Por Dolores Latugaye, directora de la carrera de Enfermería de la FCB, y M. Margarita Rabhansl de Desmery, directora de posgrados en Enfermería
Como es sabido, la Selección argentina quedó fuera del Mundial de Rusia 2018 y su desempeño ha sido motivo de análisis. Nos encontramos en vísperas de conocer al actual campeón del fútbol mundial, ¿qué sucedería si analizáramos la performance del país con respecto a otro indicador, como la cantidad de enfermeros, a través de los lentes del fútbol?
Si en el fixture de Rusia 2018, en lugar de los goles, colocáramos el número de enfermeros cada 10 mil habitantes según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las estadísticas sanitarias de 2014, sin duda el campeón habría que buscarlo en Europa. Suiza, con 173 profesionales cada 10 mil habitantes, sería el líder del mundial de enfermería.
¿Y nuestro país? Ocuparía el último lugar en la competencia en un pobre empate de cuatro enfermeros cada 10 mil habitantes con Senegal. Sin embargo, si se tiene en cuenta la densidad total de la población de 2014, el país africano sería el último del Mundial, dado que contaba con 14,55 millones de habitantes y, por ende, tendría una menor cantidad de profesionales frente a la de Argentina, que por aquel año contaba con 42,98 millones de habitantes.
La falta de personal de enfermería y sanitario en el país es preocupante. No obstante, estamos frente a una profesión muy joven. La mayoría de los países se encuentra promoviendo su desarrollo instalando la profesión en la universidad como una carrera de grado y aumentando el número de instituciones. Está demostrado que cuanto mayor es el nivel de formación de los profesionales de enfermería, los resultados en el paciente son mejores. El sistema sanitario a nivel mundial, no solo en nuestro país, es cada vez más complejo y dinámico. Por ello, se requiere profesionales con mejor y más formación para detectar precozmente complicaciones en los pacientes y poder revertirlas.
Distribución. Según la OMS, se necesitan alrededor de 23 médicos, enfermeras y parteras cada 10 mil habitantes para brindar servicios esenciales de salud a la población. Considerando el fixture a nivel regional, ningún país latinoamericano pasaría a octavos de final. No obstante, la mejor posición la conseguirían México y Costa Rica, con 25 y 24 enfermeros cada 10 mil habitantes respectivamente. Uruguay completaría el podio ubicándose en el tercer puesto con 19 enfermeros.
Si bien la región de las Américas posee un gran porcentaje de trabajadores sanitarios –casi un cuarto del total de recursos humanos en salud a nivel mundial–, esta región posee el porcentaje más bajo de profesionales de enfermería y tampoco nuestro país está exento de esta problemática. Al mismo tiempo, no solo es necesario contar con el número adecuado de profesionales para brindar una atención de calidad y alcanzar las metas regionales de acceso a la salud, sino que además resulta primordial atender a la distribución de los profesionales en un determinado país. En ese sentido, según la última publicación realizada por la Organización Panamericana de la Salud, se pone el énfasis en que “es necesario asegurar que existan suficientes profesionales de la salud activos, distribuidos adecuadamente, que sean capaces de potenciar la atención primaria, de modo de garantizar la cobertura universal de salud”. Si se observara la instancia de cuartos de final del mundial de enfermería, se verificaría que seis son europeos y dos asiáticos. Suiza se alzaría con la copa, con 173 enfermeros cada 10 mil habitantes, en una final con Islandia (con 156), seguido de Dinamarca y Japón, por el tercer y cuarto puesto. En el caso de Alemania y Japón, ambos empatados con 115 enfermeros cada 10 mil, también se tuvo en cuenta la densidad de población, como con Argentina.
En ese sentido, se vio beneficiada la potencia asiática, cuya cantidad de habitantes en 2014 era de 127,3 millones frente a los 80,98 del país europeo.
Fuente: Perfil