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Claves para iniciar la implantación de la norma ISO 45001

Santiago Feliu No Comments

La nueva norma ISO 45001, de carácter internacional, se propone ayudar a las organizaciones a reducir la carga económica asociada a la accidentalidad laboral, mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores, y crear condiciones laborales mejores y más seguras en todo el mundo.

¿Todavía te estás planteando si debes o no implantar la ISO 45001 en tu empresa? No te pierdas este post en el que voy a compartir una serie de consejos que te ayudarán a perder el miedo a dar tus primeros pasos hacia esta nueva norma internacional, con independencia del sector de actividad al que se dedique la compañía.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, aunque las prisas nunca son buenas consejeras, tampoco debemos dormirnos en los laureles. Todas aquellas empresas certificadas en OHSAS 18001 deben tener presente que dicha norma expirará en 2021.

Dicho esto, a continuación enumeramos una serie de factores a tener en cuenta en el proceso de adopción de la nueva norma:

1. Recaba y asimila toda la información posible

Huye de las traducciones ‘caseras’ y asegúrate de contar con la traducción oficial de la norma. Es importante que nos pases por alto la lectura del apartado de «terminología», algo más extenso que el de la OHSAS, pero que te va a permitir obtener una mayor amplitud de conocimiento.

No tires la toalla a la primera de cambio cuando leas definiciones a las que no estés acostumbrado como ‘riesgo: efecto de la incertidumbre’. Debes apoyarte en el Anexo A y en las notas adjuntas para interpretarlo.

Habrá frases que te llamarán poderosamente la atención ya que en nuestro ordenamiento jurídico se aplican desde hace años. Sin embargo, al tratarse de una norma internacional, se hace referencia a las casuísticas de otros países, así por ejemplo podemos leer: «En muchos países, los requisitos legales y otros requisitos incluyen el requisito de que los equipos de protección personal (EPP) se proporcionen sin costo para los trabajadores»

Si más allá de lo dispuesto en la propia norma, necesitas ampliar información sobre la misma, puedes acudir a las entidades certificadoras nacionales e internacionales, las cuales ya están publicando guías para su aplicación.

Tampoco debes perder de vista algunas Directrices ISO que te van a permitir desarrollar alguno de los capítulos de tu sistema y que te encontrarás referenciadas en la norma, como la 19011, para auditorías; la 37500, para contratación externa; o la 31000, de gestión del riesgo.

2. Delega el diagnóstico inicial en un tercero

Es importante hacer un buen diagnóstico inicial de dónde está la compañía y hasta dónde se quiere llegar, teniendo siempre en cuenta la relevancia de la Seguridad y Salud para todos los trabajadores.

Independientemente de si en tu empresa se trabaja prescribiendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, o de si ya tenéis implantado un sistema OHSAS, es aconsejable que deleguéis en alguien imparcial, experto en ISO, ese análisis preliminar.

El diagnóstico deberá reflejar las carencias y soluciones necesarias para madurar y mejorar el sistema, además de un conjunto de acciones que permitan subsanar las deficiencias detectadas. Por eso, es importante que no trates de hacer tu mismo de juez y parte.

3. Organiza la documentación

El proceso de adopción de una nueva norma siempre será más sencillo si se parte de una buena organización de la documentación previa ya existente.

Por tanto, no está demás ir avanzando con la realización de una tabla de correspondencia donde se vincule toda la documentación de la que se dispone en la actualidad, alineándola con todos los requisitos de la ISO. De esta forma, se detectará rápidamente los huecos sin cubrir y que tendrás que «elaborar, implantar, mantener y mejorar continuamente» como dice la ISO 45001:2018.

Si tu empresa ya está certificada en ISO 9001:2015 y/o ISO 14001:2015, tienes algo de trabajo ya adelantado y es que hay aspectos como el Contexto de la Organización, Partes Interesadas, Riesgos y Oportunidades, Liderazgo, Gestión del Cambio, etc. sobre los que ya se habrá trabajado con anterioridad en calidad y/o medio ambiente y que podrás adaptar y personalizar al SGSST.

4. Planifica el calendario de acciones

Elabora un cronograma de actuación en el cual te marques las metas que te permitan ir estructurando y proponiendo fechas de finalización de requisitos de tu sistema por orden de prioridad. Esto se denomina Plan de Implementación, según la IAF.

5. Procesos e Información Documentada

Por último sólo queda determinar aquellos requisitos de la norma que requieren Procesos e Información Documentada. Ya no vamos a hablar de procedimientos.

Pero no pienses que vas a tener que partir de cero y que la documentación que manejabas anteriormente ya no sirve, solamente que tendrás que adaptarla y, en muchos casos, incluso simplificarla.

Si quieres acreditar a tu empresa en la norma ISO, es una cuestión de dedicarle tiempo para hacerlo bien. Y recuerda la famosa frase de Antonio Machado: «caminante no hay camino, se hace camino al andar»

fuente :
La noticia en Quirónprevención


Migración de OHSAS 18001 a ISO 45001: una guía práctica

Santiago Feliu No Comments

Editada por AENOR, será útil a quienes decidan migrar de uno a otro estándar

OHSAS 18001 nació en 1998 como respuesta a las dificultades encontradas para redactar unanorma de gestión de la salud y la seguridad laboral en el marco de ISO.

Redactada por un grupo de organismos certificadores de 15 países de Europa, Asia y América, su objetivo fue crear la primera norma para la certificación de un sistema de seguridad y salud ocupacional que tuviera un alcance global.

Desde su publicación, OHSAS 18001 siempre ha tenido una gran aceptación a nivel mundial siendo implantada por empresas de diversos tamaños y sectores. En el año 2007 fue revisada, dando lugar a OHSAS 18001:2007 “Sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo” (OHSAS Project Group, con la participación de AENOR).

Superadas con el paso del tiempo las dificultades aludidas, la reciente publicación de la Norma ISO 45001 supone un avance en la gestión de la SST, al que sin duda muchas empresas querrán sumarse, lo que exigirá que migren del viejo estandar OHSAS al nuevo.

Para facilitar esa transición AENOR ha editado la breve guía que adjuntamos que, sin duda, será útil a quienes decidan embarcarse en esta travesía.

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Guía migración


Guía Procedimental para la Investigación de los Accidentes de Trabajo

Santiago Feliu No Comments

Así investiga la Inspección de Trabajo

Puesto que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9.1 d) de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), es competencia de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, informar a la autoridad laboral sobre los accidentes de trabajo mortales, muy graves o graves, y sobre aquellos otros en que, por sus características o por los sujetos afectados, se considere necesario dicho informe.

