Utilizar el marco de enfermería basada en la evidencia para fomentar el uso de la investigación, el planteamiento de nuevos proyectos,prácticas de enfermería, desarrollos de políticas y problemas profesionales
Prevención y control de infecciones (PCI) causadas por el nuevo coronavirus (COVID-19) ( Curso Gratuito online) OPS
Este curso ofrece información acerca de qué deben hacer los centros para estar preparados para responder en caso de aparición de un virus respiratorio como el nuevo coronavirus, cómo identificar un caso cuando se da, y cómo aplicar adecuadamente las medidas de prevención y control para garantizar que no se produzcan más contagios a los profesionales sanitarios y otros pacientes del centro sanitario.
Este curso abordará las medidas de prevención y control de la infección necesarias para:
Estar preparados y listos para responder en caso de que se produzca un brote, en concreto, de COVID-19.
Reducir el contagio entre las personas mediante la implementación y práctica de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control de la infección.
Identificar, aislar y notificar los casos de sospecha y confirmados.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Al final de este curso, los participantes deberían ser capaces de:
Definir “Prevención y control de infecciones” (“PCI” o “CPI” por sus siglas en inglés) y su rol en términos de preparación, disposición y respuesta;
Describir la situación epidemiológica actual del COVID-19, con definiciones de los casos, signos y síntomas incluidos;
Definir el control de la fuente, los controles administrativos y los controles técnicos y de ambiente;
Conocer las medidas de prevención y control de la infección, recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los centros de salud, incluidos los casos de sospecha o confirmación de COVID-19;
Establecer y poner en práctica medidas complementarias de prevención y control de la infección para colaborar en la preparación general del centro de salud.
ORGANIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS
El curso está compuesto por tres módulos:
MÓDULO 1: Preparación, disposición y prevención y control de la infección: Este módulo ofrece una perspectiva general de las medidas de prevención y control de la infección, su preparación y disposición.
MÓDULO 2: El nuevo coronavirus (COVID-19): su epidemiología, factores de riesgo, definiciones y sintomatología:
El módulo 2 ofrece una introducción al nuevo coronavirus (COVID-19).
MÓDULO 3: precauciones estándar, precauciones relacionadas con el contacto y recomendaciones específicas para el COVID-19:
Este módulo analiza varias de las precauciones que deben tomarse para prepararse y responder ante el COVID-19.
Los módulos se irán colocando disponibles a medida que se vayan recibiendo las versiones en idioma Español, revisadas por el equipo de expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
MODALIDAD Curso de autoaprendizaje, gratuito, abierto al público y sin plazos para completarlo.
DESTINATARIOS Profesionales de la salud y trabajadores de la salud pública, ya que se centra en la prevención y el control de la infección.
DURACIÓN El curso dura aproximadamente 1 hora.
CERTIFICADOS
Por el momento el curso no tiene cuestionarios de evaluación.
No hay certificados disponibles en este momento.
Descargo de responsabilidad: esta es una traducción no oficial de la OMS destinada únicamente para fines de aprendizaje.
OSHA pone a nuestra disposición una guía sobre preparación de lugares de trabajo para el coronavirus COVID-19 y las medidas de seguridad a tener en nuestras organizaciones.
Enfermedad Coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2. Se ha extendido desde China a muchos otros países de todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos. Dependiendo de la gravedad de los impactos internacionales de COVID-19, las condiciones, incluyendo brotes de los que se levantan al nivel de una pandemia puede afectar a todos los aspectos de la vida diaria, incluyendo los viajes, el comercio, el turismo, los suministros de alimentos y los mercados financieros.
Para reducir el impacto de las condiciones COVID-19 frente a epidemias en las empresas, los trabajadores, los clientes y el público, es importante para todos los empleadores se preparen ahora para COVID-19. Para los empresarios que ya han planeado para pandemias de gripe, la planificación de COVID-19 puede implicar la actualización de los planes para hacer frente a los riesgos de exposición específica, fuentes de exposición, vías de transmisión y otras características únicas de SARS-CoV-2 (es decir, frente a la pandemia virus de la gripe). Los empleadores que no se han preparado para eventos pandémica deben prepararse y preparar a sus trabajadores con la mayor antelación posible, potencialmente empeoramiento de las condiciones de brote.
Esta guía está destinada para fines de planificación. Los empleadores y los trabajadores deberían utilizar esta guía de planificación para ayudar a identificar los niveles de riesgo en el entorno laboral y determinar las medidas de control apropiadas para poner en práctica. orientación adicional puede ser necesaria ya que las condiciones COVID-19 brotes de cambio, incluyendo como nueva información sobre el virus, su transmisión, y los impactos, que se disponga.
La salud de nuestros huesos depende, en buena parte, de la absorción de la vitamina D que se encuentra, de manera natural, en dos formas: ergocalciferol o vitamina D2 y colecalciferol o vitamina D3
Son pocas las oportunidades para absorber rayos solares durante el confinamiento impuesto por la pandemia COVID-19. Y esto es importante para la salud de nuestro organismo y, en especial, de nuestros huesos y de nuestros dientes. Entre otras acciones, la vitamina D aumenta la absorción intestinal de calcio y fósforo. En el ser humano la mayoría de esta sustancia, en presencia de la luz solar, procede de la transformación cutánea del 7-dehidrocolesterol –o provitamina D3– en colecalciferol.
