Enfermería demanda aplicar el enfoque de género en las políticas sanitarias

Exige que se tengan en cuenta la diferente sintomatología entre hombres y mujeres ante una misma patología

El Sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado la falta de un enfoque de género en las actuales políticas sanitarias, poniendo el acento en las desigualdades que se producen por la falta de atención específica y la casi nula inclusión de las mujeres en los ensayos clínicos y en estudios de investigación.

Los procesos de salud y enfermedad de las mujeres y hombres son distintos, debido a sus diferencias biológicas. “Este hecho justifica por sí mismo el estudio adecuado de la salud de las mujeres, avanzando en el conocimiento de sus necesidades específicas”, según el Sindicato.

Pese a que la esperanza de vida es superior en las mujeres, éstas presentan peor salud a lo largo de la misma. La fibromialgia, las anemias, el dolor crónico, las enfermedades autoinmunes o endocrinológicas, la osteoporosis… son dolencias crónicas mucho más presentes en mujeres que en hombres, señala.


Satse reclama el abordaje diferenciado en el estudio de la salud entre hombres y mujeres

Las desigualdades en la salud de hombres y mujeres se encuentran en la existencia de síntomas y evolución diferentes ante una misma patología, debiéndose por tanto diferenciar también su abordaje. La efectividad y la dosis de los medicamentos tienen variaciones dependiendo del sexo, hecho este que no se suele tener en cuenta por la falta de inclusión de género en los ensayos clínicos. Por estos motivos, a juicio de Satse se hace indispensable un abordaje diferenciado en el estudio de la salud de hombres y mujeres, donde estos factores sean tenidos en cuenta.


Falta de equidad y trabajo no remunerado

Además de las desigualdades del propio sistema sanitario, las mujeres se enfrentan a la falta de equidad en el reparto de las responsabilidades domésticas y familiares que a día de hoy siguen estando muy presentes en nuestra sociedad, asegura.

La suma del trabajo remunerado y el no remunerado constituye un factor crucial a la hora de agudizar los niveles de estrés y agotamiento, desarrollando, por ejemplo, un mayor número de trastornos musculo-esqueléticos, en definitiva, empeorando su estado de salud. Por ello, desde Satse insisten en la necesidad de que se implementen políticas de promoción de la igualdad, incorporando planes que permitan mayor desarrollo en corresponsabilidad y conciliación de la vida laboral, familiar y personal.

El Sindicato de Enfermería refiere que las enfermeras y fisioterapeutas de nuestro sistema sanitario se enfrentan a un riesgo añadido para su salud al tener que soportar a diario una sobrecarga laboral debido a la falta de plantillas necesarias para poder realizar su trabajo. Esta sobrecarga laboral es un factor de riesgo añadido para la salud, no solo como mujeres, sino como profesionales sanitarias, que se ven expuestas a múltiples factores biológicos, físicos, químicos y psicosociales que influyen en su salud y la de sus compañeros.


Politicas de conciliación


«La maternidad sigue siendo una asignatura pendiente para acabar con la desigualdad de género»

A este respecto, la organización recuerda la campaña puesta en marcha para conseguir una ley de seguridad del paciente y contar así con un número suficiente de enfermeras y enfermeros que permita cuidar con garantías de seguridad y salud a las/os ciudadanas/os, al tiempo que las condiciones de estrés laboral de las/os profesionales sanitarias/os se vean disminuidas.

Por otro lado, al hablar de la mujer y de su salud, Satse reitera que acabar con la desigualdad de género es una labor de toda la sociedad, poniendo el acento en las medidas que puedan acabar con la violencia de género, calificada como una epidemia desde el punto de vista de la salud pública, y frente a la que el papel de las profesionales sanitarias en su detección y abordaje es fundamental.

Las políticas de conciliación y las políticas sanitarias dirigidas a las mujeres en todas las etapas de su vida, sin olvidar la adolescencia y el climaterio, además de la protección de la maternidad, siguen siendo asignaturas pendientes que impiden acabar con las desigualdades de género ligadas al empleo y la salud.

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