Por ello resulta del máximo interés para los administrados conocer los criterios con los que dicha investigación va a ser llevada a cabo por la Inspección, pues no en vano los resultados de dicha investigación puede servir que sirva de base no solo para la exigencia de la responsabilidades que establece la Ley 31/95, sino también, eventualmente en el ámbito penal, pues con frecuencia el informe o el acta de infracción extendida por la Inspección de Trabajo y S.S., constituye el elemento básico de prueba en los procedimientos judiciales que se incoan a raíz de tales hechos.

De aquí el interés de conocer el procedimiento establecido por la Inspección para la investigación de accidentes, que se describe en esta Guía cuyo texto completo adjuntamos.

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Guía de la Inspección de Trabajo


Enfermería se considera excluida de las funciones directivas en Madrid

Santiago Feliu No Comments

El órgano colegial critica la la ley de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros Sanitarios

El Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem) ha emitido un comunicado en el que rechaza la redacción de la ley de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros y Organizaciones Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud. A su juicio, esta norma «excluye a las enfermeras y enfermeros madrileños de la actividad gestora».

El Codem ha escrito una carta a los cuatro partidos con representación en la Asamblea de Madrid para exigirles que soliciten en la Cámara madrileñauna rectificación de la redacción y pedirles además que «expliquen los 


La organización colegial estudia interponer un recurso de inconstitucionalidad por invasión de competencias. 

motivos por los que su grupo parlamentario ha permitido esa exclusión de la Enfermería de la función directiva de los centros sanitarios».

El Colegio también se ha dirigido por carta al Defensor del Pueblo, al que le solicita que «estudie la posibilidad de interponer recurso de inconstitucionalidad al invadir la citada Ley [autonómica] las competencias que asigna al Estado la Constitución en sus artículos 36 y 149.1.1ª y 16ª, con relación a la regulación del ejercicio de las profesiones tituladas y las bases de la sanidad».

Según la organización colegial, «la nueva normativa autonómica aprobada no respeta la legislación estatal vigente» y cita la vulneración de la Ley 44/2003 de 21 de noviembre de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Esta norma faculta a los profesionales sanitarios titulados a desarrollar funciones  en «los ámbitos asistencial, investigador, docente, de gestión clínica, de prevención, de información y educación sanitarias».

El Codem dice hallarse «sorprendido» porque se desligue de la actividad asistencial los cuidados de Enfermería cuando estos «representan más del 70 por ciento de dicha actividad asistencial y supone una contradicción de lo dispuesto en la Ley 44/2003 de 21 de noviembre de Ordenación de las Profesiones Sanitarias».

Agresiones a médicos y enfermeros en 2019: una paliza o vejación cada 48h

Santiago Feliu No Comments

Redacción Médica hizo una recopilación de los principales ataques perpetrados contra profesionales sanitarios en 2019

En lo que va de año se han registrado un total de 13 agresiones contra profesionales sanitarios. O al menos ese es el número de agresiones que han saltado a los medios de comunicación durante este mes, llamando especialmente la atención por su gravedad una supuesta agresión sexual cometida por dos hombres contra una trabajadora del Hospital Comarcal de la Marina Baixa (Alicante).

Y es que según estas cuentas, en España hay una agresión cada dos días.  De las registradas, ocho han sido contra médicos, tres contra profesionales de Enfermería, y dos contra trabajadores del hospital.


De las agresiones regristradas, 8 han sido contra médicos, 3 contra enfermeros, y 2 contra trabajadores del hospital

En la cronología de violencia generada contra sanitarios, el año comenzó con la mencionada agresión sexual, a la que le siguió dos días después una doble agresión protagonizada por un paciente recién operado en el Hospital de Manacor,  que no dudó en lanzar varios puñetazos a sus cirujanos y a la anestesista, sin motivo aparente.

Otra de las agresiones que más repercusión ha tenido dada su brutalidad fue la que recibió un joven enfermero en el metro de Barcelona cuando acudía a su puesto de trabajo. El joven fue increpado por cuatro individuos durante el trayecto y tras intentar ignorarlos y cambiarse de asiento, continuaron acosándolo con insultos. Finalmente, cuando el enfermero se dispuso a bajar en su parada,le amenazaron, profirieron contra él insultos homófobos, le derribaron y le patearon la cara.

En el servicio de Urgencias del Hospital de Jerez, una enfermera fue agredida por un joven al que iba a sacarle sangre. El agresor, sin motivo alguno, la atacó, tirándola del pelo y lanzándola contra el suelo, lo que le provocó varias contusiones.

Pocos días después, en el Hospital Clínico de Málaga, otra enfermera sufrió una lesión en el brazo por culpa de la agresión protagonizada por un paciente. Este logró liberarse parcialmente de las sujeciones mecánicas que le inmovilizaban a la cama para agredir a la profesional, agarrándola del brazo y retorciéndoselo.Este hecho dejó de baja a la enfermera.

Médicos perseguidos

El caso más llamativo por su dimensión sucedió en la localidad de Encinas de Abajo (Salmanca). Allí el facultativo fue atacado mientras atendía a un familiar de los agresores, los cuales llegaron incluso a perseguirlo con sus coches. Afortunadamente, el rápido despliegue policial de Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local consiguieron detenerles a tiempo.

En esta estadística, donde se registraría una agresión cada dos días, hay una médico que tuvo la mala fortuna de padecer dos agresiones en la misma semana. Los incidentes se produjeron en Motril, el martes y el viernes del pasado 18 de enero, cuando la madre de un paciente amenazó a la doctora y a la familia de la misma en reiteradas ocasiones. La facultativa tuvo que darse de baja y está «muy afectada» por lo ocurrido, según denunció en su momento el Sindicato Médico.

Impaciencia en la sala de espera

Otro caso llamativo durante este mes de enero fue la agresión que cometió un paciente contra un médico, después de estar solo siete minutos de espera antes de ser atendido. Tras la agresión el individuo huyó para evitar ser identificado. Afortunadamente, la Guardia Civil y la Policía Local de Illora (Granada) lograron detener al agresor, que fue puesto a disposición judicial.


La mayoría de las agresiones que se comenten contra sanitarios terminan en los juzgados

El último ataque cometido contra un profesional sanitario sucedió el pasado viernes en el Hospital de Son Espases (Mallorca). Allí una médica, especialista en Anestesiología, sufrió el ataque, los insultos y las amenazas de un paciente que tenía programada una intervención. El celador, además de los insultos protagonizados por el paciente, recibió varios golpes en la cara que le ocasionaron una herida sangrante al clavarse sus gafas.

Condenas

Por suerte, la mayoría de las agresiones que se comenten contra sanitarios terminan en los juzgados. En el primer mes del año ya se han conocido condenas, aunque muchas de ellas parecen insuficientes. Es el caso de un hombre que propició un puñetazo a una doctora de Linares, al que ahora el Juzgado de lo penal nº2 de Jaén ha condenado a cinco meses de prisión y una multa de 539,84 euros.