Pequeñas cantidades de exposición solar directa -no a través de un cristal- puede proporcionar toda la vitamina D que el cuerpo puede fabricar… aunque es cierto que la cantidad de vitamina D producida por la exposición a la luz solar varía mucho de una persona a otra.
En primavera y verano puede bastar con exponer brazos y cara durante 10 o 15 minutos al menos tres veces por semana. Si la exposición es mayor, incluso en días nublados, hay que usar protector solar. El factor de protección suficiente para nuestro fototipo de piel -las pieles más claras han de recibir un factor 50, aceitunadas un factor 30 y las más oscuras necesitarán un factor 15-. Utilizar el protector solar disminuye el riesgo de envejecimiento y de aparición de un cáncer de piel.
A partir de los alimentos
Aparte del sol, la vitamina D también se absorbe a través de los alimentos como: salmón, atún, bonito, sardinas, anchoas, arenques boquerones, caballa, patés, foie-gras, huevos, quesos, leche, yogur, setas, cereales o margarina.
La vitamina D que se absorbe de alimentos de origen animal es colecalciferol y cuando llega de productos vegetales es ergocalciferol. Llega al hígado -unida a una proteína transportadora como es la calbindina- a través del yeyuno y, también parcialmente, del duodeno.
En este periodo de confinamiento es importante seguir una dieta variada y equilibrada, con presencia de los alimentos ricos en vitamina D. La cantidad de esta sustancia en los alimentos es estable y no se destruye por el calor, ni por los procesos tecnológicos.
Registrarse como voluntario/aConvocatoria a profesionales de la salud
La cartera sanitaria nacional convoca a profesionales de la salud a prestar servicios sanitarios en el marco de la pandemia de coronavirus, en búsqueda de reforzar los equipos constituidos en diferentes efectores de salud dependientes de la Nación y de las provincias.
Se convoca a enfermeros/as; bioquímicos/as; kinesiólogos/as y médicos/as especialistas, en particular de las especialidades de Clínica Médica, Cardiología, Neumonología, Terapia Intensiva de Adultos y Pediátrica, Emergentología, Pediatría y Medicina General y/o Familiar, a inscribirse en un registro de voluntarios para prestar servicios en el marco de la epidemia de COVID-19. También serán recibidas las propuestas de profesionales de otras especialidades.
La convocatoria será hecha a través de un registro voluntario que luego será derivada a las jurisdicciones correspondientes a fin de poder planificar el RRHH.
Los gobiernos deben aprovechar el impulso creado por la pandemia de COVID-19 para avanzar rápidamente hacia sistemas de protección social financiados a nivel colectivo, inclusivos y permanentes.
GINEBRA (OIT Noticias) – Si la pandemia de COVID-19 ha enviado un mensaje al mundo, es que nuestra seguridad es tan precaria como la de los más vulnerables. Quienes no pueden ponerse en cuarentena o recibir tratamiento ponen en peligro sus propias vidas y las de los demás, y si un país no puede contener el virus, los demás están obligados a infectarse, o incluso a reinfectarse. Pero, los sistemas de protección social de todo el mundo están fracasando estrepitosamente a la hora de salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de los grupos vulnerables.
Casi el 40% de la población mundial no tiene seguro de salud ni acceso a otros sistemas nacionales de salud. Unos 800 millones de personas gastan cada año al menos el 10% de su presupuesto familiar en atención a la salud, y 100 millones de personas caen en la pobreza debido a que tienen que enfrentar gastos médicos. Esto significa que una significativa parte de la gente simplemente carece de los medios para buscar tratamiento, incluso cuando adquieren enfermedades altamente contagiosas como el COVID-19.
Para agravar el problema, una abrumadora mayoría de los trabajadores carecen de la seguridad económica necesaria para acceder a licencia por enfermedad o hacer frente a una emergencia inesperada. Dado que menos de dos tercios de los países cuentan con un sistema de seguro social o de asistencia social que brinde subsidios por enfermedad, los enfermos suelen verse obligados a elegir entre poner en peligro su salud personal y pública, o pagar sus facturas.
No es sorprendente que la protección contra el desempleo sea también inadecuada, a pesar del papel crítico que juega en el apoyo a los ingresos de los hogares y en la estabilización de la demanda agregada. Las empresas que dependen de los proveedores en las regiones afectadas por los brotes o que se enfrentan a una reducción de la demanda debido a los cierres y otras medidas de contención, se han visto sometidas a una inmensa presión. Cientos de miles de puestos de trabajo están ahora en peligro . Sin embargo, sólo uno de cada cinco desempleados en todo el mundo puede acceder a beneficios de desempleo .
Como demuestra claramente la pandemia de COVID-19, esta situación no sólo perjudica a los más pobres y vulnerables, sino que amenaza el bienestar de sociedades enteras y de toda la comunidad mundial. Cerca del 55% de la población mundial – unos 4.000 millones de personas – no se beneficia de ninguna forma de protección social, y para enfrentar la brecha muchos países confían en soluciones basadas en el mercado que sólo unos pocos pueden costearse.
Esto no es una novedad para los líderes mundiales. Tras la última catástrofe mundial – la crisis financiera de 2008 – la comunidad internacional adoptó por unanimidad la Recomendación sobre los pisos de protección social, 2012 (núm. 202) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), comprometiéndose así a establecer niveles mínimos de protección que sirvan de base para crear sistemas de seguridad social integrales.
