DESARROLLAN CAMAS HOSPITALARIAS INTELIGENTES

DESARROLLAN CAMAS HOSPITALARIAS INTELIGENTES

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Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán desarrollaron una cama hospitalaria que ejecuta instrucciones enviadas por la voz de un usuario con limitaciones motoras.

(Argentina Investiga) Imitando películas futuristas y en consonancia con los avances que ya benefician a los países desarrollados o bien a las personas con recursos económicos altos, esta vez la tecnología está a la vuelta de la esquina, en una universidad pública y de la mano del Estado.

Docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), mediante un convenio de colaboración con el Conicet y el Ministerio de Salud de Tucumán, desarrollaron el software y hardware necesario para que una cama hospitalaria interprete y ejecute instrucciones enviadas por la voz de un usuario con limitaciones motoras.

Los investigadores del Departamento de Bioingeniería de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET) adaptaron una cama de internación y entregaron el primer prototipo para un joven tucumano, que luego de un severo accidente al caer de una pileta de natación quedó inmovilizado del cuello hacia abajo. El paciente tiene excelente dominio de computación y maneja su computadora por medio de un programa de comando por voz. Los profesionales de la UNT instalaron una interfase que conecta la computadora del paciente a la cama y le transmite las órdenes de voz para que ejecute la acción deseada.

El líder del proyecto, Fernando Farfán, es máster en Bioingeniería e investigador de la UNT y del Conicet. Explicó que una cama de internación capaz de realizar movimientos estándares, como levantar el respaldo o los pies -según la marca- puede costar alrededor de $150 mil. Sin embargo, si esa cama debe ser adaptada a las limitaciones motoras de un paciente, que por ejemplo no puede mover su cuerpo y necesita comandarla por voz, esa cama cuesta un 25% más. Además, necesita un contacto directo entre la empresa que adapte el software y el paciente.

Farfán contó que con una erogación de apenas $5 mil pesos, el equipo de investigación a su cargo logró adaptar la cama de hospital a las necesidades del joven, utilizando conocimientos de electrónica, programación y bioingeniería. Esto le permite al paciente tener mayor independencia y mover su cama, sin la ayuda de otra persona, sólo dando la orden al micrófono de su computadora.

El ingeniero manifestó: este tipo de tecnología hoy en día es accesible para quien tiene plata. El hecho de realizar esta adaptación de la cama en Tucumán nos llena de satisfacción, no tanto por el desafío tecnológico sino porque está hecho con las cosas que nos ofrece la región, con materiales e instrumentales que se consiguen aquí y con los conocimientos que nos brinda la universidad pública.

Integran el equipo de investigación los ingenieros biomédicos Gabriel PizáFacundo Lucianna y Jorge Soletta (todos egresados de la FACET), quienes son becarios posdoctorales del CONICET y profesores en la FACET, en la Facultad de Bioquímica de la UNT y en la Universidad Tecnológica Nacional.

Simplificar la cama inteligente

La segunda parte del proyecto tiene como meta simplificar el comando de la cama por voz, sin la necesidad de que intervenga una computadora ni de que el usuario tenga conocimientos en computación, como en el caso anterior. Incluirá una interfase más compleja que será del mismo tamaño de la actual (de 5 cm por 5 cm) pero estará conectada directamente al micrófono y a la cama. Estará siempre encendida y cuando detecte una palabra clave activará la cama, por ejemplo: levantar pies.

La nueva cama tendrá procesadores más avanzados. Los sistemas embebidos integrarán muchas funcionalidades en un solo chip: memoria, microprocesadores, microcontroladores y procesamiento para comando por voz.

Mover la cama sólo con los ojos

Otro desafío que encarará el grupo es comenzar las pruebas para un paciente que tiene parálisis total del cuerpo, pero que además no puede hablar por la complejidad de su estado. La única acción que puede ejecutar es mover los ojos. Por lo tanto, la cama en este caso, deberá ser comandada solo con la mirada.

Farfán señaló que medirán la dirección de la mirada a través de una señal que se llama electrooculograma. “En el interior del globo ocular, entre la retina y la córnea se genera una señal eléctrica, que varía según los movimientos del ojo. Ese potencial eléctrico se registra con pequeños electrodos pegados alrededor del ojo, luego la señal es captada por amplificadores biológicos y se usa para dar una orden específica a la cama”, puntualizó. Agregó que otra opción es usar sistemas ópticos que filman los ojos de la persona, miden la desviación de la pupila y en base a eso interpretan la orden y mueven la cama.


LA OMS CERTIFICÓ QUE ARGENTINA ES LIBRE DE PALUDISMO

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El país obtuvo la certificación tras demostrar la interrupción local de la trasmisión, contar con un sistema de vigilancia adecuado y asegurar el diagnóstico y tratamiento si aparecen casos importados.