En esta misma línea, el Juzgado de lo Penal número 2 de Palma condenó la pasada semana a un joven a seis meses de prisión por un delito de atentado tras intentar agredir y amenazar con «romperle los dientes» a un médico del hospital de Son Llàtzer en su propio despacho en abril de 2018.

El procesado reconoció los hechos ante la sala y se conformó con la pena. Inicialmente, el Ministerio Público solicitaba diez meses de cárcel para el hombre, pero redujo su petición hasta fijarla en medio año.

Observatorio contra las agresiones

No será hasta el próximo 15 de marzo, Día Nacional contra las Agresiones a Sanitarios, cuando se conozcan datos actualizados del Observatorio Nacional de Agresiones elaborado por la Organización Médica Colegial (OMC) referidos a 2018. En 2017, ya se registraron 515 agresiones a médicos en 365 días, 20 más que en 2016.

Las altas cifras de agresiones contra personal sanitario ha obligado al Ministerio de Sanidad a tomar cartas en el asunto. Es por eso que desde Sanidad conjuntamente con el Ministerio del Interior habilitarán la aplicación para móvil Alertcops, para que médicos y enfermeros pueden comunicar una agresión determinado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 

En estos momentos, y según ha podido saber este medio por fuentes del Ministerio del Interior, sigue en proceso de implantación por el cual establecer un proceso de comprobación del usuario y asegurarse de que la persona que se registra pertenece al colectivo sanitario. Esta comprobación dependerá directamente del Registro Estatal de Profesionales Sanitarios, anunciado por el Ministerio de Sanidad. 

Según lo anunciado, esta app permitirá a los profesionales sanitarios contar con un “botón antipánico” en el propio teléfono móvil, que lanzará una alerta con geoposición al centro policial más cercano y que, adicionalmente, grabará 10 segundos de audio que se enviará a la Policíajunto a la denuncia. 

UN ENFOQUE PROMETEDOR PARA MEJORAR LA DURACIÓN Y LA EFECTIVIDAD DE LA VACUNACIÓN CONTRA LA GRIPE

Santiago Feliu No Comments

El estudio, que se publica en el ‘Journal of Experimental Medicine’, revela que los anticuerpos que reconocen la proteína de superficie viral hemaglutinina también pueden inhibir la neuraminidasa viral.

(Europa Press) Científicos de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, descubrieron que los anticuerpos que pueden formar la base de una vacuna contra la gripe universal inhiben una segunda proteína viral además de aquella a la que se unen. El estudio, que se publica en el ‘Journal of Experimental Medicine’, revela que los anticuerpos que reconocen la proteína de superficie viral hemaglutinina también pueden inhibir la neuraminidasa viral, y que esto eleva la neutralización de los anticuerpos del virus y la activación de células inmunitarias innatas con actividad anti-viral.

La hemaglutinina y la neuraminidasa son proteínas yin-yang presentes en la superficie del virus de la influenza. La primera media la unión del virión y la fusión con las membranas de la célula huésped, mientras que la segunda es una enzima que libera viriones de la progenie incipiente de la superficie celular que permanecen unidas a través de la unión de la hemaglutinina.

La hemaglutinina consiste en un dominio de cabeza que contiene el sitio de unión del receptor que se une a las membranas de la célula huésped y un dominio del tallo que conecta la cabeza con la membrana del virión. Las vacunas contra la gripe actuales inducen anticuerpos que reconocen la cabeza de hemaglutinina e inhiben su capacidad para mediar la entrada viral.

Pero la cabeza de hemaglutinina sufre una rápida mutación para escapar de los anticuerpos existentes, lo que genera cepas del virus de la influenza resistentes a la vacuna cada año, llevando a la necesidad de crear una vacuna compatible cada año. El dominio del tallo de la hemaglutinina, por el contrario, es mucho más resistente a las mutaciones, proporcionando un objetivo para las vacunas universales contra la gripe, como lo han demostrado docenas de estudios en modelos animales.

“Los anticuerpos específicos de los tallos de hemaglutinina son quizás el enfoque más prometedor para mejorar la duración y la efectividad de la vacunación contra la gripe”, escriben los autores del estudio, dirigido por Jonathan W. Yewdell, investigador principal del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud. “Por lo tanto, es fundamental comprender mejor cómo los anticuerpos anti vástago brindan protección contra el virus”, añade.

Los anticuerpos que se unen al tallo pueden bloquear la entrada de virus en las células huésped al inhibir la actividad de fusión de las células hemaglutininas, pero como informa el laboratorio de Yewdell, también inhiben la liberación de viriones recién replicados al bloquear las moléculas de neuraminidasa en las proximidades de la hemaglutinina en el virión.

Los experimentos en ratones confirmaron que la capacidad de los anticuerpos antitallo para inhibir la neuraminidasa permitía a los animales sobrevivir mejor a una infección grave de influenza. Yewdell y sus colegas piensan que este efecto puede deberse en gran medida al papel que desempeña normalmente la neuraminidasa en la prevención de la activación de células inmunes innatas con actividad antiviral.

En apoyo de esta idea, los científicos encontraron que el inhibidor de la neuraminidasa aprobado por la FDA (la agencia estadounidense del medicamento), el oseltamivir (‘Tamiflu’), aumentó la capacidad de los anticuerpos anti-tallo para activar las células inmunitarias expuestas al virus de la gripe.

“La capacidad de los inhibidores de la neuraminidasa para mejorar la activación de las células inmunitarias [por los anticuerpos anti-tallo] unidos a virus o células infectadas sugiere la posible sinergia clínica entre los inhibidores de la neuraminidasa y [los anticuerpos anti-tallo] en los humanos”, escriben los autores. Además, esta nueva comprensión de cómo los anticuerpos anti-vástago ejercen sus efectos protectores debería ayudar a diseñar vacunas universales contra la gripe dirigidas al dominio del vástago de hemaglutinina.


CIUDAD: CONTINÚA LA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN EN COLONIAS DE VERANO 2019

Santiago Feliu No Comments

Se aplican las vacunas correspondientes para niños y niñas de 5, 6 y 11 años. Próximas fechas.

La Dirección General de Planificación Operativa del Ministerio de Salud en conjunto con la Subsecretaria de Deportes de la Vicejefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está llevando a cabo la “Campaña de vacunación en colonias de verano”.

Se aplicarán las vacunas correspondientes a niños y niñas de 5, 6 y 11 años, de lunes a viernes de 14 a 16 horas en diferentes colonias.