En el 2015, los líderes mundiales dieron otro esperanzador paso adelante, al acordar la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 . Muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible promueven el carácter imprescindible de la protección social. Por ejemplo, la meta 3.8 tiene por objeto “lograr la cobertura sanitaria universal, en particular la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos”. En la meta 10.4 se pide a los países “adoptar políticas, en especial fiscales, salariales y de protección social, y lograr progresivamente una mayor igualdad”. La meta 1.3 apunta a “Poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos y, para 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los más vulnerables”.
Pero, como la crisis del COVID-19 está dejando muy en claro, no se ha avanzado lo suficiente. Si la pandemia tiene un resquicio de esperanza, la expectativa es que estimule a los gobiernos a ampliar el acceso a los servicios de salud, los subsidios de enfermedad y la protección contra el desempleo. Después de todo, la evidencia demuestra que ese gasto tiene un mayor efecto multiplicador positivo en la economía que otras medidas, y a la vez puede contribuir a la estabilidad social y política.
Por supuesto, queda la duda de cómo pagar la protección social. La OIT estima que, en el caso de las economías en desarrollo, el déficit promedio de financiamiento para la puesta en marcha de un piso de protección social adecuado equivale al 1,6% del PIB. En el caso de los países de bajos ingresos, esa brecha es mucho mayor: alrededor del 5,6% del PIB; y es poco probable que dispongan de suficiente espacio fiscal para cerrar la brecha por sí solos.
Sin embargo, el mundo nunca ha sido tan rico como lo es hoy en día. Con o sin recesión inducida por una pandemia, existe suficiente capacidad de movilizar los recursos necesarios. Para ello, los países deberían adoptar reformas del impuesto de las sociedades para garantizar que las multinacionales contribuyan de manera justa a las finanzas públicas. Los impuestos progresivos sobre la renta y el patrimonio, así como las políticas para reducir los flujos financieros ilícitos, también ayudarían.
Pero estas medidas tardarían en surtir efecto, y como la pandemia ya está perturbando la actividad económica y diezmando los ingresos y la demanda, es crucial actuar con rapidez. A corto plazo, tanto los países desarrollados como los países en desarrollo necesitan más flexibilidad para financiar el déficit y obtener préstamos internacionales en condiciones favorables para apoyar sus inversiones en sistemas de protección social.
Muchos gobiernos – en particular en los países con sistemas de atención de la salud financiados mediante contribuciones sociales o impuestos – ya están aumentando el gasto, a fin de garantizar el acceso a los servicios necesarios durante la crisis del COVID-19, incluso mediante la integración de medidas de prevención, exámenes clínicos y tratamiento en los paquetes de prestaciones. Corea del Sur, por ejemplo, realiza miles de exámenes de COVID-19 al día, en centros de pruebas financiados por el Estado.
Además, varios gobiernos han aumentado el apoyo económico a los hogares y las empresas. Hong Kong (RAE de China), Irlanda y el Reino Unido han extendido los subsidios de enfermedad a los trabajadores en cuarentena o auto cuarentena. Alemania y los Países Bajos están ofreciendo prestaciones de desempleo parcial a los trabajadores cuyas horas se han reducido debido a la fuerte caída de la demanda.
De manera análoga, China, Francia, Portugal y Suiza han ampliado el derecho a recibir prestaciones de desempleo para incluir a los trabajadores de empresas a las que se ha ordenado el cierre temporal, mientras que Australia, China y Portugal han ampliado la asistencia social a las poblaciones vulnerables. Y muchos países – como China, Francia y Tailandia – han retrasado los plazos para el pago de las contribuciones a la seguridad social y los impuestos.
Pero estas medidas son sólo un primer paso. Los gobiernos deben aprovechar el impulso creado por la crisis actual para avanzar rápidamente hacia sistemas de protección social financiados colectivamente, integrales y universales. Sólo entonces nuestras sociedades y economías estarán en capacidad para sobrellevar la pandemia del COVID-19 y las demás crisis que se avecinan.
Por Shahra Razavi, Directora del Departamento de protección social de la OIT
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La OMS despejó las dudas respecto a qué es la enfermedad COVID-19, sus síntomas, medidas de prevención, riesgo de contagio con mascotas y el desarrollo de una posible vacuna
La Organización Mundial de la Salud despejó las dudas respecto a qué es la enfermedad COVID-19, sus síntomas, medidas de prevención, riesgo de contagio con mascotas y el desarrollo de una posible vacuna (AFP)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una serie de preguntas y respuestas para informar sobre lo último que se sabe respecto al coronavirus COVID-19, pandemia que paraliza cada vez a más naciones, con más de 170 mil casos distribuidos en 157 países.
Con sede en Ginebra, Suiza, la OMS es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial. Su objetivo es el de “construir un futuro mejor y más saludable para las personas de todo el mundo, a través de las oficinas que la OMS tiene en más de 150 países, su personal trabaja junto con los gobiernos y otros asociados para que todas las personas gocen del grado máximo de salud que se pueda lograr”.
En esta nota, las preguntas y respuestas de las OMS:
¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019 (Foto: Shutterstock)
¿Cómo se propaga la COVID-19?
Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Puede transmitirse a través del aire el virus causante de la COVID-19?
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. Véase la respuesta anterior a la pregunta «¿Cómo se propaga la COVID-19?»
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?
La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con las heces de una persona que padezca la enfermedad?
El riesgo de contraer la COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados. No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.
Un hombre en Iraq lleva un barbijo en un mercado en Baghdad (REUTERS/Thaier Al-Sudani)
¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?