En el marco de la Asamblea General, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que Argentina certificó la eliminación del paludismo en su territorio luego de un proceso evaluativo en el que logró demostrar la ausencia de casos autóctonos desde el año 2011; la presencia de un sistema de vigilancia robusto que garantiza la detección precoz de los casos importados; el diagnóstico y el tratamiento oportuno;   y  la  implementación de la vigilancia y el control vectorial de los mosquitos del género Anopheles.

“La certificación es el resultado de un trabajo muy arduo en el que tuvo lugar la capacitación y el reentrenamiento de todas las direcciones de Epidemiología  y de todos los laboratorios de las provincias”, expresó el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein desde Ginebra.  Además el funcionario agradeció y reconoció “el fuerte apoyo de las provincias, en especial el de aquellas que  tuvieron casos endémicos en  el pasado como Salta, Jujuy o Misiones”.

Rubinstein explicó que tras las capacitaciones y acciones necesarias se invitó a las autoridades del comité certificador de  la OMS para que realizara la evaluación externa. Las actividades de la comitiva internacional incluyeron distintas reuniones técnicas y visitas de campo en algunas provincias, hospitales e institutos como el laboratorio Nacional de referencia de malaria dependiente de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos (ANLIS).

“Hemos conseguido la certificación y lo celebramos, pero lejos de bajar los brazos seguiremos fortaleciendo el trabajo porque  sabemos que el desafío continúa y lo seguimos asumiendo”, afirmó la subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades de la Secretaría de Gobierno de Salud, Miriam Burgos quien una ceremonia recibirá el certificado que da cuenta de este logro.

Burgos también agradeció a la OMS y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por el apoyo brindado. “Hemos recibido un asesoramiento de excelente nivel para lograr el cometido”, aseguró.

Por su parte, la  directora nacional de Epidemiología y Análisis de la Situación de Salud, Patricia Angeleri, destacó que “este es el resultado de una política sostenida a largo plazo, en el que tuvieron especial protagonismo los equipos técnicos de todo el país, no solo a nivel asistencial, sino también en las áreas de vectores, vigilancia y de los laboratorios”.

El  último brote registrado en el país fue en la provincia de Misiones en el año 2007. En 2010 tuvieron lugar los últimos casos autóctonos en la provincia de Salta por Plasmodium vivax, una de las especies de parásitos que causan la malaria o paludismo. Luego solo se han presentadocasos importados.

Durante el 2018, hubo 23 casos confirmados. De estos, 19 fueron diagnosticados, notificados y tratados en Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el resto fueron en Mendoza (2), Santa Fe (1) y Córdoba (1). En cuanto a la procedencia de los casos, se observa que 65 por ciento, es decir, 15 procedieron de Venezuela, 3 de Nigeria, 2 de Perú, 1 de Tanzania, 1 de Camerún y 1 de Mozambique.

“A partir del trabajo realizado en el último año hubo un salto cualitativo que tuvo que ver con compartir la estrategia de diagnóstico precoz y tratamiento oportuno con todos los actores nacionales y provinciales”, indicó la coordinadora nacional de Vectores de la  mencionada dirección, Laura Brandt.

Para el diagnóstico precoz fue necesario capacitar a una red de microscopistas a través de cursos intensivos a cargo del ANLIS- Malbrán con referentes de todas las provincias. Esto dio como resultado la formación de cerca de 50 microscopistas certificados.

Además se adquirieron drogas antipalúdicas y se realizó una distribución estratégica de la medicación en todas las jurisdicciones del país, con el fin de brindar el tratamiento dentro de las 24 horas de confirmado el caso.

Otra de las acciones fue el trabajo intenso en la sensibilización de profesionales de la salud para fortalecer la sospecha de paludismo por medio de capacitaciones presenciales y virtuales. Se desarrollaron guías de manejo clínico, de diagnóstico, vigilancia epidemiológica y entomológica y un plan de prevención del restablecimiento del paludismo.

“Sin dudas la certificación es un logro histórico para nuestra salud pública, un reconocimiento para todos aquellos que durante décadas trabajaron de manera sostenida en la lucha antipalúdica, llegando a cada rincón del país por más inhóspito que sea”, concluyó Brandt.

La calidad del empleo interesa a todos los trabajadores

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Un informe conjunto elaborado por la OIT y Eurofound, la agencia europea de investigación, ofrece un análisis comparativo sin precedentes de la calidad del empleo en el mundo, que abarca las horas de trabajo, las diferencias de remuneración por razón de género, la exposición a riesgos físicos, y las posibilidades de mejorar las competencias.

Según un informe conjunto de la OIT y Eurofound sobre la situación laboral de unos 1200 millones de trabajadores del mundo, existen marcadas diferencias en cuanto a horas de trabajo, importantes niveles de trabajo intensivo y emocionalmente exigente, y las personas con menor nivel de formación son las que tienen peores condiciones de trabajo y menos posibilidades de desarrollar sus capacidades.

