David Benton, director general del Consejo Internacional de Enfermería; con él repasamos la situación de este sector sanitario en España y en el mundo. “Los salarios de la enfermería no reflejan la complejidad de esta profesión ni la saturación del trabajo”, afirma. Sus palabras destilan luces y sombras
El Consejo Internacional de Enfermería es una federación de más de 130 asociaciones que representan a más de 16 millones de profesionales de este sector sanitario en todo el mundo.
Su director general es el escocés David Benton. EFEsalud ha hablado con él para conocer las dificultades y amenazas de esta profesión, pero también sus fortalezas y oportunidades.
- ¿Cómo define la situación actual de la enfermería en el mundo?
La situación es extremadamente variada en todo el planeta. En primer lugar, en términos cuantitativos, aquí en España las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan que hay 50,8 enfermeras por cada 10.000 habitantes. Otros países –como Australia, Finlandia, Alemania o Japón- tienen el doble.
Con todo, el número de enfermeras en otros países es muchísimo más bajo: en Bangladesh sólo hay 2,2 enfermeras por cada 10.000 personas; en Somalia sólo 1,1. Sin embargo, hay que tener cierta cautela al interpretar esas cifras porque la fiabilidad de los datos ha sido cuestionada en varios países.
- ¿Han sido las enfermeras unas de las principales víctimas de la crisis económica?
Sí. Durante la crisis muchos gobiernos han hecho recortes oportunistas y muchas enfermeras han visto cómo se recortaban sus salarios. En muchos casos, tampoco han sido sustituidas y la reducción salarial persiste hoy en día acompañada de una subida de impuestos.
En el lado positivo, los estudios sobre el impacto de la crisis económica muestran la importancia del mantenimiento de un alto estándar en la atención sanitaria y la calidad de la educación y la cualificación de las enfermeras es esencial.
Un reciente estudio, publicado por The Lancet, mostró que el incremento de un 10 por ciento del número de enfermeras con estudios universitarios se traduce en un descenso del 7 por ciento en el riesgo de muerte. Nuestros ciudadanos deben saber que las acciones de los gobiernos para reducir el personal de enfermería o su nivel de formación tiene la más grave de las consecuencias: la muerte.
- ¿Cuál es el papel de la enfermería en el sistema sanitario?
Los enfermeros y enfermeras desempeñan un importante papel, puesto que son la profesión sanitaria más numerosa y en algunos países son el único profesional para prestar atención sanitaria a una parte de la población. Los enfermeros juegan varios roles en el sistema sanitario: practicantes, gestores, educadores, investigadores, políticos y trabajadores de equipo.
Los gobiernos empiezan a darse cuenta que una gran parte de la solución a los retos en materia de salud pasa por la enfermería. Por ello, algunos países están diseñando nuevos y avanzados roles para la enfermería, de cara a mejorar el acceso al sistema y ayudando a reducir los costes al desempeñar algunas funciones que recaían en manos de los médicos y expandiendo así el rango de acción de nuestra profesión.
Las enfermeras líderes deben involucrarse ahora en el desarrollo de programas para mejorar los servicios sanitarios. Ellas tienen el conocimiento práctico sobre cómo el servicio puede ser concebido y diseñado, coordinado e implementado. España ha dado pasos importantes en este sentido, en términos de especialización y de competencias profesionales para incrementar el acceso ciudadano a estos servicios a través de cambios en la política de prescripción.
- ¿Cree que los enfermeros están bien considerados como profesionales sanitarios si los comparamos con otras profesiones como médicos o farmacéuticos?
Una vez más, debemos decir que existe una gran variación entre naciones. Históricamente, siempre ha habido diferencias en materia de género. Habida cuenta de que continúa siendo una profesión predominantemente femenina, tiende a ser una profesión devaluada e infrapagada. En la mayor parte de los países, los salarios de la enfermería no reflejan la complejidad de esta profesión ni la saturación de trabajo.
Por desgracia, es cierto que en algunos países, las enfermeras deben superar numerosos obstáculos para acceder a la educación y avanzar en su desarrollo profesional.
- ¿Cómo definiría la relación con los médicos?
Desde el punto de vista de equipo clínico, la relación es a menudo muy buena, particularmente donde hay una visión compartida de la atención prestada y el deseo de conseguir lo mejor para el paciente.
Sin embargo, a nivel profesional la tensión existe cuando las fronteras históricas son marcadas por los médicos en detrimento de la atención al paciente. El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha elegido trabajar de la mano de la Asociación Médica Mundial, la organización internacional que representa a los médicos.
- ¿Cuáles son las principales características que debe reunir un enfermero?
Llegar a ser un buen enfermero no sólo requiere habilidades prácticas, es preciso tener unos sólidos conocimientos técnicos y de la naturaleza humana y una correcta actitud de cara a ofrecer el máximo apoyo a los pacientes y sus familias a lo largo de todo el ciclo de la vida.
El código ético del CIE para enfermeras no se limita a los cuatro principios de un comportamiento ético, sino que identifica las características que definen la esencia de la profesión enfermera.
Incluye valores como respeto, sensibilidad, compasión, confianza, integridad, responsabilidad, práctica basada en la evidencia, seguridad, condiciones de trabajo equitativas y justas, respeto por los derechos humanos, entre otros.
- ¿Cuáles son los principales retos de la enfermería en los años venideros y en un futuro a más largo plazo?Foto facilitada por el Consejo General de Enfermería
Uno de los grandes retos que España y otros países deben afrontar es el incremento de la población mayor con unas necesidades muy complejas y menos apoyo por parte de las familias que en generaciones anteriores.
La población envejecida requiere desplazar el foco desde un modelo centrado en los cuidados agudos hacia otro enfocado hacia las enfermedades crónicas, como el alzhéimer, las patologías cardíovasculares o la osteoporosis. De la manos de las enfermedades crónicas llega también la incapacidad y eso significa cuidados a largo plazo, como enfermeras domiciliarias, residencias, centros de día o pisos compartidos.
Todo ellos será muy importante en los próximos años. El cuerpo de enfermeras, asimismo, también está envejeciendo. Dentro de 10 o 15 años, los países industrializados experimentarán un gran éxodo de enfermeras, muchas se jubilarán justo en el momento en el que habrá una gran demanda de estas profesionales. Encontrar maneras de retener a las enfermeras mayores es un reto cada vez mayor importancia a los sistemas de salud en todo el mundo.
El reto del manejo de las enfermedades que no son de declaración obligatoria también está ahí. Estas patologías matan a más de 36 millones de personas cada año. Las enfermeras están en una posición privilegiada para liderar y mantener la respuesta a esas enfermedades crónicas que no hacen más que crecer, como parte de un preparado y proactivo equipo sanitario y informando, motivando y cuidando de los pacientes y sus familias. Podemos proporcionar creativas e innovadoras soluciones al reto de las enfermedades crónicas y cambiar el día a día de las vidas de los pacientes, las familias y las sociedades.
El tercer gran reto pasa por el uso creativo de las tecnologías para realizar la misión de cuidado a los pacientes. La sociedad tendrá más información sobre salud que nunca desde sus trabajos y sus casas. La capacidad y habilidad de la enfermería para adaptarse a esta nueva situación y aplicar adecuadamente las herramientas tecnológicas determinará buena parte de nuestro éxito o fracaso como profesionales de la salud.