Medidas de protección para todas las personas
Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. Se han registrado casos en muchos países de todo el mundo, y en varios de ellos se han producido brotes. Las autoridades chinas y las de otros países han conseguido enlentecer o detener el avance de los brotes, pero la situación es impredecible y es necesario comprobar con regularidad las noticias más recientes.
Hay varias precauciones que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de contraer o de contagiar la COVID-19:
Lávese las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usando un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueda haber en sus manos.
Mantenga una distancia mínima de 1 metro (3 pies) entre usted y cualquier persona que tosa o estornude.
¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que pueden contener el virus. Si está demasiado cerca, puede respirar las gotículas y con ellas el virus de la COVID-19, si la persona que tose tiene la enfermedad.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca.
¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en su cuerpo y causarle la enfermedad.
Tanto usted como las personas que les rodean deben asegurarse de mantener una buena higiene de las vías respiratorias. Eso significa cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato.
¿Por qué? Los virus se propagan a través de las gotículas. Al mantener una buena higiene respiratoria está protegiendo a las personas que le rodean de virus como los del resfriado, la gripe y la COVID-19.
Permanezca en casa si no se encuentra bien. Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y llame con antelación. Siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en su zona. Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto también le protegerá a usted y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí mismo y a los demás ante la COVID-19.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre lo que debe hacer la gente de su zona para protegerse.
Consulte las noticias más recientes sobre las zonas de mayor peligro (es decir, las ciudades y lugares donde la enfermedad se está propagando más extensamente). Si le es posible, evite desplazarse a estas zonas, sobre todo si su edad es avanzada o tiene usted diabetes, cardiopatías o neumopatías.
¿Por qué? Estas precauciones se deben adoptar en estas zonas porque la probabilidad de contraer la COVID-19 es más elevada.
Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)
• Siga las orientaciones antes expuestas (Medidas de protección para todas las personas)
• Permanezca en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como dolor de cabeza, fiebre ligera (37,3°C o más) y rinorrea leve, hasta que se recupere. Si le resulta indispensable salir de casa o recibir una visita (por ejemplo, para conseguir alimentos), póngase una mascarilla para no infectar a otras personas.
¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.
• Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.
¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
La OMS recomienda lavarse las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón (Foto: Matias Arbotto)
¿Qué probabilidades hay de que contraiga la COVID-19?
El riesgo depende del lugar donde se encuentre usted y, más concretamente, de si se está produciendo un brote de COVID-19 en dicho lugar.
Para la mayoría de las personas que se encuentran en la mayor parte de los lugares, el riesgo de contraer esta enfermedad continúa siendo bajo. Sin embargo, sabemos que hay algunos lugares (ciudades o zonas) donde se está propagando y donde el riesgo de contraerla es más elevado, tanto para las personas que viven en ellas como para las que las visitan. Los gobiernos y las autoridades sanitarias están actuando con determinación cada vez que se detecta un nuevo caso de COVID-19. Es importante que todos respetemos las restricciones relativas a los viajes, los desplazamientos y las concentraciones multitudinarias de personas aplicables a cada lugar en concreto. Si cooperamos con las medidas de lucha contra la enfermedad, reduciremos el riesgo que corremos cada uno de nosotros de contraerla o de propagarla.
Como se ha comprobado en China y en otros países, es posible detener los brotes de COVID-19 y poner fin a su transmisión. No obstante, la gran rapidez con que pueden aparecer nuevos brotes nos obliga a ser conscientes de la situación en los lugares donde nos encontramos o donde tengamos intención de ir. La OMS publica cada día actualizaciones sobre la situación de la COVID-19 en el mundo, que se pueden consultar, en inglés, en esta página.
¿Debo preocuparme por la COVID-19?
Por lo general, los síntomas de la COVID-19 son leves, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes. No obstante, también pueden ser graves y obligan a hospitalizar a alrededor de uno de cada cinco infectados. Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por los efectos que el brote de COVID-19 puede tener en nosotros y en nuestros seres queridos.
Esta preocupación debe servirnos para adoptar medidas de protección para nosotros, nuestros seres queridos y las comunidades donde vivimos. La medida principal y más importante es la higiene regular y completa de las manos y de las vías respiratorias. En segundo lugar, es importante mantenerse informado y seguir los consejos de las autoridades sanitarias locales, como los relativos a los viajes, los desplazamientos y los eventos donde se pueda concentrar un gran número de personas. Puede consultar los consejos sobre protección en esta página.
Una mujer toma una foto de fideos desparramados en el piso frente a estantes de pasta vacíos en un supermercado, mientras la gente acudía a comprar comida por el brote de coronavirus, en Buenos Aires, Argentina, el 15 de marzo de 2020 (REUTERS/Agustin Marcarian)
¿Quién corre riesgo de desarrollar una enfermedad grave?
Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
¿Son eficaces los antibióticos para prevenir o tratar la COVID-19?
No. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas. La COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella. No se deben usar antibióticos como medio de prevención o tratamiento de la COVID-19. Solo deben usarse para tratar una infección bacteriana siguiendo las indicaciones de un médico.
¿Existen medicamentos o terapias que permitan prevenir o curar la COVID-19?
Aunque algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar confort y aliviar los síntomas de la COVID-19, no hay pruebas de que los medicamentos actuales puedan prevenir o curar la enfermedad. La OMS no recomienda la automedicación, en particular con antibióticos, para prevenir o curar la COVID-19. Hay varios ensayos clínicos en curso con medicamentos occidentales y tradicionales. La OMS facilitará información actualizada tan pronto como los resultados de los ensayos clínicos estén disponibles.