Condiciones de trabajo desde una perspectiva mundial  (Working conditions in a global perspective ) ofrece el primer análisis comparativo de las encuestas sobre la calidad del empleo realizadas en 41 países, sobre todo en los últimos cinco años. Comprende los 28 países de la UE, China, la República de Corea, Turquía, los Estados Unidos, la América Central hispanohablante, Argentina, Chile y el Uruguay.

Se examinan siete aspectos de la calidad de los puestos de trabajo: el entorno físico, la intensidad del trabajo, la calidad del tiempo de trabajo, el entorno social, las competencias y el desarrollo, las perspectivas y la remuneración.

Principales conclusiones:

  • Hay marcadas diferencias entre países en cuanto a las horas de trabajo: una sexta parte de los trabajadores de los países de la UE trabaja más de 48 horas semanales, mientras que ese porcentaje es del 50 por ciento en la República de Corea, Turquía y Chile. En todos los países encuestados, al menos el 10 por ciento de los trabajadores trabaja en su tiempo libre.
  • Más del 70 por ciento de los trabajadores de la República de Corea pueden tomar una o dos horas de permiso laboral para ocuparse de asuntos personales y familiares. En cambio, en los EE.UU., Europa y Turquía, este porcentaje oscila entre el 20 y el 40 por ciento.
  • Una tercera parte de los trabajadores de la UE y la mitad de los trabajadores de los EE.UU., Turquía, El Salvador y el Uruguay realizan un trabajo intensivo, es decir, con escasos márgenes de tiempo y realizado a gran velocidad. Entre un 25 y un 40 por ciento de los trabajadores tiene un empleo emocionalmente exigente.
  • Independientemente del país, las personas con menos nivel de formación tienen menos posibilidades de aumentar y desarrollar sus habilidades. El porcentaje de trabajadores que dan cuenta de aprender algo nuevo en el trabajo varía entre el 72 y el 84 por ciento en los EE.UU., la UE y el Uruguay, pero la proporción es inferior en China (55 por ciento), Turquía (57 por ciento) y la República de Corea (30 por ciento).
  • Es frecuente la exposición a riesgos físicos. Más del 50 por ciento de los trabajadores declararon realizar tareas que suponen movimientos repetitivos de manos y brazos. Alrededor de una cuarta parte dio cuenta de exposición frecuente a altas temperaturas en el trabajo, y casi la misma proporción indicó lo mismo con respecto a bajas temperaturas.
  • En todos los países, las mujeres ganan significativamente menos que los hombres y predominan en el extremo más bajo de la distribución de ingresos.
  • Hasta el 12 por ciento de los trabajadores declaró ser objeto de maltrato verbal, humillaciones, hostigamiento, atención sexual no deseada, o acoso sexual.
  • La inseguridad laboral es generalizada en todos los países, y al menos el 30 por ciento de los trabajadores declara tener un empleo sin perspectivas de avanzar profesionalmente.
  • Un 70 por ciento de los trabajadores dio una opinión positiva sobre la actuación de los directivos en términos de gestión del personal, e indicó un nivel alto de empatía entre compañeros de trabajo (aunque en algunos países no es el caso).

El informe recalca que la calidad del empleo es mejorable si se reducen las exigencias excesivas a los trabajadores y se limita su exposición a riesgos. Subraya además la importancia de un clima social positivo en el trabajo, en particular, de directivos y colegas empáticos, así como del diálogo social para mejorar la calidad del empleo.

La OIT y Eurofound instaron a todos los países del mundo a elaborar encuestas sobre las condiciones de trabajo que incluyan datos comparables sobre la calidad del empleo, e indicaron su importancia crucial para determinar cuestiones de interés, y para proporcionar datos empíricos útiles para la acción política.

“Las buenas condiciones de trabajo contribuyen al bienestar de los trabajadores y al éxito de las empresas”, señala Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT “Comprender las cuestiones que afectan al bienestar y a la productividad de los trabajadores de uno y otro sexo es decisivo para conseguir trabajo decente para todos, sobre todo en una época en que las nuevas tecnologías y las nuevas formas de organización del trabajo están remodelando el mundo del trabajo.”

“Puede mejorarse la calidad del empleo reduciendo las exigencias excesivas a los trabajadores y limitando su exposición a riesgos, y también poniendo más a su alcance recursos laborales que le ayuden a conseguir los objetivos de su trabajo, o mitigando los efectos de esas exigencias”, puntualizó Juan Menéndez Valdés, Director Ejecutivo de Eurofound. “Los trabajadores, los empleadores y sus respectivas organizaciones tienen una función que cumplir en la mejora de la calidad del empleo.”

Acerca de Eurofound

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound ) es una agencia tripartita de la Unión Europea cuya función es suministrar conocimientos que permitan formular mejores políticas sociales, de empleo y relacionadas con el trabajo.

