Bronca de una enfermera a una MIR por hacer preguntas ‘poco apropiadas’

La enfermera presenció la ronda de preguntas de la residente a un paciente en plena sala de espera

El derecho a la intimidad del pacientees uno de los aspectos más sensibles de la asistencia sanitaria. Las elevadas penas por acceder al historial médico sin permiso así lo demuestran, y la preocupación por asegurar la privacidad de la información de cada persona ha ido en aumento en los últimos años. En esta línea se ha expresado una enfermera de Urgencias y Emergencias en sus redes sociales. 

En concreto, la profesional sanitaria ha explicado en su perfil en Twitter el episodio que ha presenciado en una sala de espera, donde una residente ha comenzado a hacer «preguntas sobre su enfermedad a un hombre». Lejos de las típicas como si está en ayunas antes de una prueba, y para sorpresa de la enfermera, la exigencia de información ha ido por otros derroteros… 


«Ni el señor está obligado a responder delante de nosotros ni nosotros tenemos que conocer datos de su historial clínico»

«Le ha preguntado: enfermedades previas, por qué estaba allí, le ha dado datos de su analítica, del porqué de su prueba, cirugías previas, tratamiento farmacológico», relata la enfermera, un momento en el que ya «no me he podido resistir» y ha interrumpido «la entrevista». 

Tras anunciar que era enfermera «aunque este dato es irrelevante», la especialista en Urgencias y Emergencias ha añadido «con todo mi respeto», que «ni el señor está obligado a responder a sus preguntas delante de todos nosotros ni nosotros tenemos por qué conocer datos que pertenecen estrictamente a él y a su historial clínico». 

La residente, según el relato, ha querido defenderse alegando que «eran solo unas preguntas», aunque como la enfermera explica contienen «mucha información privada», y aunque fuera «solo un momento» como exponía la residente, es «un momento que debiera haber sido en la intimidad«. Algo que debe ser «de primer día de carrera», el «respeto por la intimidad y dignidad de las personas». 

¿Ella se sentiría cómoda en esa situación?

Esta profesional sanitaria dice entender que a la residente han podido darle una orden y ella debe obedecer, pero le hace ponerse en el lugar del paciente y pensar si ella se sentiría cómoda respondiendo a ese tipo de preguntas delante de extraños. «¿Crees que el paciente responde con la misma libertad delante de todos nosotros que si estuviéseis vosotros solos?», le pregunta. 

Por su parte, la enfermera ha explicado al paciente que tiene derecho a negarse a contestar cualquier pregunta si considera que no es el lugar oportuno y sobre todo delante de otras personas que él no desee que estén presentes (ya sean conocidas o no), puesto que «hay diagnósticos que hay que digerirlos y compartirlos cuando y con quien se quiera». 

En su opinión, compartida por el resto de presentes en la sala de espera según afirma, la humanización pasa por el derecho a la intimidad, cuidar las formas, enseñar en lo básico como en la entrevista, hablar a las personas y pensar que «no son enfermedades, sin mucho más que ese diagnóstico. Están en schock y les cuesta escuchar y obedecen». 

Acabo de presenciar en una sala de espera como una residente le hacía preguntas sobre su enfermedad a un hombre
Su entrada ha sido:
– Señor tal?
– Si.
– le voy a hacer unas preguntas
(YO )
He pensado: ¿está en ayunas?
Pero no….— Ma Jesús de M.U. (@MJdeMarcosU) 4 de febrero de 2019

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