Las enfermeras cántabras escriben el ‘temario’ que no entra en las OPE

Profesionales de la Enfermería recogen en un anecdotario ilustrado el día a día de la profesión

Una novatada propia de haber hecho pocas guardias, un glande atrapado en una cremallera, la visita ‘veterinaria’ por un puercoespín enfermo, el último deseo de un drogodependiente o la faceta artística y literaria de un paciente. Un total de 40 enfermeras cántabras se han unido bajo la batuta de Pilar Elena Sinobas para contar en ‘Aventuras y desventuras de enfermeras. Anecdotario ilustrado’ un resumen de “lo que no se ve” de la Enfermería. Un relato para que usuarios y profesionales conozcan lo que se esconde tras las batas blancas y también para que los gestores sean conscientes de “lo que no se ve reflejado en los datos clínicos” y, por tanto, “parece que no existe”.

Así lo cuenta a Redacción Médica la enfermera cántabra que se ha encargado de aglutinar todas estas anécdotas “reales” (y ahora virales gracias a un mensaje en la red socia Twitter). Germán  Castañeda, el coautor del trabajo editorial, envió al cantante asturiano Melendi el libro para enseñarle lo que sí hacían “30 hijas de borrachos que fueron enfermeras”, tras la polémica surgida por su canción ‘Síndrome de Estocolmo’. Un tweet que se convirtió en tendencia y dio un empujón más a este tomo que ha estado agotado estas navidades en servidores de venta como Amazon.

Mar Lecuna Gómez ha creado las ilustraciones para la ocasión. 

Combinando humor, ternura y emociones, Pilar Elena Sinobas explica que este libro se fraguó bajo la climatología del invierno cántabro. “Una compañera de Santillana del Mar me contaba, todavía  visiblemente afectada, como su coche se había quedado atascado en un barranco al acudir a una visita domiciliaria”, recuerda. Una historia que hizo germinar una idea “que ya tenía yo en mi cabeza” sobre todo enfocado a las desavenencias del ámbito rural.

“Las enfermeras rurales trabajamos en soledad y muchas veces no se lo puedes contar a nadie. Aunque estés adscrito a un centro de salud, muchas veces no puedes ni acercarte a compartirlo con compañeros”, relata esta profesional que, aunque asegurando que esto no son conocimientos técnicos, pueden ser de utilidad para otras enfermeras, sobre todo, las futuras.

Para esta enfermera este libro puede ser el ‘otro’ manual para las alumnas de Enfermería puesto que, aunque este no forme parte de los conocimientos que adquieren en su currículum de grado, puede serle de utilidad a la hora de incorporarse al mundo laboral. Asegura que “nadie” enseña en la Universidad a cómo controlar el coche cuando estás en una visita domiciliaria en un pueblo nevado u otras ‘enseñanzas’ como saber no interrumpir la hora del café.  Treinta puntos de un  ‘temario’ que “no va a entrar en una OPE” pero que es necesario para una profesional cuando quiere saber si la Enfermería es su verdadera pasión.


«Las enfermeras rurales trabajamos en soledad y muchas veces no le puedes contar a nadie lo que te ha pasado»

Pilar Elena Sinobas tiene un largo currículum ejerciendo en  Cantabria (principalmente en Atención Primaria) y también ha sido directora de Enfermería del Área de Santander-Laredo del Servicio Cántabro de Salud y vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Cantabria. Por ello, conoce a la perfección lo importante que puede ser este libro para los gestores con los que en ocasiones ha lidiado. Unos órganos políticos que, a veces, “solo ven números e historias clínicas” y que, con esta publicación, pueden conocer el trabajo que hay detrás de esa enfermera que acude a una localidad (a 36 kilómetros por angostas carreteras de su centro de referencia) para hacer una única consulta a un paciente que la considera tan de su familia que hasta le ofrece un café diario.

“Nuestros gestores no saben de nada de esto que contamos en el libro. Ese ha sido uno de los fines del anecdotario”, lamenta Pilar Elena quien asegura que, aunque invitaron a varios gestores a la presentación, ninguno acudió.

Todo el libro, aunque esté basado en hechos reales, guarda la privacidad de los pacientes. Pese a ello, y según cuentan sus propios autores, cualquiera puede verse reflejadas en ellas. “Son circunstancias que sólo genera la profesión enfermera. Algunos son cómicos y otros son más duros pero todos tienen esa connotación humana de estar cerca de las personas”.

Historias del ámbito rural, de enfermeras escolares, hospitalarias, de Atención Primaria e, incluso, relatos de una profesional de un colegio de Educación Especial que van mucho más allá de la consulta y llegan al corazón con las coloristas acuarelas originales de la también cántabra Mar Lecuna Gómez (Torrelavega, 1994). La joven, licenciada en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, ha creado ‘ex profeso’ más de una veintena de ilustraciones basadas en los relatos.

Presentación del libro con , Laura García, una de las autoras y correctora del libro; Pilar Elena, coordinadora del tomo; y  German  Castañeda, coautor del trabajo editorial y corrector del libro.

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