Comenzó el miércoles 9/1 y culmina el 30/1

Próximas fechas:

Polideportivo Santojanni
25 de enero
Patrón 6222

Parque Sarmiento
28 y 29 de enero
Av. R. Balbín 4750

Fátima
30 de enero
Ana María Janer 3351

Información de vacunas que se aplicarán:

La vacunación es una de las medidas más eficaces para la prevención de las enfermedades. En Argentina contamos con un completo y extenso calendario.

Es muy importante estar al día con todas las vacunas para la protección individual y colectiva.

El carnet es un documento fundamental que debe conservarse.

Niños de 5-6 años

1) Poliomielitis oral (Sabin)

En el Calendario Nacional de Vacunación está indicada: a los 6 meses de edad, y refuerzos a los 15-18 meses y a los 5-6 años de edad. Se administra por vía oral. Es una vacuna muy segura y raramente produce efectos adversos.

2) Triple Viral – 2º dosis (sarampión, rubéola, paperas)

En el Calendario Nacional está indicada al año de vida y un refuerzo a los 5- 6 años. Es una vacuna segura y muy efectiva. Pueden aparecer entre 1 a 2 semanas después a la vacunación, en un bajo porcentaje de vacunados: fiebre, catarros de vías aéreas, y erupciones cutáneas de corta duración.

3) Triple Bacteriana Celular – 2º refuerzo DTP (difteria, tétanos, tos convulsa)

Se Indica como refuerzo a los 5-6 años, una sola dosis. Puede provocar dolor e hinchazón local dentro de las 48 horas de aplicada.

Niños de 11 años

¿Hace falta vacunar a los niños a los 11 años?

Si, para reforzar la inmunidad contra esas enfermedades. Con los años, las defensas desarrolladas luego de las primeras dosis disminuyen. La protección obtenida puede perderse y el niño está expuesto a enfermar y también contagiar a sus compañeros.

1) Triple bacteriana acelular DTP (difteria, tétanos, tos convulsa)

Es una vacuna de refuerzo. Puede producir dolor e hinchazón en el sitio de aplicación.

2) VPH (vírus de papiloma humano)

Para las chicas nacidas a partir del 2000 para los chicos nacidos a partir del 2006. Es una vacuna muy segura y eficaz para la protección del cáncer de útero y para la prevención de verrugas y otros tipos de cáncer. Se administra con un esquema de 2 dosis, con un intervalo de 6 meses entre ambas dosis. Sin la segunda dosis no hay protección, por eso es importante completar el esquema. En niñas mayores de 14 años son 3 dosis 0-2-6 meses. Puede producir dolor e hinchazón en el sitio de aplicación.

¿Qué pasa si un niño tiene atraso en las vacunas?

No importa la edad actual, solo hay que concurrir para ponerse al día con las dosis faltantes.


¿Es el feedback negativo un deporte de riesgo?

Santiago Feliu No Comments

A veces dar un feedback negativo puede alterar la estabilidad de un proyecto, la confianza de una persona, o, por contagio, el estado de ánimo de un equipo. Es por ello que nos lo pensamos dos veces a la hora de darlo. Además, seamos sinceros, es un mal trago que preferimos ahorrarnos.

Frente al feedback negativo suelen surgir dos saboteadores internos: el relativizador y el procrastinador. Intentaré no sacar este último en este post, y hablaremos de ellos a continuación.

feedback negativo

El relativizador trata de quitarle importancia a los hechos que sabe que debe comentar y deja pasar la ocasión. “No es para tanto”, “seguro que se da cuenta y cambia solo”, “si no lo vuelve a repetir no hay problema”, son algunos de los convincentes argumentos de este saboteador. Hacerle caso no suele ser efectivo, pocos conflictos se resuelven mirando hacia otro lado. Pocos es un eufemismo. La cifra exacta es ninguno.

El procrastinador no es mucho mejor. Hace tiempo escribía que el feedback hay que darlo rápido porque, como en la leyenda sobre el zumo de naranja, si no se hace así se le van las vitaminas . Cuando el peso de las sugerencias se basa en hechos lejanos en el tiempo, pierde efectividad, porque cada uno inconscientemente va adaptando sus recuerdos a conveniencia, es nuestro instinto de supervivencia.

Seamos claros, el feedback negativo hay que darlo. Si pasa por nuestra mente es porque de alguna manera es necesario.

¿Y si por solucionar un problema me creo otro mayor? La eterna duda. Aquí seré claro, incluso demasiado coloquial. La mierda que hay bajo a las alfombras siempre acaba por salir al exterior, así que cuanto antes aparezca, antes se podrá limpiar. Utilizando una frase mucho más sutil y elegante que aprendí la pasada semana en este post: Lo que no se resuelve, vuelve.

Teniendo claro que no podemos obviarlo, ¿cómo podemos hacer que este proceso sea más fácil, que no sea un mal trago? ¿Cómo hacer que el feedback negativo no sea un deporte de alto riesgo?

La respuesta es sencilla, pero necesita esfuerzo y constancia: teniendo una potente cultura de feedback en nuestra compañía.

Si el feedback no es algo que ocurre sólo de manera extraordinaria cuando es inevitable, si es algo que forma parte de nuestro día a día, estaremos más acostumbrados a lidiar con él, incluso a utilizarlo de manera natural para nuestro auto desarrollo.

No es casual que las metodologías ágiles que están tan en boga incorporen el feedback como un elemento indispensable en sus procesos. Reunirse semanalmente puede sonar a pérdida de tiempo cuando no hay mucho que comentar, pero estas reuniones no necesitan ser alargadas innecesariamente, y por el mero hecho de reunirnos estamos fomentando un hábito.Este hábito supondrá que cuando llegué la hora de dar un feedback negativo (o positivo) relevante no haya necesidad de obviarlo, ni de postergarlo… saldrá con naturalidad, porque tendrá su espacio natural donde ser dado y, mejor aún, recibido. El tiempo invertido en adquirir ese hábito cobrará todo el sentido.

Por supuesto la forma siempre hay que cuidarla (eso puede dar para otro post), pero el problema de encontrar el momento y el lugar adecuado, ya lo tendremos solucionado de antemano. Esto no nos garantiza que ese feedback negativo no vaya a tener impacto en la persona, el equipo o el proyecto, pero si nos asegura que es dado con naturalidad, que no es forzado ni extraordinario, y eso es un buen primer paso para empezar a construir, que es lo que se pretende. Porque el feedback, más allá de la etiqueta “negativo” que estamos utilizando en este post, debe ser siempre constructivo… o no es feedback.

La cultura de mejora continua que todos deseamos para nuestras empresas necesita de dialogo, intercambio de pareceres, consejos, y, por supuesto, aprendizajes. Y eso no se consigue si no se siembra el hábito del feedback.