¿Existe alguna vacuna, medicamento o tratamiento para la COVID-19?
Todavía no. Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la COVID-2019. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas. Las personas que presentan casos graves de la enfermedad deben ser hospitalizadas. La mayoría de los pacientes se recuperan con la ayuda de medidas de apoyo.
Se están investigando posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos específicos. Hay ensayos clínicos en curso para ponerlos a prueba. La OMS está coordinando los esfuerzos dirigidos a desarrollar vacunas y medicamentos para prevenir y tratar la COVID-19.
Las formas más eficaces de protegerse a uno mismo y a los demás frente a la COVID-19 son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de al menos 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. (Véase ¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?).
Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la COVID-2019 (Shutterstock)
¿Son lo mismo la COVID-19 y el SRAS?
No. El genoma del virus que causa la COVID-19 y el del responsable del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) son similares, pero no iguales. El SRAS es más letal pero mucho menos infeccioso que la COVID-19. Desde 2003, no se han registrado brotes de SRAS en ningún lugar del mundo.
¿Debo llevar mascarilla o barbijo para protegerme?
Si no se presentan los síntomas respiratorios característicos de la COVID-19 (sobre todo, tos) o no se cuida de una persona que pueda haber contraído esta enfermedad, no es necesario llevar puesta una mascarilla clínica. Recuerde que las mascarillas desechables solo se pueden utilizar una vez y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando, y la OMS insta a utilizarlas de forma sensata.
La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas clínicas para no derrochar innecesariamente ni usar indebidamente unos utensilios que son valiosos (véase el apartado Cuándo y cómo usar mascarilla).
Las medidas frente a la COVID-19 más eficaces para protegerse a uno mismo y a los demás son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de, al menos, 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. Para más información a este respecto, pueden consultarse las medidas básicas de protección frente al nuevo coronavirus.
Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla
1. Recuerde que solo deben usar mascarilla los trabajadores sanitarios, los cuidadores y las personas con síntomas respiratorios como fiebre y tos.
2. Antes de tocar la mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
3. Inspeccione la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.
4. Oriente hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).
5. Asegúrese de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado coloreado).
6. Colóquese la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.
7. Tire hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.
8. Después de usarla, quítese la mascarilla; retire las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.
9. Deseche la mascarilla en un contenedor cerrado inmediatamente después de su uso.
10. Lávese las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Use un desinfectante a base de alcohol o, si están visiblemente sucias, láveselas con agua y jabón.
¿Cuánto dura el periodo de incubación de la COVID-19?
El «período de incubación» es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.
¿Pueden los humanos contraer el virus de la COVID-19 por contacto con un animal?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que son comunes entre los murciélagos y otros animales. En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. Por ejemplo, el SRAS-CoV iba asociado a las civetas y el MERS-CoV se transmite a través de los dromedarios. Todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19.
Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Asegúrese de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. Manipule con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.
Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos (como el de Wuhan en foto) o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos
¿Mi mascota me puede contagiar la COVID-19?
Aunque ha habido un caso de un perro infectado en Hong Kong, hasta la fecha no hay pruebas de que un perro, un gato o cualquier mascota pueda transmitir la COVID-19. La COVID-19 se propaga principalmente a través de las gotículas producidas por una persona infectada al toser, estornudar o hablar. Para protegerse a sí mismo, lávese las manos a fondo frecuentemente.
La OMS se mantiene al tanto de las últimas investigaciones a este respecto y otras cuestiones relacionadas con la COVID-19 y proporcionará información actualizada de las conclusiones que se vayan obteniendo.
¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?
No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los estudios realizados (incluida la información preliminar disponible sobre el virus de la COVID-19) indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás. Lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.
¿Es seguro recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19?
Sí. La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo.
¿Hay algo que no deba hacer?
Las siguientes medidas NO SON eficaces contra la COVID-2019 y pueden resultar perjudiciales:
Fumar
Llevar varias mascarillas
Tomar antibióticos
En cualquier caso, si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, trate de obtener atención médica lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar una infección más grave, y asegúrese de informar a su dispensador de atención de salud acerca de sus viajes recientes.
El Gobierno Nacional decretó la creación de un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) destinado a compensar la pérdida o grave disminución de los ingresos de personas vinculadas al sector informal, monotributistas de bajos recursos y los trabajadores y las trabajadoras de casas particulares que se ven afectados por la emergencia sanitaria.
El Gobierno Nacional dictó el Decreto N° 310/2020 que establece la creación de un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) con el objetivo de sostener la economía de las personas vinculadas al sector informal, monotributistas de bajos recursos y los trabajadores y las trabajadoras de casas particulares que se ven afectadas por la emergencia sanitaria.
El Ingreso Familiar de Emergencia consiste en una prestación monetaria no contributiva de carácter excepcional destinada a compensar la pérdida o grave disminución de los ingresos de las personas afectadas por la situación de emergencia sanitaria declarada por el Decreto N° 260/20. El IFE será otorgado a las personas que se encuentren desocupadas, que se desempeñen en la economía informal; sean monotributistas inscriptos en las categorías “A” y “B”; monotributistas sociales y trabajadores y trabajadoras de casas particulares. Los mismos deberán cumplir con los siguientes requisitos: – Ser argentino o argentina nativo/a o naturalizado/a y residente con una residencia legal en el país no inferior a dos años. – Tener entre 18 y 65 años de edad. – No percibir el o la solicitante o algún miembro de su grupo familiar, si lo hubiera, ingresos por: Trabajo en relación de dependencia registrado en el sector público o privado. monotributistas de categoría “C” o superiores y régimen de autónomos, prestación por desempleo, jubilaciones, pensiones o retiros de carácter contributivo o no contributivo, sean nacionales, provinciales, municipales o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, planes sociales, salario social complementario, Hacemos Futuro, Potenciar Trabajo u otros programas sociales nacionales, provinciales o municipales, a excepción de los ingresos provenientes de la Asignación, Universal por Hijo o Embarazo o PROGRESAR.
