ha añadido.
Entonces, ¿se puede meter esta iniciativa en el saco de la humanización? Cano ha considerado que sí pero entendido como una «humanización del entorno» ya que “la verdadera humanización en la atención sanitaria depende de los propios profesionales, de las aptitudes que tenemos al relacionarnos con los pacientes, saber entenderles y ayudarles”.
Tanto pacientes como profesionales sanitarios “están encantados” por las piezas artísticas que ha hecho el enfermero. Una acogida muy positiva sobre todo para el propio artista, que reconoce que desde hace unos meses se ha planteado unir el dibujo y la profesión sanitaria. En definitiva, un proyecto muy emotivo, en pro de los pacientes y que se ha hecho (como dice la expresión) por amor al arte.