 

feedback by ProSymbols from the Noun Project

Los Registros de Enfermerí­a: Consideraciones ético-legales (Benavent Garcés y Leal Cercós)

Santiago Feliu No Comments

Profesora Titular de la E.U.E. Departament d”™Infermeria Universitat de Valí¨ncia. Responsable de las materias Legislación y í‰tica Profesional y Fundamentos de Enfermerí­a

Leal Cercós, Mª. Isabel.
Profesora Titular de la E.U.E. Departament d”™Infermeria Universitat de Valí¨ncia.
Responsable de las materias Legislación y í‰tica Profesional y Enfermerí­a Psiquiátrica.

  • Introducción
  • Análisis ético-legal de los registros desde el respeto a la dignidad humana y el derecho a la intimidad.
    • 1 Sobre el secreto profesional
    • 2. Sobre la Confidencialidad
  • Análisis ético-legal de los registros desde la consideración del principio de contribuir al desarrollo de la enfermerí­a y aceptación de la responsabilidad sobre nuestras actuaciones.
    • 1. Sobre la contribución al desarrollo disciplinar y profesional
    • 2. Sobre la aceptación de la responsabilidad sobre nuestras actuaciones
  • Conclusiones

Introducción

Abordar los aspectos ético-legales de los registros de enfermerí­a, desde la consideración de su importancia para el desarrollo profesional enfermero y como instrumentos para una atención sanitaria de calidad, supone tener en cuenta una serie de derechos y obligaciones que emanan de la legislación vigente (Constitución Española; Ley General de Sanidad y que afectan tanto, a los usuarios del sistema sanitario, como a los profesionales que trabajan en él. Además es necesario atender a los principios éticos básicos del ejercicio profesional enfermero y todo ello porque la relación que se establece entre enfermera/usuario, a nivel individual o integrado en el equipo de salud, es una relación terapéutica que exige de la enfermera profesional un comportamiento que puede etiquetarse como comportamiento práctico moral. La enfermera profesional, en su acción de cuidar, toma una serie de decisiones que repercuten positiva o negativamente sobre los usuarios de los servicios de salud.

La confidencialidad; el derecho a la intimidad; el secreto profesional entran en juego cuando se trata de valorar los registros desde una perspectiva ética y/o legal. Paralelamente deberemos considerar tres valores fundamentales en el ejercicio profesional enfermero: el respeto a la dignidad humana sin prejuicios; la defensa de la intimidad; y la aceptación de la responsabilidad propia sobre las actuaciones.

Si de lo que se trata es de reflexionar sobre la vertiente ética de los registros enfermeros, es necesario hacerlo partiendo del marco que dibujan estos valores morales y los principios éticos que los desarrollan, por tanto centraremos nuestra aportación en base a los tres principios éticos del ejercicio profesional que son:

  1. La responsabilidad moral que tenemos las enfermeras de proteger a los pacientes de prácticas ilegales, incompetentes o deshonestas,
  2. La responsabilidad sobre nuestra competencia
  3. La responsabilidad moral de contribuir al desarrollo y enriquecimiento del cuerpo de conocimientos especí­fico de la enfermerí­a.

Desde el marco que acabamos de dibujar los registros contienen, al menos, dos puntos para la reflexión ética, por un lado la información que contienen los registros que pone en marcha el derecho a la intimidad y con ello la confidencialidad y el secreto profesional que deberemos analizar a la luz del principio de respeto a la dignidad humana y defensa de la intimidad; y por otro la consideración del registro como una fuente para la investigación y por tanto necesaria para satisfacer el principio de contribuir al desarrollo de la enfermerí­a.

Análisis ético-legal de los registros desde el respeto a la dignidad humana y el derecho a la intimidad.

Dos son los aspectos a tratar: el secreto profesional y la confidencialidad. El secreto se refiere más a la exigencia ética del profesional de la salud, mientras que la confidencialidad subraya más el aspecto de la intimidad del enfermo, conocida a través de la actividad sanitaria.

A continuación trataremos algunos aspectos referidos a cada uno de ellos.

1 Sobre el secreto profesional

El profesor Diego Gracia define el secreto como: “aquello que jamás debe de trascender”.

En el texto de la profesora Pilar Arroyo encontramos definido el secreto profesional como: “el compromiso, la promesa o el pacto tácito de no divulgar lo conocido durante el desempeño de una profesión”. Elementos del secreto enfermero se consideran: la propia naturaleza de la enfermedad (mental, venérea, etc.) y las circunstancias que concurran en la enfermedad, que si se conociesen, podrí­an perjudicar al enfermo.

Es evidente que los secretos se guardan mucho mejor, cuando se accede a ellos desde un nivel de intimidad y de relación personal, que si los datos, que deben de ser custodiados en secreto, forman parte de una historia clí­nica, accesible a un número importante de personas y ponderados dentro de las deliberaciones de un equipo de trabajo. El tema está además especialmente dificultado por la incorporación del recurso informático en la praxis sanitaria.

Sin embargo, no puede perderse de vista que detrás de los datos frí­os, que son objeto de consulta, que se guardan en los archivos informáticos, hay aspectos que se refieren a la más profunda intimidad de la persona entendida por el profesor Javier Gafo como “el conjunto de contenidos que definen el núcleo del ser humano” y que han sido comunicados en el marco de una relación profesional. Es importante subrayar que el profesional de la salud, aunque sea por el deseo del usuario de “ponerse bien”, es depositario de secretos muy í­ntimos y muy guardados del ser humano que exige una respuesta de atención y respeto hacia sí­ mismo, y que obligan al secreto.

Por tanto el registro de esta información y su utilización ponen en peligro ese respeto a la dignidad humana que nos obliga a guardar el secreto profesional, ya que puede atentar contra el derecho a la intimidad. Y todo ello porque el registro permite la divulgación de ciertos datos, algunos de los cuales pueden afectar seriamente la vida de las personas, y la de sus familiares, dificultándoles seriamente la conservación y salvaguarda de su propia intimidad.

Es importante destacar la gran relevancia que, desde hace algunos años, ha ido adquiriendo la salud pública y que, sin duda, origina conflictos sobre el carácter absoluto de los secretos que los profesionales de la salud conocen en el ejercicio de su actividad o profesión. Las “enfermedades de declaración obligatoria” son el exponente más caracterí­stico de los dilemas que pueden surgir en torno al secreto profesional ya que entran o pueden entrar en conflicto con los intereses sociales defendidos desde la salud pública.

No podemos dejar de lado una pregunta obligada: ¿no se viola la intimidad, el secreto, la privacidad e incluso confidencialidad, con la exposición del cuerpo o los sentimientos desnudos de las personas ante un equipo de profesionales?.