Conceptos de vigilancia epidemiológica en el trabajo

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En salud laboral, el concepto de vigilancia epidemiológica se refiere a “la recogida sistemática y análisis de información sobre los factores de riesgo laborales (exposición) o sobre los efectos en la salud (enfermedades, accidentes) para la observación de la distribución y tendencia de los fenómenos de interés, con el fin de identificar los problemas y de dirigir y evaluar las intervenciones preventivas”.

La vigilancia epidemiológica es una herramienta fundamental tanto a nivel de la administración responsable de la seguridad y la salud laborales como para los servicios de prevención de las empresas, aseguran los especialistas del Instituto Vasco de Seguridad y Salud laborales.

La vigilancia epidemiológica como herramienta para la prevención de riesgos laborales

Los daños de la salud producidos o derivados del trabajo son prevenibles. Bajo esta premisa se articulan todas las acciones, programas y políticas de seguridad y salud en el trabajo.

En muchos lugares de trabajo hay información guardada que es esencial para mejorar las condiciones de seguridad y salud, pero ¿dónde está la infraestructura que extrae información para la prevención? La vigilancia epidemiológica es una herramienta que convierte a la prevención de los riesgos laborales y la salud en el trabajo en un proceso dinámico y de mejora continua. Dicha vigilancia se constituye como un instrumento de alerta y de información para la acción y utiliza los mismos ingredientes de conocer, actuar, evaluar y reajustar que utilizan los procesos de mejora continua desarrollados en el campo de los sistemas de gestión de calidad.

La prevención de los riesgos laborales supone un continuo de actuaciones que abarcan desde la prevención primaria hasta la prevención terciaria. Esta imagen simplificada de continuidad entre actuaciones necesita de la vigilancia para convertir a la prevención en un proceso dinámico que busca la mejora continua. Para ello es preciso que las actuaciones de las diferentes disciplinas preventivas no sean sólo una acumulación de actores y de intervenciones, sino que aporten elementos de información y de feedback entre ellas. Ésta es la responsabilidad de la vigilancia epidemiológica. Es una herramienta que, mediante su función de recopilación, análisis y aportación de información sobre las situaciones de riesgo o sobre los problemas de salud, permite utilizar esa información para ajustar o modificar las actuaciones previas que conducen al problema objeto de vigilancia. Con esta visión de la vigilancia, la vigilancia epidemiológica no se tiene que limitar a la observación de los efectos adversos sobre la salud, sino que puede dirigir el foco a cualquier otra actuación u objeto de observación de la cadena preventiva.

Así concebida, la vigilancia epidemiológica deja de ser un ámbito de exclusiva responsabilidad de los profesionales sanitarios para pasar a ser una necesidad de la gestión preventiva de la salud en el trabajo que requiere del trabajo coordinado de la empresa y los diferentes profesionales de la prevención y la salud.

Modelo conceptual de la vigilancia epidemiológica en el trabajo

El Instituto Vasco de Seguridad y Salud laborales advierte que toda definición conlleva un modelo que intenta representar y unos límites del objeto a definir. No existe un único modelo teórico para la vigilancia epidemiológica laboral.

Puede utilizar el modelo conceptual que procede de la epidemiología social y del estudio de los determinantes sociales de la salud, analiza los mecanismos sociales por los que las diferencias de empleo y de condiciones de trabajo determinan diferentes estados de salud en la población.

En este abordaje, las condiciones de trabajo se consideran como un conjunto relacionado de diferentes determinantes situados tanto en el marco físico del trabajo como más allá de la escena laboral y que condicionan la salud de los que trabajan.

Este modelo es más apropiado para el establecimiento de estrategias y de políticas de salud pública. En este modelo, la vigilancia epidemiológica también tiene una mirada más extendida y abarca un conjunto de determinantes sociales que van más allá del medio laboral.

La definición de vigilancia epidemiológica en el trabajo que se adopta en esta guía es la más extendida y utilizada por los organismos y profesionales de la salud laboral. Es una definición que permite ser aplicada en el primer nivel del dispositivo de vigilancia epidemiológica laboral que son las empresas y los servicios de prevención. Es una definición muy operacional y cuyo modelo conceptual está muy centrado en el entorno laboral. Al considerar los determinantes del trabajo que influyen en la salud de las personas, el modelo conceptual se limita esencialmente a las condiciones de trabajo que se dan en la situación de trabajo y los efectos en la salud que pueden derivarse. No parte de un modelo conceptual diferente del de los determinantes sociales de las desigualdades de salud, pero es más reduccionista, ya que lo limita al espacio más inmediato, al proceso de trabajo que son las condiciones de trabajo y los potenciales riesgos para la salud que estas generan. El proceso de vigilancia se va a limitar a este rango de determinantes inmediatos y al sistema de gestión de la prevención de esos riesgos.

