Desarrollo sostenible: sumando valor

Recientemente se dio a conocer una plataforma digital destinada a promover las buenas prácticas empresariales que se orienten al logro de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) promulgados por la ONU como parte de su agenda 2030.

Se trata de la iniciativa Empresas Creando Valor, impulsada por Sofofa, CPC, Acción Empresas y Pacto Global Chile busca fomentar la transparencia y la responsabilidad entre las empresas.

Dentro de los principales ODS, destacan la igualdad de género, acción por el cambio climático y las alianzas para lograr objetivos, compromisos que requieren una evolución de la racionalidad empresarial clásica hacia un cambio de paradigma caracterizado por una ciudadanía corporativa comprometida con la ética, la diversidad, la sostenibilidad y la colaboración.

Como deja de manifiesto esta iniciativa, la reflexión colectiva ha puesto en el centro de la agenda empresarial la capacidad de combinar negocios con el desarrollo sostenible y la creación de valor. En el contexto actual el principal valor de la empresa para la sociedad es la confianza y esta se construye a partir de la comunión entre la agenda aspiracional y la agenda del compromiso de las empresas. La primera recoge los deseos de la dirección, la organización y los trabajadores; la segunda, se refiere a las metas compartidas, fruto del compromiso mutuo entre los miembros de la organización y la convicción de contribuir con el bienestar de la sociedad.

En palabras de Paul Polman -hasta hace poco Ceo de Unilever-las grandes empresas deben vincularse más a la prosperidad social que a su propio crecimiento, evitando el cortoplacismo que las devora. Los grandes activos de las empresas del futuro son el largoplacismo, el propósito, la sostenibilidad, la confianza y el talento.

Estas y muchas otras ideas inspiradoras surgieron en el Global Drucker Forum de Viena, donde las principales tendencias estuvieron marcadas por la humanización del management. Gary Hamel sentenció que a la gestión de recursos humanos le sobraban dos palabras: gestión y recursos. El management, agregó Mintzberg, es humanidad, empatía, son personas y comunidades.

El empresariado chileno está consciente de la necesidad de convertir a la empresa en un actor esencial de la sociedad y en este contexto vale la pena relevar lo dicho en el Palacio Imperial de Hofburg, a propósito de la actual discusión sobre la automatización y su impacto en el empleo: John Hagel razonó sobre organizaciones con personas que deben aprender toda la vida (long-life learning), proponiendo centrarnos más en capacidades que en competencias.La flexibilidad de organizaciones y personas, así como la rápida adaptación al cambio, parecen ser las ventajas competitivas para los nuevos tiempos. Las empresas tienen el desafío de repensar sus organizaciones y direccionar a sus trabajadores hacia las exigencias de la cuarta revolución industrial.

En este proceso de cambios y disrupciones necesitaremos de liderazgos humildes (Claudio Fernández Aráoz) que formulen las preguntas correctas, pues -según Hal Gregersen del MIT- solamente las preguntas correctas desencadenan las oportunidades. El management requiere menos ego-system y más eco-system (Isaac Getz). Es posible que en este proceso de inevitable cambio por fin logremos comprender que la burocracia es un cáncer de las empresas y de las instituciones, que las distrae de centrar sus estrategias, capacidades, gobernanzas y liderazgo en la competitividad en el ecosistema (Dave Ulrich).

Nuestro país no está ajeno a este proceso transformador. Sorprendentemente las empresas con propósito crecieron 36% en el último año y se proyecta que el 2019 debiéramos llegar a las 200 empresas B. Pero para que esta deseable proyección se cumpla e incremente, es necesario contar con una adecuada institucionalidad legal que incentive y potencie su positivo impacto ambiental. Es una tarea pendiente!

Chile tiene hoy una gran oportunidad para avanzar en el camino hacia el desarrollo sostenible. Hemos logrado clara conciencia de la necesidad de fomentar la colaboración entre el Estado, las empresas y la sociedad civil para recuperar la indispensable confianza de la sociedad y construir juntos el camino que posibilite avanzar hacia el desarrollo sostenible y solidario.

fuente :
La Tercera

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