En este sentido desde la bioética actual y como consecuencia del paradigma autonómico predominante, el beneficio individual no puede quedar subordinado al beneficio colectivo3. Esto provoca un dilema que puede enfrentar a la ética con la legislación. Reconociendo que la enfermera puede verse inmersa en el dilema el Código Deontológico de la Enfermerí­a Española, elaborado por el Consejo General de Enfermerí­a, en su primera edición recoge en el artº. 21 lo siguiente: “Cuando la enfermera/o se vea obligada a romper el secreto profesional por motivos legales, no debe olvidar que moralmente su primera preocupación, ha de ser la seguridad del paciente y procurará reducir al mí­nimo indispensable la cantidad de información revelada y el número de personas que participen en le secreto”.

A continuación en el artí­culo siguiente se recoge la objeción de conciencia lo cual deja abierta la posibilidad de otras respuestas frente al secreto.

A modo de conclusión diremos que el secreto, considerado como una obligación de los profesionales sanitarios, debe permitir salvaguardar la intimidad de las personas, pero encontramos dificultades para ello que nos sitúan frente a dilemas éticos, en los que entran en juego el beneficio individual y el beneficio colectivo; el interés por conseguir el máximo de calidad en la atención prestada y la necesidad de compartir información con los miembros del equipo. En cualquier caso y para hacer frente a estas situaciones de dilema, el profesional de enfermerí­a no debe olvidar que su primera y, quizás deberí­amos decir, única preocupación es la persona a la que cuida.

2. Sobre la Confidencialidad

La confidencialidad en el ámbito sanitario está comprendido en el artº.10. de la Ley General de Sanidad de 1986, conforme al cual los usuarios de la sanidad pública, tienen derecho al respeto a su personalidad, dignidad humana e intimidad y a la confidencialidad de toda la información relacionada con su proceso. El artº.61. garantiza también el derecho del enfermo a su intimidad personal y el deber de guardar el secreto profesional “por quien en virtud de sus competencias tenga acceso a la historia del paciente”. Salvaguardando la intimidad personal que queda sustraí­da a intromisiones extrañas, evitando la intromisión y/o divulgación de la intimidad de la persona en datos concretos relativos a su salud, etc., que puedan identificar a los afectados.

El art.º18. de la Constitución Española garantiza el derecho a la intimidad de todos los ciudadanos.

En respuesta a estos derechos la Ley Orgánica de 29 octubre de 1992, regula el tratamiento informatizado de los datos de carácter personal y su protección limita el uso informatizado y de otras técnicas de recogida de datos personales para garantizar el honor, la intimidad personal y familiar de las personas fí­sicas. Entre los datos protegidos (los que hacen identificable a una persona) nos encontramos entre otros la salud y la vida sexual. Posteriormente el Real Decreto de 26 marzo 1993 de la Agenda de Protección de Datos que alcanza no sólo a los ficheros automatizados de las entidades públicas sino también las privadas.

La confidencialidad en la relación entre los profesionales y sus clientes es imprescindible, y queda plasmada en los códigos deontológicos profesionales, ya que entendemos la confidencialidad en términos de protección de comunicaciones entre personas, que se dan en ciertas relaciones especiales.

También podemos definirla como el derecho a controlar información sobre uno mismo, es pues un derecho a la autonomí­a y a la libertad personal respecto a su intimidad y privacidad. Este aspecto es, desde nuestro punto de vista, de capital importancia para la partición de los usuarios de los servicios de salud en su proceso de atención. Entendemos que la confidencialidad, tal y como ha quedado definida anteriormente, nos obliga a los sanitarios a mantener informado al paciente de todo aquello que tenga que ver con él en reconocimiento del derecho que tiene a controlar la información sobre sí­ mismo. Esta afirmación deja abierto un nuevo dilema en torno a la información que debe recibir el paciente y en que medida los registros que realizamos sobre su valoración, diagnósticos y evolución son “propiedad” del paciente y, desde esta perspectiva, cabrí­a cuestionarse la manera como llevamos a cabo los registros, su claridad, concisión y el acceso del usuario a los mismos.

La protección a que está sujeta tanto la confidencialidad como la intimidad puede entrar en conflicto con la exigencia de la seguridad publica. De nuevo nos encontramos ante situaciones en las cuales la seguridad pública y su protección, limitan la confidencialidad, sobre todo cuando nos encontramos con enfermedades de declaración obligatoria.

A modo de conclusión diremos que si el secreto señala una obligación del sanitario la confidencialidad indica un derecho del usuario por tanto podrí­amos decir que son dos caras de la misma moneda cuyo valor es la intimidad, la privacidad y el respeto a la persona a su autonomí­a y libertad.

Análisis ético-legal de los registros desde la consideración del principio de contribuir al desarrollo de la enfermerí­a y aceptación de la responsabilidad sobre nuestras actuaciones.

Nos referí­amos en la introducción a la importancia de los registros para el desarrollo profesional. Es un hecho que las disciplinas cientí­ficas consiguen su desarrollo gracias al registro, a la constatación por escrito de su desarrollo. Ya Florence Nightingale insistí­a en la necesidad de registrar, de dejar constancia de todo aquello que las enfermeras realizaran para llevar a cabo su función de cuidar, y ella dio ejemplo.

1. Sobre la contribución al desarrollo disciplinar y profesional

La enfermerí­a como disciplina profesional se desarrollará en base a la existencia de documentos a través de los cuales los profesionales dejemos constancia de todas las actividades que llevamos a cabo en el proceso de cuidar.

Si las enfermeras no registramos nuestras actuaciones, es imposible constatar que es aquello imprescindible y especí­fico que aportamos a la atención de la salud de las personas, imposibilitando el desarrollo de la disciplina enfermera y por tanto incumpliendo un principio ético profesional.

Es imposible alcanzar el nivel de profesionalización de una actividad si ésta no queda recogida en documentos que posteriormente puedan ser sometidos a análisis y contrastación.

Las enfermeras aportamos al sistema sanitario la acción de CUIDAR. El CUIDADO, por lo que tiene de cotidiano y de vinculado a lo femenino, ha permanecido al margen de la investigación y su estudio como base de la profesión enfermera se inicia a finales del s. XIX, apareciendo las primeras teorí­as y modelos enfermeros a mediados del s.XX5.

Sólo a través del registro de todo aquello que la enfermera realiza podremos transformar el conocimiento común sobre los cuidados en conocimiento cientí­fico y contribuir con ello al desarrollo disciplinar y profesional.

Pero cuando hablamos de la implicación de los registros en nuestra responsabilidad moral profesional y en el desarrollo de la disciplina, surge también la cuestión de la comunicación dentro de los equipos de atención, comunicación tanto a nivel profesional como interprofesional.