Consecuencias del estrés sobre la salud psíquica y mental de los trabajadores

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Según L. Levi (1991), bajo ciertas circunstancias de intensidad, frecuencia y duración el estrés puede ser precursor de diversas enfermedades. Los síntomas de un estrés crónico son diversos:

  • físicos: dolores (musculares, de cabeza, articulares, etc.) perturbaciones del sueño y del apetito, sudoración inhabitual;
  • emocionales: mayor nerviosidad y sensibilidad, crisis de nervios y de lágrimas, angustia, ansiedad, tristeza, sensación de malestar;
  • intelectuales y cognitivos: dificultades para concentrarse, errores impensados, olvidos, dificultad para adoptar iniciativas,
  • comportamentales: incitaciones para adoptar ciertos comportamientos como el consumo de calmantes o excitantes (tabaco, café, alcohol, somníferos, ansiolíticos, modificación de hábitos alimentarios), comportamientos agresivos, violentos, o retraimiento y deseos de no ver gente.

Si esa situación de estrés se prolonga o se agrava, los síntomas arrastran alteraciones de la salud, que pueden ser graves e irreversibles: ansiedad, depresiones que pueden evolucionar hacia intentos de suicidio, obesidad abdominal, hipertensión arterial y perturbaciones del metabolismo (colesterol), enfermedades cardiovasculares (infartos del miocardio), TME, etc.

La combinación de altas exigencias con un bajo nivel de control sobre el trabajo o con pocas compensaciones, dobla el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y muestran la asociación con diversas alteraciones de base inmunitaria, gastrointestinales, dermatológicas y endocrinológicas. Según el “Mental Health in the Work Place: Introduction”, de la OIT, el estrés era la segunda causa de ausentismo en la Unión Europea; en 1998 afectaba anualmente a 40 millones de trabajadores, lo cual insume muchos costos en el cuidado de la salud, aumenta los costos empresariales, limita las posibilidades de obtener altos estándares de calidad y reduce el crecimiento de la productividad.

Según la Fundación Europea para las Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo (1999) un 28% de los trabajadores europeos padece algún tipo de estrés laboral y explica el 55% del ausentismo laboral (Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, 2007). Debido a la “doble presencia”, las mujeres son más propensas a sufrir estrés laboral que los varones.

Varios autores han postulado que hay distintos patrones de conducta específicos que pueden contribuir al estrés laboral y que pueden incidir directamente en la aparición o no de síntomas. Por una parte existen sujetos que perciben el entorno como amenazante para su autoestima y tratan de lograr sus objetivos y controlar la situación. Otros sienten la urgencia del tiempo y se caracterizan por un fuerte impulso competitivo y gran dinamismo. Están los que son muy ambiciosos, agresivos, irritables, irascibles e impacientes y con frecuencia hiperactivos, lo cual incrementa la probabilidad de padecer un accidente cerebro vascular (ACV). También existen personas que son tranquilas, relajadas, confiadas, que expresan de manera abierta las emociones positivas y negativas, que por eso corren menos riesgos de ACV. Otro patrón de conducta se caracteriza por un estilo verbal pasivo, actitudes de resignación y de sumisión y bloqueo o contención expresiva de las emociones, o pueden observarse trabajadores cooperativos, que tienen deseos de agradar y controlan las expresiones de emociones negativas.

Según J. Peiró (2005), el trabajador con estrés laboral negativo o “distrés” puede mostrar signos o manifestaciones externas en los niveles motor y de conducta: por ejemplo hablar rápido, temblores, tartamudeo, imprecisión al hablar, precipitación a la hora de actuar, explosiones emocionales, hablar con voz entrecortada, comer excesivamente o experimentar falta de apetito, conductas impulsivas, risa nerviosa y bostezos frecuentes.

El estrés laboral genera consecuencias perjudiciales para la salud de la persona y el ambiente social y, además, inhibe la creatividad, la autoestima y el desarrollo personal (INSHT, 2001b). Puede actuar de manera directa o indirecta, y puede dar lugar a efectos secundarios y trastornos sobre la salud, tales como:

  • gastrointestinales (úlcera péptica, dispepsia funcional, intestino irritable, colitis ulcerosas),
  • cardiovasculares (incremento del ritmo cardíaco, hipertensión arterial, enfermedades coronarias.),
  • respiratorios (asma bronquial, hiperventilación, sensación de opresión en la caja torácica),
  • endócrinos (anorexia, hipoglucemia, descompensación de la diabetes, trastornos),
  • dermatológicos (prurito, dermatitis, sudoración excesiva, tricotilomanía),
  • musculares (tics, calambres y contracturas, rigidez, dolores musculares, alteraciones en los reflejos musculares (hiperreflexia o hiporreflexia) y otros (cefaleas, dolor crónico, trastornos inmunológicos, gripe, herpes, etc.).