Además, la prestación la percibirá un solo integrante del grupo familiar y se abonada por única vez en el mes de abril del 2020 por un monto de $10.000. Cabe destacar que el Ingreso Familiar de Emergencia deberá ser solicitado ante la ANSES y los datos consignados en la solicitud serán considerados en carácter de Declaración Jurada por parte del solicitante. En forma previa al otorgamiento de la prestación, la ANSES realizará evaluaciones socioeconómicas y patrimoniales sobre la base de criterios objetivos que fije la reglamentación, con el fin de corroborar la situación de real necesidad del individuo y de su grupo familiar.
El 31 de diciembre de 2019, China notificó la detección de casos confirmados por laboratorio de una nueva infección por coronavirus (COVID-19) que posteriormente fueron confirmados en varios países de distintos continentes. La evolución de este brote motivó la declaración de la OMS de una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).
Para consultar información actualizada sobre número de casos detectados, fallecidos y la localización de los mismos, referirse a (Reportes de Situación OMS- sólo en inglés).
A la fecha, la Organización Mundial de la Salud continúa la investigación sobre el nuevo patógeno y el espectro de manifestaciones que pueda causar, la fuente de infección, el modo de transmisión, el periodo de incubación, la gravedad de la enfermedad y las medidas específicas de control.
La evidencia actual sugiere que la propagación de persona a persona está ocurriendo, incluso entre los trabajadores de la salud que atienden a pacientes enfermos de COVID-19, lo que sería consistente con lo que se sabe sobre otros patógenos similares como el SARS y el coronavirus causante del MERS- CoV.
DECLARACIÓN DE LA OMS
El 30 de enero de 2020, el Director General de la OMS declaró que el brote del nuevo coronavirus constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) en el marco del Reglamento Sanitario Internacional. Con la consecuente emisión de recomendaciones tanto para el país donde se está produciendo el evento, como para el resto de los países y a la comunidad global. Donde se destacan que se espera que una mayor exportación internacional de casos pueda aparecer en cualquier país. Por lo tanto, todos los países deben estar preparados para la contención, incluida la vigilancia activa, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de casos, el seguimiento de contactos y la prevención de la propagación de la infección por COVID-19, y compartir datos completos con la OMS.
VIGILANCIA
El objetivo principal de la vigilancia epidemiológica en la actual situación es detectar de manera temprana casos, permitiendo la atención adecuada de los pacientes y la implementación de las medidas de investigación, prevención y control tendientes a reducir el riesgo de diseminación de la infección en la población.
La vigilancia del nuevo COVID-19 se inscribe en la vigilancia de las infecciones respiratorias agudas, en la que el país tiene una importante experiencia y la que cuenta actualmente con una estructura que incluye las servicios de atención de los distintos subsectores, las áreas de epidemiología locales, provinciales y nacional, la red nacional de laboratorios de influenza y otros virus respiratorios, laboratorios privados con capacidad para el diagnóstico, los laboratorios nacionales dependientes de la ANLIS, entre otros. Todos ellos participan de manera activa del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud, que permite la comunicación en tiempo real entre los actores intervinientes con responsabilidad sanitaria de manera simultánea y desde cualquier lugar del territorio argentino, contando con un sistema de alertas inmediatas ante la notificación de casos y el reporte de resultados de laboratorio, todo bajo estrictas medidas de seguridad informática y protección de la confidencialidad de los datos.
Desde el punto de vista normativo, la identificación de casos sospechosos de COVID-19 constituye un evento de notificación obligatoria en el marco de la Ley 15465 y debe ser notificado en forma inmediata y completa al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS2.0)1 al Grupo de Eventos: Infecciones respiratorias agudas (IRAS), Evento Sospecha de Virus Emergente.
La información a notificar debe ser recopilada de acuerdo a la Ficha de notificación, investigación epidemiológica y pedido de estudios de laboratorio ante caso sospechoso de Nuevo Coronavirus (2019-nCoV) disponible en https://www. argentina.gob.ar/salud/epidemiologia/fichas
Aunque la ocurrencia de casos importados en Argentina es posible, la probabilidad de transmisión sostenida de persona a persona en el país es considerada baja.
1 Ante dudas acerca de cómo notificar al SNVS consulte en https://www.argentina.gob.ar/salud/epidemiologia
DEFINICIÓN DE CASO (25-02-2019)
En función de la evolución de la epidemia de COVID-19, las recomendaciones actualizadas de OPS/OMS y la experiencia de los primeros días de la operativización de las definiciones de caso, se propone actualizar la definición de caso sospechoso de nuevo coronavirus para Argentina:
CRITERIOS CLÍNICOS
Y
CRITERIO EPIDEMIOLÓGICO
Fiebre Y signos de infección respiratoria (tos dificultad respiratoria) Y requerimiento de internación Y sin otra etiología que explique completamente la presentación clínica
Y
Historial de viaje o residencia en China continental en los 14 días anteriores al inicio de los síntomas ó
Trabajador de la salud en un entorno que atiende a pacientes con IRAG de etiología desconocida.