El registro favorece el desarrollo de la disciplina enfermera, pero además posibilita el intercambio de información sobre cuidados mejorando la calidad de la atención que se presta y permitiendo diferenciar la actuación propia de la del resto del equipo.

Si los registros enfermeros permiten perfilar y definir cuidados como una aportación especí­ficamente enfermera será más fácil dar cumplimiento al deber que tenemos las enfermeras de “…ampliar el cuerpo de conocimientos sobre los que se basa la actividad profesional” (artº.73.Código Deontológico de la Enfermerí­a Española.), o de “no aceptar el cumplimiento de una responsabilidad que no sea su competencia, en demérito del cumplimiento de sus propias funciones:”(artº.58 Código Deontológico de la Enfermerí­a Española).

Los registros son, pues, la base del desarrollo profesional y existe, para la enfermera, la obligación de llevarlos a cabo por cuanto que tenemos la obligación de contribuir al desarrollo disciplinar. Además, los registros, son una herramienta imprescindible para la comunicación dentro del equipo de salud y por tanto necesaria para conseguir el mayor nivel de calidad en la atención de salud.

2. Sobre la aceptación de la responsabilidad sobre nuestras actuaciones

El artº. 56 del Código Deontológico de la Enfermerí­a Española, dice que “la enfermera/o asume la responsabilidad de todas las decisiones que a nivel individual debe tomar en el ejercicio de su profesión“, por tanto las decisiones, como las consecuencias que de ellas se deriven deben quedar registradas.

Desde este principio moral profesional la ausencia de registros puede entenderse como una falta, por parte de la enfermera, que pone en cuestión si asume o no la responsabilidad de su actuación.

Desde nuestro punto de vista, el registro puede dar cobertura legal a las actuaciones profesionales pero además nos permite mostrar al resto del equipo y a la sociedad en general que la acción cuidadora la desarrollamos a través de la autonomí­a profesional.

Hablar de autonomí­a profesional significa asumir responsabilidades sobre nuestras actuaciones, permitiéndonos respetar, siempre, las áreas de competencia del resto de los miembros del equipo de salud; favorecer la colaboración y asegurar un servicio de mejor calidad.

Conclusiones

Hemos considerado importante comenzar las conclusiones con una opinión del profesor Gracia que invita a la reflexión: “la exigencia ética del secreto profesional se ha difuminado tanto que incluso puede llegar a dejar de existir”.

Consideramos:

  1. La exigencia ética de humanizar la relación con el enfermo constituye un reto para los profesionales de la Salud, y en especial para el personal de enfermerí­a,
  2. No podemos perder de vista que las confidencias hechas, han sido en virtud de nuestra profesión y con fines curativos, y por tanto han de ser inviolables como salvaguarda de los Derechos Humanos.
  3. Los registros desde la perspectiva ética tienen que ver con:
    1. el derecho de los usuarios a tener una información por escrito de todas las acciones que llevamos a cabo,
    2. el derecho de los usuarios a la intimidad, confidencialidad
    3. el secreto profesional
    4. la obligación que tenemos las enfermeras de llevar a cabo nuestro trabajo desde la autonomí­a profesional
    5. la obligación de asumir la responsabilidad de nuestras acciones
    6. la obligación de contribuir al desarrollo profesional.

Referencias bibliográficas.

Arroyo Gordo, M.P; et al.(1997). í‰tica y Legislación en Enfermerí­a. Ed. Interamericana.Mc Graw-Hill, Madrid

Gafo,J.(1994). í‰tica y legislación en Enfermerí­a. Ed. Universitas, Madrid.

Gracia, D. (1989). Fundamentos de Bioética. Ed. Eudema S.A.Madrid.

Nightingale, F. (1990). Notas sobre enfermerí­a, qué es y qué no es. Ed. Salvat, Barcelona.

Marriner Tomey, A. (1994). Modelos y Teorias en Enfermerí­a. 3 ed. Ed. Mosby Doyma, Madrid.

Otros textos.

López, A; Montes, V.L. (1992). Derecho Civil: Parte General. Ed. Tirant lo Blanc Derecho, Valencia.

Pastor Garcí­a, L.M; León Correa, F.J. (1997). Manual de í‰tica y Legislación en Enfermerí­a. Ed. Mosby, Madrid.

Código Deontológico de la Enfermerí­a Española (1989). Consejo General de Enfermerí­a.

(El texto recoge la aportación de las autoras a las Mesa Aspectos í‰tico Legales de los registros de enfermerí­a, celebrada en el marco de la I Trobada d”™Infermeria Comunití ria. Asociación de Enfermerí­a Comunitaria Valencia, celebrada en Valencia en Octubre de 1998. Publicado en CB Nº 41,º 1º 2000.)

De la cofia al fonendo, estereotipos enfermeros

Santiago Feliu No Comments

La imagen de una enfermera, aun en la actualidad, es indisoluble de la del uniforme antiguo, que tuvo su origen en los hábitos de las monjas que cuidaban enfermos durante las campañas militares a principios del siglo XIX. Actualmente se sigue percibiendo la profesión como un campo mayoritariamente femenino, y, de esta forma, los medios de comunicación y la publicidad han fomentado la sexualización de la percepción que la sociedad tiene de labor que desempeñan las enfermeras.

Este artículo trata de explicar cómo se ha dado este hecho, indagando en los antecedentes históricos y analizando el efecto que los medios han tenido en la adopción de la imagen que la mayoría de la población tiene no sólo de las enfermeras, sino también del sector masculino de la profesión, que se enfrenta, asimismo, a otra clase de estereotipos.

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Parte del trabajo que desempeñan las enfermeras queda difuminado en la sociedad actual por la sexualización de la profesión que los medios de comunicación y, sobre todo, la publicidad han llevado a cabo. El principal elemento que se utiliza para tal fin, según diversos estudios, es la imagen anticuada del uniforme profesional. La cofia blanca y la escasa longitud de la falda de las enfermeras son elementos que se repiten constantemente en los anuncios.

A este respecto, Manuel-Ángel Calvo Calvo, doctor por la Universidad de Sevilla, en su estudio Estereotipos y sesgos sexistas asociados al modelo de mujer enfermera en la comunicación publicitaria (2014), en el que analizaba el impacto de la profesión en cuatro espacios comerciales diferentes, concluía: «A esta forma de resaltar el cuerpo de las mujeres mediante las vestimentas, se unen las acciones que desarrollan las enfermeras en esos mismos anuncios y que también son impropias de su ejercicio profesional, como bailar y cantar rodeando a un hombre desnudo, con forzadas y poco naturales poses del cuerpo, gestos y guiños, insinuantes, sensuales y provocadores».