Según el INSHT (2001b), el estrés laboral negativo también inhibe la creatividad, la autoestima y el desarrollo personal, y enumera algunas de sus manifestaciones: apatía, agresión, ansiedad, aburrimiento, depresión, fatiga, frustración, culpabilidad, irritabilidad, mal humor, baja autoestima, preocupación excesiva, la incapacidad para tomar decisiones, la sensación de confusión, la incapacidad para concentrarse y mantener la atención, los sentimientos de falta de control, la sensación de desorientación, los frecuentes olvidos, los bloqueos mentales, la hipersensibilidad a las críticas y recurrir al consumo de drogas tóxicas.

Esto puede provocar el desarrollo de trastornos psicológicos asociados al estrés: trastornos del sueño, ansiedad, fobias, drogodependencias, trastornos sexuales, depresión y otros trastornos afectivos, trastornos de la alimentación y trastornos de la personalidad. Todas estas consecuencias también deterioran la calidad de vida laboral y pueden generar conflictos en las relaciones interpersonales, tanto familiares como laborales.

Déficit de profesionales en Medicina y Enfermería del Trabajo

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Se produce una quiebra en la obligación constitucional de que los Poderes Públicos velen por asegurar la Seguridad y Salud de los trabajadores y garanticen el derecho a la salud

El Observatorio Sectorial, configurado en el marco del II Convenio Colectivo Nacional de los Servicios de Prevención Ajenos y  formado por FesM-UGT, CC.OO-Servicios, Federación ASPA, ASPREN y ANEPA ha puesto de manifiesto en una carta remitida a todas las Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas y a la Dirección General correspondiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la problemática situación que padecen los Servicios de Prevención ante la carencia de Médicos Especialistas en Medicina del trabajo y Enfermeros Especialistas en Enfermería del Trabajo, profesionales sobre los que se sostiene la actividad sanitaria que llevan a cabo estas entidades especializadas en base a los preceptos contenidos en el RD 843/2011, de 17 de junio, por el que se establecen los criterios básicos sobre la organización de recursos para desarrollar la actividad sanitaria de los servicios de prevención. 

En este sentido este Observatorio considera destacar los siguientes datos: 

Según información facilitada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos en octubre de 2018, en respuesta a una consulta de este Observatorio Sectorial, el número de Médicos Especialistas en Medicina del Trabajo en nuestro país, asciende en la actualidad a un total de 5.962 profesionales. De la información facilitada, que recoge igualmente tramos de edad, destacar lo siguiente: 

o   En cuanto a la distribución por tramos de edad se destaca queel 79,03 % de los médicos especialistas en MT tiene más de 50 años, y el 46,4 % más de 60 años. 

o   No se ha distinguido de ese total de 5.962 los Médicos especialistas en Medicina del Trabajo aquellos que ejercen su actividad en el ámbito de la Prevención de Riesgos Laborales, sea en el Sistema Público de Salud o en un Servicio de Prevención, de aquellos que no lo hacen por contar con otra u otras especialidades. 

o   Del total de 149 plazas MIR acreditadas en Medicina del Trabajo en las distintas Unidades Docentes distribuidas por las CC.AA., y según información contenida en la Orden SCB/947/2018, de 7 de septiembre, se puede observar que en la convocatoria MIR 2018-2019, el total de plazas ofertadas asciende a 65 en todo el territorio nacional, muy lejos no obstante de las previsiones contempladas en las propias Unidades Docentes, por lo que no se prevé un relevo de esos profesionales que en los próximos años se van a jubilar. 

De la misma forma, el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería ha informado que el total de enfermeros especialistas en ET asciende a 7.850 profesionales, sin que la información facilitada incluya tramos de edad ni distribución por provincias o CC.AA. 

o  Cabe destacar que de las 1.092 plazas EIR para el ejercicio 2018-19 se han reservado únicamente 18 de las mismas para la Especialidad de Enfermería del Trabajo 

Ante estos datos, la comunicación remitida por dicho Observatorio concluye que, teniendo en cuenta la población trabajadora de nuestro país nos encontramos ante la imposibilidad manifiesta de que el sistema de Vigilancia de la Salud previsto en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales dé cobertura, en breve, al total de la población trabajadora de nuestro país, entendiendo se produce una quiebra en la obligación constitucional de que los Poderes Públicos velen por asegurar la Seguridad y Salud de los trabajadores y garanticen el derecho a la salud. 

Fuente: FESMCUGT


Control del riesgo biológico laboral

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Por riesgo biológico se entiende la exposición a agentes vivos capaces de originar cualquier tipo de infección, aunque también pueden provocar alergia o toxicidad.

Las infecciones son enfermedades transmisibles originadas por la penetración en el organismo de microbios o gérmenes (virus, bacterias, parásitos, hongos).

Aunque, en general, el riesgo biológico suele tener menor entidad que otros riesgos laborales (químicos, físicos, psíquicos o ergonómicos), afecta de forma muy especial a colectivos como agricultores y ganaderos o personal sanitario y de laboratorios. El crecimiento del sector terciario y, más concretamente, los servicios de atención al público (educación, servicios sociales, administración pública) multiplican los contactos interpersonales y aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades.