Fiebre Y signos de infección respiratoria (tos, odinofagia, dificultad respiratoria)
Y
Historial de viaje o residencia en la provincia de Hubei (China) en los 14 días anteriores al inicio de los síntomas ó
Contacto cercano conocido con un caso probable o confirmado de infección por COVID-19, en los 14 días previos al inicio de síntomas. ó
Exposición en un centro de salud de un país donde se han asistido casos confirmados por COVID-19 en los 14 días anteriores al inicio de los síntomas ó
Visitado o trabajado en un mercado de animales vivos en cualquier ciudad de China
Ante casos sospechosos, la Autoridad Sanitaria Local será responsable de conducir la investigación epidemiológica con el fin de recabar los antecedentes de los casos e identificar potenciales contactos.
CUADRO CLÍNICO
El cuadro clínico, puede incluir un espectro de signos y síntomas con presentación leves como: fiebre y tos, malestar general, rinorrea, odinofagia, asociados o no a síntomas graves como dificultad respiratoria, taquipnea. Pueden presentarse como neumonía intersticial y/o con compromiso del espacio alveolar.
El diagnóstico de influenza por PCR deberá realizarse en un laboratorio de la Red Nacional de Laboratorios de Influenza y otros Virus Respiratorios o laboratorios del subsector privado o la seguridad social con nivel de bioseguridad II. Las muestras negativas para Influenza A y B, y las positivas para Influenza A no subtipificable o que no se haya realizado la subtipificación, deberán ser remitidas al Laboratorio Nacional de Referencia para el estudio de coronavirus.
ORGANIZACIÓN ASISTENCIAL
La organización del servicio de salud incluye:
• Educación del personal del centro de salud, pacientes y visitantes; • Carteles con instrucciones para los pacientes y acompañantes.
TRIAGE
Se recomienda realizar triage en el ingreso de pacientes (guardia/sala de espera/orientación) para la búsqueda y atención rápida de casos sospechosos. El agente de salud que realiza el triage, deberá informar la presencia del caso al personal del hospital destinado al manejo de los mismos.
EVALUACIÓN DE TRIAGE
Identificar personas con cuadro respiratorio más
• Antecedentes de viaje a China en los últimos 14 días, y/ó
• Contacto estrecho de casos sospechoso o confirmado de COVID-19
MANEJO DE CASOS
AISLAMIENTO DE PACIENTES SINTOMÁTICOS Y MEDIDAS DE PROTECCIÓN PERSONAL
a. Ambulatorio (consulta inicial)
Debido a que la dinámica de transmisión aún no se ha determinado, se debe proveer al paciente de un barbijo quirúrgico tan pronto como se identifique explicando el uso del mismo. La evaluación se deberá realizar en una habitación privada con ventilación adecuada y con la puerta cerrada, idealmente destinada para estos casos. Para salas generales se considera adecuada una ventilación natural de 60 L/s por paciente. El personal de atención médica que ingresa a la habitación debe usar las medidas habituales de precaución estándar, de contacto y para transmisión por gota:
• Precauciones estándar y de contacto:
Higiene de manos; de acuerdo a las recomendaciones de la OMS
Uso de guantes,
Barbijo quirúrgico (se deben colocar y retirar fuera de la habitación del paciente, descartarlo en el lugar apropiado),
Se debe realizar la higiene de manos luego de retirarse los elementos de protección personal.
Protección para los ojos o máscara facial, dependiendo de la exposición anticipada;
Prácticas seguras de inyección o extracción de sangre.
Para más información en control de infecciones consultar:
PREVENCIÓN Y CONTROL DE INFECCIONES ASOCIADAS A LA ATENCIÓN DE LA SALUD
Además, los equipos o elementos en el entorno del paciente que puedan haber sido contaminados con fluidos corporales infecciosos deben manipularse de manera que se evite la transmisión de agentes infecciosos (por ejemplo, use guantes para contacto directo, descarte equipos muy sucios en contenedores adecuados, limpie y desinfecte o esterilice adecuadamente equipo reutilizable antes de usar en otro paciente). La extensión de la aplicación de las precauciones estándar durante el cuidado del paciente está determinada por la naturaleza de la interacción entre el personal de salud, el paciente y el grado de exposición anticipada a la sangre o los fluidos corporales.
b. Internación
La OMS, recomienda que a todos los pacientes sospechosos se les realice aislamiento en centros hospitalarios. Esto implica la internación, hasta que los resultados de laboratorio confirmen o descarten el diagnóstico. En los casos confirmados se mantendrá el aislamiento hasta que el paciente se encuentre asintomático. (esta recomendación puede modificarse de acuerdo a la situación)
El aislamiento recomendado es principalmente de contacto y transmisión por gota:
• Colocar al paciente en habitación individual (de ser posible con baño privado), con ventilación adecuada
Cuando no haya habitaciones individuales disponibles, los pacientes sospechosos de estar infectado con COVID-19 pueden ser agrupados;
Todas las camas de los pacientes deben colocarse al menos a 1 m de distancia independientemente de si se sospecha que tienen infección por COVID-19
• Donde sea posible, los casos sospechosos o confirmados deberían ser asistidos por un equipo de trabajadores sanitarios designados para atenderlos de forma exclusiva, para reducir el riesgo de diseminación.