Pero ¿qué errores encierra la publicidad?, ¿cómo era originariamente la indumentaria?

Origen y evolución del uniforme

El atuendo profesional tiene su origen en el siglo XIX, deriva de los hábitos que usaban las religiosas encargadas de cuidar de los enfermos en las campañas bélicas. Con la profesionalización de la enfermería, que vino con la guerra de Crimea (1853-1856), se empezaron a crear asociaciones y escuelas enfermeras, como la Cruz Roja, o en España la Organización Colegial de Enfermería, y la indumentaria se fue adaptando a la coyuntura social de la época.

Florence Nightingale fue una de las enfermeras pioneras en cambiar el uniforme profesional, aunque estos nuevos atavíos se asemejaban al antiguo hábito monacal: el diseño de Nightingale, descrito en su obra Notas de enfermería (publicada por primera vez en 1959), se basaba en una larga falda gris y chaqueta de terciopelo que permitía ver los puños y el cuello de la blusa, además de la renombrada cofia de encaje que se situaba en la cabeza de las enfermeras. La Cruz Roja, por su parte, utilizaba un delantal blanco con su logo, que también se incluía en la cofia, que las profesionales se vestían encima de una blusa azul. En los primeros años del siglo XX, el conjunto se blanqueó, se estrechó y se acortó.

Fue en la década de los 70 del siglo pasado cuando el uniforme pasó a considerarse prácticamente como una herramienta más de trabajo que aglutinaba las características de comodidad y funcionalidad con las que cuenta actualmente la ropa profesional obligatoria, desligada ya completamente, por lo menos en aspectos intrínsecos de la profesión, de consideraciones de índole religiosa o bélica que, como se ha visto, han condicionado su evolución, su desarrollo y, en parte, la imagen que proyecta, aunque esta última, como se ha citado y como se ampliará más adelante, recae mayoritariamente sobre los medios de comunicación y la publicidad.

Creación de la imagen mediática

El imaginario colectivo está dominado por la asimilación femenina de la profesión enfermera, es decir, los dos conceptos son inseparables. Y esto, según diversos estudios, repercute negativamente en ambos géneros.

En cuanto a la feminización de la enfermería, Matilde Celma Vicente y Ángel Acuña Delgado de la Universidad de Granada, afirman en su estudio Influencia de la feminización de la enfermería en su desarrollo profesional (2009), en el que buscan empíricamente, investigando a profesionales sanitarios que trabajan en la provincia andaluza, las diferencias conceptuales entre hombres y mujeres, que dicho fenómeno «repercute en la distribución de los puestos de trabajo e interfiere en su desarrollo profesional y en la productividad laboral. Hemos visto cómo en las organizaciones ámbito de nuestro estudio, prevalecen actitudes que muestran cómo se le confiere a los cuidados una categoría inferior, y los aleja de lo “científico” (lo gordo, en el discurso de las enfermeras) para situarlo en lo “doméstico”. Esto ha sido propiciado por una visión sesgada, que históricamente ha categorizado y distribuido los roles sociales en “femeninos” y “masculinos”, asociando los segundos a una categoría superior o dominante».

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Por otro lado, en este sentido, el portal de contenido enfermero www.generacioneselsevier.es llevó a cabo una investigación, titulada El prejuicio de los estereotipos cuando el profesional de enfermería es un varón (2013), en el que, citando un estudio de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad de Sidney Occidental, en Australia, basado en el análisis de series televisivas de temática sanitaria, se ponía de manifiesto que la mayoría de los personajes enfermeros de estas series eran presentados con una tendencia sexual claramente identificada, como mera fuente de comicidad o como simples ayudantes del personal médico. Para realizar estas afirmaciones, la investigación se apoyó, principalmente, según el portal web «en la forma de hablar y vestir de los personajes, la cantidad de tiempo que dedican a ellos y el poder relativo que tienen dentro de la jerarquía de los demás personajes». Estos hechos no favorecen la presentación social que se da del sector masculino de la enfermería, lo que, como se ha visto, repercute negativamente en la concepción que se tiene de la misma en ciertos sectores poblacionales que tengan, por ejemplo y por citar los casos del estudio, prejuicios contra colectivos homosexuales.

En este sentido, la cita del doctor Calvo (2014), previamente enunciada, es la que mejor ilustra la concepción que los medios de comunicación, en los que se incluye el cine, y la publicidad transmiten a la sociedad con sus mensajes; y en su mismo estudio se clarificaque «en la publicidad que aparecen mujeres enfermeras con falda y cofia blanca se transmiten estereotipos sexistas como el estereotipo de rol profesional de la enfermera como profesión vinculada tradicionalmente al género femenino. Este estereotipo ha aparecido en dos de sus variantes: en una mayoría de ocasiones la enfermera aparece representada mediante el estereotipo profesional de enfermera seductora y minoritariamente se la representa mediante el estereotipo de mujer enfermera combativa o agresiva. También aparecen estereotipos ligados a características de personalidad de las enfermeras como ternura, falta de control, afectividad marcada, frivolidad, pasividad, sumisión, docilidad y subordinación en su quehacer profesional. Igualmente, se han detectados dos estereotipos ligados a roles sociales: el de mujer dedicada a actividades y cuidados elementales, y mujer considerada con simple valor estético y sexual».

Así, las series de televisión y películas, y mucho menos los anuncios, como se ha podido ver, no reflejan, en modo alguno, la labor de los profesionales enfermeros ni ponen de manifiesto el trabajo que desempeñan. Más bien, en el caso del sector femenino, lo sexualizan con fines comerciales. La asociación e identificación del uniforme antiguo, en desuso desde el siglo pasado, con la imagen de la enfermera no hace sino perjudicar el concepto social que se tiene de la misma, disminuyendo el impacto de las aportaciones reales que las profesionales hacen al día a día de los pacientes y minimizando los cuidados imprescindibles que les administran para completar su curación. Sin esta labor, el proceso sanitario quedaría incompleto.

Fomentar estereotipos de índole sexual o cómica, aunque de dudoso gusto, daña seriamente el trabajo de los enfermeros, satirizándolo y, al mismo tiempo, menospreciándolo para causar la carcajada fácil. Estos factores pueden llegar a provocar que los profesionales sean objeto de burla o prejuicios por parte de ciertos sectores de la población. Lo reflejado en los medios de masas, como en el caso femenino, dista de la realidad cotidiana que encaran los profesionales masculinos.

A modo de conclusión, solo queda añadir que los medios, con su enorme capacidad de difusión y, en cierto sentido, dogmatizante, tienen el poder de permitir que esto se siga dando o de cambiar y reflejar la realidad de una profesión con la misma importancia que el resto de las del ámbito sanitario.

Fuente : enfermero21