Los trabajadores y trabajadoras de compañías aéreas y del comercio internacional están expuestos a contraer enfermedades tropicales como el paludismo. El hacinamiento y la falta de higiene y limpieza adecuada en locales de trabajo favorecen, también, la aparición de enfermedades infecciosas. Es conocido, en fin, el riesgo de tétanos en todos aquellos trabajos que entrañan la posibilidad de contaminación de heridas.

La aparición de nuevas enfermedades de extrema gravedad e incidencia creciente, como el SIDA o la enfermedad de las vacas locas (EEB), suponen situaciones de riesgo nuevas y de consecuencias desconocidas o insuficientemente conocidas dentro del ambiente laboral, y que son fuente de inquietud en amplios grupos de trabajadores.

Todo ello justifica sobradamente que los delegados de prevención dediquen atención a este tipo de riesgos.

¿Cómo se contrae una infección?

Para contraer una infección es necesario que coincidan una serie de circunstancias en íntima relación con tres elementos: el germen, la vía de transmisión y el propio sujeto.

Los gérmenes se desarrollan, según el caso, en el organismo humano o en el organismo animal. Las personas o animales portadores de gérmenes no siempre están enfermas. A veces se trata de portadores sanos que no sufren la enfermedad pero que sí pueden transmitirla.

Las diferentes formas mediante las que el organismo humano o animal contacta con su entorno son vías que permiten que los gérmenes salgan desde un individuo infectado al exterior. Así, se pueden transmitir gérmenes mediante la respiración, la saliva, la relación sexual, las heridas, la sangre, la leche, las heces o la orina, si bien suelen predominar unas determinadas vías y no otras según los casos.

El contagio puede ser directo (de persona a persona o de animal a persona) o de forma indirecta a través de elementos previamente contaminados por personas o animales infectados (aire, agua, suelo, alimentos, objetos, etc.).

Las vías de entrada de los gérmenes son a través de la piel (punciones, heridas, mordeduras, picaduras de insectos), la vía respiratoria (conversación, tos, aire contaminado, polvo con excrementos animales), la vía digestiva (alimentos o agua contaminados, manos sucias) y la vía sexual (semen, líquidos vaginales, contacto entre mucosas).

Trabajadores con riesgos especiales

Transmisión de persona a persona: personal sanitario, personal de seguridad, protección civil, enseñantes, geriátricos, centros de acogida, penitenciarios, servicios personales, etc.

Transmisión de animal a persona (zoonosis): veterinarios, ganaderos, industrias lácteas, mataderos, etc.

Transmisión a través de objetos o material contaminado: personal de limpieza, saneamiento público, agricultores, cocineros, mineros, industrias de lana, pieles y cuero, etc.

Control del riesgo biológico en el trabajo

Las medidas de prevención y control deben adecuarse en cada caso al tipo de germen, a la fuente de infección y al modo de transmisión de la enfermedad de que se trate. No obstante, se pueden formular algunas recomendaciones generales para todos los trabajos con riesgo de transmisión de enfermedades.

• Evitar la proliferación de gérmenes

  1. Control veterinario de los animales.
  2. Control sanitario de pieles, lanas, pelos, etc.
  3. Desinsectación y desratización.
  4. Desinfección y esterilización de productos contaminados.
  5. Diseño de locales de trabajo evitando lugares susceptibles de acumulación de suciedad.
  6. Limpieza y desinfección de locales de trabajo, lavabos, duchas y servicios higiénicos.

• Evitar la exposición

  1. Reducción del número de trabajadores expuestos.
  2. Técnicas y métodos de trabajo que impidan el contacto directo con material contaminado.
  3. Utilización de material desechable.
  4. Ventilación forzada o aspiración para eliminar polvo.
  5. Planes y pautas de actuación ante emergencias.
  6. Transporte y almacenamiento en condiciones de seguridad.
  7. Señalización adecuada y restricción de acceso.

• Protección individual

  1. Formación e información de los trabajadores.
  2. Limpieza y desinfección de ropas y utensilios.
  3. Higiene personal.
  4. Uso de jabones antisépticos, especialmente en heridas.
  5. Protección personal: ropa, guantes, mascarillas.
  6. Vacunación cuando sea efectiva y aplicable.
  7. Prohibición de comer, beber, fumar o aplicarse cosméticos en lugares de riesgo.


Sanidad tramita 6 recursos contra el RD de prescripción enfermera

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Elevados por la Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Aragón, Navarra, el Colegio de Enfermería de Baleares y el Consejo

El Ministerio de Sanidad está tramitando seis recursos contencioso-administrativos en el Tribunal Supremo contra el Real Decreto 954/2015, más conocido como el de prescripción enfermera.

Según recoge el Boletín Oficial del Estado en dos disposiciones los recursos han sido elevados por la Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Aragón, Navarra, el Colegio de Enfermería de Baleares y el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana contra el Real Decreto que regula el uso y autorización de dispensación de medicamentos por parte de los enfermeros.