• Proporcionar barbijo quirúrgico al paciente para cualquier desplazamiento fuera de la habitación.
• Higiene de manos; de acuerdo a las recomendaciones de la OMS • Uso de guantes
• Barbijo quirúrgico, para todas las interacciones que puedan involucrar el contacto con el paciente o áreas potencialmente contaminadas en el entorno del paciente
• Protección para los ojos o máscara facial
• Prácticas seguras de inyección o extracción de sangre.
La OMS recomienda el uso de respiradores N95 o de nivel superior para los procedimientos invasivos que pueden provocar aerosolización (tales como intubación, toma de muestras respiratorias o aspiración de secreciones). En el resto de las situaciones, sólo indica precaución de transmisión por gotas y aislamiento de contacto.
El aislamiento del paciente se mantendrá durante el periodo sintomático. Esta recomendación puede modificarse según nuevas evidencias.
MEDIDAS DE DESINFECCIÓN
Se debe realizar la limpieza y desinfección de las superficies con las que ha estado en contacto el paciente. La limpieza y desinfección se realizará con un desinfectante incluido en la política de limpieza y desinfección del centro sanitario o con una solución de hipoclorito sódico que contenga 1000 ppm de cloro activo (dilución 1:50 de lavandina con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente). Estos virus se inactivan tras 5 minutos de contacto con desinfectantes de uso habitual como lavandina doméstica. El personal de limpieza utilizará equipo de protección individual adecuado para la prevención de infección por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto que incluya: bata impermeable, barbijo, guantes y protección ocular de montura integral.
IDENTIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO DE CONTACTOS
Se define contacto estrecho como:
• Toda personas y personal de salud que haya proporcionado cuidados a un caso sospechoso probable ó confirmado mientras el caso presentaba síntomas y que no hayan utilizado las medidas de protección adecuadas.
• Cualquier persona que haya permanecido a una distancia < 2 metros, (ej. convivientes, visitas) con un caso probable o confirmado mientras el caso presentaba síntomas.
• Se considera contacto estrecho en un avión a los pasajeros situados en un radio de dos asientos alrededor de casos sintomáticos durante el vuelo y a la tripulación que haya tenido contacto con dichos casos.
MANEJO DE CONTACTOS
El equipo a cargo de la investigación epidemiológica, deberá identificar de forma sistemática a los contactos estrechos de casos sospechosos y/o confirmados. Los mismos deberán permanecer bajo vigilancia activa durante 14 días a partir del último día de contacto. El equipo que realiza la investigación, mantendrá comunicación telefónica en forma diaria. Ante la aparición de fiebre u otra sintomatología respiratoria, se considerará caso sospechoso y se procederá en consecuencia.
DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
IMPORTANTE:
• Solo se procesaran muestras que cumplan con la definición de caso sospechoso.
• Se debe remitir la muestra con los datos completos según Ficha de notificación, investigación epidemiológica y pedido de estudios de laboratorio
• El caso y los estudios de laboratorio deberán notificarse al Sistema Ncional de Vigilancia de la Salud por SNVS 2.0
TOMA DE MUESTRAS
Los laboratorios deben continuar utilizando el algoritmo de influenza recomendado por la OPS para la vigilancia de influenza de rutina y los casos de IRAG e IRAG inusual. El Laboratorio debe reunir condiciones de Nivel de Bioseguridad 2 (BSL2) y poseer una Cabina de Seguridad Biológica tipo 2 certificada.
Ante un caso sospechoso, se deberá en primer lugar descartar Influenza por técnica de PCR. En aquellas jurisdicciones que cuenten con laboratorio capacitado para realizar diagnóstico de Influenza por PCR, se enviará la muestra a dicho laboratorio, para descartar Influenza en primera instancia.
Ante un resultado negativo para Influenza (por PCR), o las muestras de jurisdicciones que no cuentan con laboratorios capacitados para realizar diagnóstico de influenza por PCR, se derivaran, a través del componente laboratorio del SNVS 2.0 al Laboratorio Nacional de Referencia y Centro Nacional de Influenza de OMS: Servicio Virosis Respiratorias, INEI- ANLIS “Carlos G. Malbrán”, para que se realice la caracterización viral correspondiente.
Indispensable enviar con ficha de notificación completa.
Las muestras deben ser recolectadas por personal capacitado y teniendo en cuenta todas las instrucciones de bioseguridad y el equipo de protección personal apropiado para virus respiratorios (medidas de precaución para transmisión respiratoria).
Las muestras recomendadas son aquellas del tracto respiratorio bajo, incluyendo esputo, lavado broncoalveolar y aspirado traqueal (siempre que sea posible). De no ser posible la toma de estas muestras, podrán remitirse muestras del tracto respiratorio superior, como ser hisopado nasofaríngeo combinado con un hisopado orofaríngeo (los hisopos deben colocarse y transportarse en el mismo tubo con medio de transporte viral o 2 cc de solución fisiológica).
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento antiviral específico recomendado para la infección COVID-19. Las personas infectadas con COVID-19 deben recibir atención para aliviar los síntomas. Para casos severos, el tratamiento debe incluir soporte de las funciones vitales.
Para más información sobre recomendaciones generales para el manejo de Infecciones Respiratorias Agudas Graves y sobre envió de muestras, referirse a Guía IRAS 2019
ENLACES DE INTERÉS
OMS
https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019 https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/technical-guidance Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)
Centros para el Control y Prevención de Enfermedades Europeo (CDCE)