La directora de Enfermería del hospital de pandemias, Verónica Real Martínez, cree necesario contar con los profesionales y contemplar sus necesidades.
“El capital humano es el motor de las organizaciones. Queremos que los enfermeros estén lo más contentos posibles para que adquieran un mayor compromiso con la organización”, explica a este periódico Verónica Real Martínez, directora de Enfermería del Hospital Isabel Zendal, exdirectora de Enfermería en el Hospital Covid-19 Ifema y supervisora de Enfermería en el Servicio de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid Summa112.
Con este objetivo y a lo largo de esta semana, Real Martínez tiene previsto poner en marcha un departamento exclusivo de recursos humanos de Enfermería, que estará liderado por un supervisor enfermero experto en esta materia.
“La idea es que este supervisor, junto a una enfermera y personal administrativo, establezcan relaciones de necesidades laborales. A la llegada de los profesionales realizamos una encuesta para conocer las preferencias de estos profesionales respecto a los turnos y unidades, y vamos intentando consensuar para que estén lo mejor posible”, asegura Real, que también ha sido una de las dos enfermeras elegidas para recoger el premio Princesa de Asturias de la Concordia en nombre de todos los sanitarios que han luchado en primera línea contra la covid-19.
“El capital humano es el motor de las organizaciones”
Añade, además, que a las enfermeras que entran a trabajar en el Zendal se les da la oportunidad de participar en los tres servicios (hospitalización, UCRI y UCI) y se intenta que puedan elegir turno. También sabe que, en ocasiones, hay contratiempos propios de un hospital que se está poniendo en marcha, en el que se está trabajando y en el que hay que hacer una incorporación progresiva de profesionales, “hoy mismo hemos recibido 71 nuevas enfermeras y 45 Tmcae”
Críticas al Zendal
La directora de Enfermería no es ajena a las críticas que ha recibido la gestión del Hospital Enfermera Isabel Zendal en las últimas semanas. Se ha dicho que falta medicación y material, que el nivel de enfermería es muy bajo y que el traslado forzoso y bajo presión de los profesionales afectados no solo crea malestar, sino que supone una vulneración de sus derechos y de los de los usuarios de los hospitales que ven cómo se reducen sus plantillas actuales.
“No estoy de acuerdo con lo que se comenta, y la respuesta a ello es sencilla. Invito a venir a quién tenga dudas de las carencias que se critican a comprobar que no se vulnera ningún derecho de ninguna persona que es atendida en este hospital. Con respecto al nivel de las enfermeras, solo tengo que decir son enfermeras. Poner en duda el nivel de las mismas me parece una ofenda a un titulado universitario, que trabaja de la misma forma en cualquier nivel asistencial de nuestra comunidad y del resto de España”.
De hecho, los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial de Sanidad (Satse, CCOO, Amyts, CSIT y UGT) han denunciado que la adscripción temporal de personal al hospital de pandemias de Ayuso se está realizando «de forma forzosa, bajo presión y habiendo puesto en marcha penalizaciones unilateralmente impuestas por la Administración«, y ha pedido la dotación de plantilla propia para este hospital.
“Somos conscientes de que, de las 500 enfermeras que actualmente están trabajando en el Zendal, unas cien de ellas son voluntarias y el resto son contratos covid; y que la reacción normal cuando te obligan a ir a un sitio al que no quieres ir es el enfado. Pero una vez aquí refieren integrarse sin dificultad, estar contentos y sentirse bien formando parte de este nuevo proyecto. Es cierto que las bolsas están vacías, pero soy partidaria de que se hagan esfuerzos para incentivar a los profesionales, con accesos a los turnos que solicitan o proporcionándoles mejores condiciones en los doblajes”.
De momento, la Comunidad de Madrid parece que ha escuchado sus plegarias y, para incentivar los desplazamientos de los profesionales al Zendal, adoptará una medida excepcional que premie, con una puntuación adicional a la fijada en las bolsas de empleo temporal, los servicios que presten en 2021 en este centro.
Problemas de cobertura
Real reconoce que en estos momentos tienen problemas de cobertura debido a la falta de personal en el sistema, como el resto de hospitales. «En nuestro caso, además, no podemos contratar directamente. Si una enfermera se pone mala, por ejemplo, tenemos que pedir a su hospital de origen que la reponga, y ello suele tardar varios días, circunstancia que salvas con el apoyo de otros profesionales”.
De cualquier manera, la ratio enfermera/paciente en el Zendal es igual a la del resto de hospitales del SNS: 1 enfermera por 10 o 12 pacientes en hospitalización. “Si la pandemia se alarga lo suyo es tener una plantilla propia, y que la gestión del personal no dependa de la dirección de otros hospitales. Se irán incorporando enfermeras a medida que ingresen más pacientes, aunque de momento tenemos alrededor de 500 pacientes en hospitalización, 51 en UCRI y 24 en UCI”.
A pesar de las críticas de los sindicatos de la Mesa Sectorial, Real ve en este hospital de pandemias una doble utilidad: “Da apoyo a la Comunidad de Madrid para que no se sobrecarguen las urgencias hospitalarias y, más adelante, servirá para que los hospitales puedan recuperar su actividad normal”.
Similitudes con Ifema
La estructura que tiene, además, ha demostrado que es muy beneficiosa para el tratamiento de los enfermos con la covid-19, cuyo empeoramiento se sucede en corto espacio de tiempo. «Las enfermeras puedan tener a todos los pacientes a la vista, como estamos acostumbrados en las unidades de cuidados intensivos, y ante la más mínima necesidad pueden poner solución”, explica.
Real explica que se ha trasladado al Zendal la estructura y la manera de trabajar del Hospital Covid-19 Ifema, aunque en este último las zonas eran mucho más grandes por las dimensiones de los pabellones. “Eran tan grandes que la utilización de los patinetes y sillas con motor se hicieron clave, pero la forma de organizar las unidades, el trabajo de equipo, el material y la forma de gestionar la farmacia también son una réplica de Ifema”, señala.
La estructura abierta de ambos hospitales ha demostrado su utilidad para combatir la covid. “En el Zendal, además, tenemos una zona de aun mayor visibilidad en cada control para colocar a los enfermos más vulnerables cerca de las unidades de control de enfermería. La estructura, además, permite que el paciente puede pasear, actividad física que mejora su capacidad pulmonar, así comojuntarse con otros pacientes vecinos, jugar a juegos de mesa o acudir a las zonas habilitadas con libros y pasatiempos. Todo ello mejora su estancia en estos momentos de soledad sin la presencia de familiares que les puedan visitar y acompañar”.
Ante la falta de intimidad de esta estructura abierta, que ha sido duramente criticada en las últimas semanas, Real explica que ya se están instalando mamparas entre las camas. «Las solicitamos desde el inicio y estaban pendientes de llegar para que los pacientes tengan mayor privacidad, circunstancia que ahora se salva sin ninguna incidencia con biombos como en muchos otros lugares de atención habitual de los hospitales».
Fuente : https://www.diariomedico.com