La publicación en el BOE de estas disposiciones sirve a efecto de información para que las personas interesadas “puedan comparecer y personarse como demandadas” en el plazo de nueve días desde esta comunicación.

«El enfermero no es un pobrecito, tiene competencias y responsabilidad»

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Según la OMC, no todos los facultativos están dando el mismo mensaje en relación al RD de prescripción enfermera

La Organización Médica Colegial lo tiene claro: no todos los facultativos están dando el mismo mensaje en relación al Real Decreto para la dispensación de medicamentos por parte de Enfermería. “Los enfermeros no son unos pobrecitos, sino que tienen sus competencias en función de su responsabilidad en esta materia”, ha indicado el vicepresidente de esta entidad, Serafín Romero, durante la jornada sobre actualización médico-legal en la práctica asistencial organizada por la OMC. 

Aunque esta normativa no estaba contemplada en el programa, la organización ha considerado oportuno dedicar unos minutos a aclarar las dudas que genera entre el colectivo médico. Para ello, Romero ha hecho una revisión de la relación médico-enfermero respecto a la prescripción a través de las diferentes leyes que se han ido publicando para regularla, hasta llegar a la más reciente, el RD 954/2015, de 23 de octubre y su polémico punto 3.2.

“No es un real decreto de prescripción enfermera, no lo pone en ningún sitio, sino de uso, indicación y autorización de medicamentos”, ha insistido Romero, quien ha recordado que este tipo de actuaciones sanitarias están jerarquizadas en función de la responsabilidad de los trabajadores.

El decreto de prescripción andaluz

La Organización Médica Colegial también ha puesto sobre la mesa el decreto autonómico que Andalucía publicó en 2009 para regular esta situación. A diferencia por el publicado en octubre, esta normativa no habla de prescripción, tal y como ha indicado el vicepresidente, sino de seguimiento protocolizado en tratamientos individualizados que se establezcan bajo una previa indicación y prescripción médica u odontológica.

“El decreto andaluz es bastante más restrictivo que el artículo 3.2 que ha añadido Sanidad al RD”, ha señalado Romero, quien considera, por otra parte, la indicación de medicación no sujeta a prescripción médica por parte de los enfermeros ha conseguido disminuir el gasto sanitario en esta comunidad.

Por otro lado, muchos de los asistentes han preguntado a la organización cómo actuar si contemplan una situación irregular sobre este asunto, a lo que la OMC ha sido tajante: “no pedimos que los médicos denuncien, pero si hay una mala praxis de otra profesión sanitaria, tienen la obligación deontológica de comunicarlo al colegio y ellos ya se encargarán”, ha sentenciado Romero.

La Rioja tendrá enfermeras residentes en Familia y Salud Mental en 2020

Santiago Feliu No Comments

En concreto, habrá un residente en Psiquiatría y otros dos en Atención Familiar y Comunitaria

La Rioja contará desde el curso 2020-2021 con enfermeras residentes en las especialidades de Atención Familiar y Comunitaria y de Salud Mental,tal y como se ha anunciado este viernes tras la reunión mantenida por la consejera de Salud, María Martín, con las directoras de Enfermería de Atención Primaria, Carmen Díez, y de Asistencia Especializada, Yolanda Caro.

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha resuelto acreditar, recientemente, la solicitud de La Rioja para ampliar el número de especialidades donde puedan formarse los profesionales de Enfermería. Concretamente, en 2020 se incorporará una profesional de Enfermería como residente a la Unidad Docente Multiprofesional de Salud Mental, que actualmente tiene acreditada una plaza de Psiquiatría; y otros dos profesionales de enfermería, a la de Atención Familiar y Comunitaria.

La Rioja tiene actualmente una única unidad docente para la formación de enfermeras residentes, la de Matronas, que cuenta con cuatro profesionales en cada uno de los dos cursos. De esta forma, a partir del curso 2020-2021, serán 11 las enfermeras internas residentes que realicen las especialidades. 

La acreditación de estas unidades docentes ha supuesto cumplir con unos criterios restrictivos como la disponibilidad de enfermeras con formación específica, con publicaciones científicas y con trabajos de investigación.


Un reconocimiento al trabajo de la Enfermería riojana

La consejera de Salud, María Martín, ha destacado que se trata de una «excelente noticia” y que representa “el reconocimiento externo a un gran trabajo previo realizado que nos capacita para atraer a un mayor número de especialidades donde puedan formarse las profesionales de Enfermería”.

En este sentido, Martín ha subrayado el impulso estratégico que se ha dado, en los últimos años, a la Enfermería dentro del sistema riojano de salud con la puesta en marcha «de un Área de investigación en cuidados enfermeros en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, que está impulsando tres guías para enfermeras sobre suicidio, obesidad y úlceras por presión».