La firma estadounidense es uno de los principales proveedores mundiales de integración de dispositivos médicos, vigilancia clínica y supervisión de pacientes para hospitales y centros de salud.
En medio de una pandemia de coronavirus que ha obligado a avanzar en la digitalización de toda la economía, pero también y muy especialmente de sectores como el de la salud, la compañía holandesa de tecnología médica Royal Philips ha suscrito un acuerdo para la adquisición de Capsule Technologies por 635 millones de dólares (530 millones de euros). Los títulos de Philips se anotan un 2% en la bolsa de Ámsterdam tras hacerse pública la compra. En lo que lleva de año acumula, también, una revalorización del 2,2%.
La firma estadounidense es actualmente uno de los principales proveedores mundiales de integración de dispositivos médicos, vigilancia clínica y supervisión de pacientes para hospitales y centros de salud. Capsule Technologies pasará a integrarse en la división de cuidados conectados, según ha anunciado la multinacional, que espera completar la compra a lo largo del primer trimestre.
Fundada en 1997, Capsule cuenta con alrededor de 300 empleados, que serán absorbidos por Philips, y presta servicio a unos 2.800 hospitales y organizaciones sanitarias de 40 países, con una facturación de aproximadamente 100 millones de dólares (82 millones de euros) en 2020 y un crecimiento de las ventas de doble dígito. «La adquisición de Capsule ampliará nuestra oferta de gestión de cuidados al paciente», ha asegurado Roy Jakobs, responsable del área de cuidados conectados de la multinacional holandesa.
Unos resultados que se ven reforzados pese a la Covid
Philips logró aumentar un 64,9% su beneficio neto atribuido en el tercer trimestre hasta los 338 millones de euros, con un alza de sus ventas del 5,9% interanual hasta 4.980 millones de euros y, algo que tiene que ver con la operación que anuncia hoy, con un crecimiento del 35,9% en el área de cuidados conectados, centrada en ventiladores de hospital, imagen diagnóstica y monitores, cuyos ingresos alcanzaron los 1.556 millones.
«De cara al futuro, seguimos viendo incertidumbre y volatilidad relacionadas con el impacto de Covid-19 en todo el mundo, pero nuestra cartera de pedidos sigue siendo sólida», aseguraba Frans van Houten, consejero delegado, durante la presentación de sus últimas cuentas. «Para todo el año 2020, seguimos esperando ofrecer un crecimiento de ventas modesto y comparable, con un margen de Ebita ajustado de alrededor del nivel del año pasado», añadía.
Ante un escenario de confinamientos y restricciones que, de nuevo, va a más en todo el mundo por la agresividad de las nuevas cepas de Covid-9, la firma ha puesto en valor los últimos meses la importancia de la atención médica en los domicilios, a través de una visión híbrida de soluciones tecnológicas que permiten salir de las cuatro paredes del hospital. Y en esa área de negocio ha venido poniendo sus esfuerzos.
FUENTE: La Información