El Gobierno de Boris Johnson y el sistema sanitario británico se ‘desconectarán’ de la UE el 31 de enero de 2020
El 31 de enero de 2020, Reino Unido pondrá punto y final al Brexit, proceso por el que abandonará oficialmente de la Unión Europea (UE). Una circunstancia que afecta a las miles de enfermeras españolas (4.304 según datos del año 2017) que ejercen en la nación británica.
Ante la nueva circunstancia, las profesionales que quieran seguir ejerciendo en el sistema sanitario británico (donde el NHS es el mayoritario) tienen que cumplir con dos requisitos, según ha podido saber Redacción Médica de fuentes del Gobierno británico que preside Boris Johnson:
Por un lado, es “obligatorio que todas las enfermeras estén registradas en el Consejo de Enfermería y Obstetricia para poder ejercer como enfermera en el Reino Unido; algo que se aplica a todas las nacionalidades, incluyendo a los ciudadanos británicos”.
Por otro, “todos los ciudadanos de la Unión Europea que deseen permanecer en el Reino Unido deberán solicitar el estatus de asentamiento si no lo han hecho ya”.
Cumplidos estos dos puntos, fuentes del Gobierno británico han explicado a Redacción Médica que su voluntad es que estos profesionales no se marchen. «Todo el personal internacional que trabaja en el NHS hace una contribución vital y queremos que se queden después de que dejemos la Unión Europea. Las enfermeras españolas que estén registradas para ejercer en el Consejo de Enfermería y Obstetricia cuando salgamos de la UE seguirán pudiendo trabajar como enfermeras en el NHS», explican.
Las ya registradas, sin requisitos ‘extra’
“Las enfermeras españolas que estén registradas en el Consejo de Enfermería y Matronas cuando el Reino Unido abandone la UE seguirán estando registradas y no estarán sujetas a ningún control adicional de sus habilidades y cualificaciones”, aclaran estas fuentes gubernamentales.
Y añaden que estarán además sujetas “a la presentación de una solicitud para obtener el estatus de asentamiento, con el que todos los ciudadanos de la UE que residan en el Reino Unido en el momento de la salida de la Unión seguirán teniendo derecho a vivir y trabajar en el Reino Unido”.
Es por ello que dichas fuentes explican a este periódico que animan “a quienes viven y trabajan en el Reino Unido a que soliciten el estatuto de asentamiento”. “El Departamento de Sanidad y Asistencia Social tiene claro que la prioridad es garantizar que los casi 66.000 empleados de la UE que trabajan actualmente en el NHS se sientan bienvenidos y animados a quedarse”, sentencian ante un proceso que ha generado inquietud y dudas desde que se puso en marcha.