Carmen Ferrer: «El liderazgo enfermero es efectivo y productivo, pero necesita ser reconocido”

Para la enfermera gestora y jefe del Servicio de Atención al Paciente del Hospital Central Cruz Roja falta que se reconozca la labor de Enfermería. Ha codirigido el manual ‘Liderazgo Enfermero: Pinceladas de experiencia’.

Carmen Ferrer Arnedo, enfermera gestora y jefe del Servicio de Atención al Paciente (SAIP) del Hospital Central Cruz Roja (Madrid), ha codirigido el manual Liderazgo Enfermero: Pinceladas de experiencia (Editorial Tecnos), donde diferentes profesionales, aunque mayoritariamente enfermeras, han analizado desde sus propios conocimientos los elementos claves y potencial del mismo. Para Ferrer Arnedo, la capacitación y los éxitos del liderazgo enfermero son claros. Ahora falta su reconocimiento.

-PREGUNTA: ¿Dónde podemos enmarcar el concepto de liderazgo enfermero?

-RESPUESTA: Las enfermeras aportan una visión al prisma de la asistencia sanitaria, la de los cuidados de las personas, ya que es la profesión experta en este área de conocimiento. ¿Y qué entendemos por cuidados? Acciones aprendidas para el mantenimiento de la vida, la salud y el bienestar. Lo específico es que las enfermeras trabajan la gestión del autocuidado y la autogestión; es decir,  son los profesionales que enseñan y entrenan a las personas para que tengan suficiente capacidad y capacitación para cuidar de sí mismas y participar en la toma de decisiones de su proceso asistencial. En definitiva, que los pacientes estén empoderados y capacitados: formación e informados para decidir. Aparte del rol tradicional que identifica en la enfermera su perfil técnico, también está el tecnológico y, desde luego, el cuidador -muy valorado en el siglo XXI-, en el que las enfermeras aportan la innovación organizativa. Esa aportación adicional es la clave donde enmarcar el liderazgo: la capacidad de poder liderar desde nuevos enfoques en el proceso asistencial para que a nadie se le olvide esta parte del prisma, la de responder a lo que necesitan las personas más allá de la enfermedad, en el bienestar y en la salud desde el trabajo de cuidar.

-P: ¿El liderazgo es innato o se “aprende”?

-R: Las enfermeras, como el resto de los profesionales, para ejercer el liderazgo tienen que desarrollarlo, ya que es una competencia. Y por tanto, cualquiera que quiera liderar proyectos y tener influencia, debe formarse y adquirir estas competencias que le permitirán aportar en el mundo de la macrogestión y de las políticas de salud, en el de la meso gestión o de las organizaciones y liderar en el mundo de la microgestión, los procesos asistenciales y los equipos interdisciplinares de trabajo clínico.

-P: ¿Y qué características debe reunir la enfermera para asumir ese liderazgo?

-R: Un líder tiene que conocer primero su misión (en qué organización se encuentra, qué aporta de especificidad) y después tiene que tener visión: Qué camino hay que recorrer para innovar y responder a lo que el cliente necesita, y  saber que está en una organización y tiene que mirar hacia el futuro y ver caminos. Además, debe tener capacidad de movilizar personas, ser un buen gestor de recursos, saber medir la calidad de lo que quiere conseguir. Y sobre todo tiene que saber compartir, ya que el liderazgo del siglo XXI es compartido. Compartir es reconocer en otros líderes que hay fines comunes, eso sí, sin renunciar nunca a la especificidad, que nadie es más y que los lideres se reconocen y alían. Hacerlo significa decir: soy enfermera y líder, todo el mundo lo sabe, y yo aporto a mi equipo y a mi Organización elementos y conocimientos propios, lo cual aporta valor que la propia Organización no debe dejar perder porque es conocimiento muchas veces tácito.

-P: ¿A una líder enfermera se la “reconoce”?

-R: Sí, cuando ves a alguien de frente y piensas que esa persona tiene conocimientos, sabe lo que tiene entre manos, hacia dónde va, es leal a su organización y tiene compromiso y pasión, ahí se reconoce a un líder… creo que desde luego a uno enfermero. Además, los líderes estudian y están dispuesto a aprender, se preparan para responder, son trasparentes y capaces de generar estrategias de calidad. Y sobre todo se reconocen por su capacidad de influencia: el líder debe ser generoso, es una persona segura y con credibilidad, que cuida de sus compañeros, los pacientes y la Organización.

-P: Y en la práctica, ¿cuál es el reconocimiento de ese necesario liderazgo enfermero?

-R: En el año 2020 fue el Nursing Now -una campaña a nivel mundial llevada a cabo para impulsar, fortalecer y desarrollar la Enfermería a nivel global- y la OMS le dijo a los países y  gobiernos que contaran con las enfermeras, ya que sin ellas no se mantendría la sostenibilidad de los sistemas. La campaña habla del triple impacto de contar con las enfermeras: más salud para los ciudadanos, igualdad y efecto e impacto económico para la sociedad. Repitieron que había que contar con nosotras porque el enfoque del cuidado profesional que aportan las enfermeras es un enfoque de futuro, no de pasado…

-P: Pero se intuye que no hicieron ni hacen “caso”…

-R: El mundo de los hechos habla por sí mismo: no hay enfermeras donde se toman las decisiones en nuestro país; mejor dicho, son contadas y no siempre en lugares estratégicos. A modo de ejemplo, creo que las enfermeras gestoras han trabajado de forma magnífica en la pandemia y las líderes enfermeras han estado organizando hospitales y unidades nuevas, han gestionado material, han diseñado planes de vacunación, además de estar hoy vacunando…. y todavía se habla en genérico de la atención primaria y no se dice ni una vez  lo que están haciendo las enfermeras vacunando diariamente a la ciudadanía. Y a los millones de vacunados, las enfermeras suman también que están atendiendo domicilios, cuidando a los pacientes crónicos o entrenando a los cuidadores para mejorar el autocuidado, el confort al final de la vida o el apoyo al trabajo de las enfermeras en el ámbito sociosanitario, residencial o con su rol como gestoras de casos. De esto no se habla en los medios y esto lo hacen las enfermeras en nuestro país, liderados por las enfermeras gestoras. ¿Pero alguien ha visto el reconocimiento a esas gestoras? Pues ese es el problema….

-P: ¿Y cómo se visualiza esa falta de reconocimiento?

-R: Las líderes enfermeras no están donde se toman las decisiones ni tampoco en el Ministerio de Sanidad, lo cual sería una señal de que se cuenta con ellas en el futuro. Yo no digo que la presencia de enfermeras líderes sea cero (de hecho, yo fui invitada para opinar como experta en la Comisión de Reconstrucción que puso en marcha el Congreso de los Diputados durante la primera ola de la pandemia), pero desde luego suele ser algo testimonial y no están al nivel que planteaba el Nursing Now y la OMS… Tampoco estamos en las consejerías donde se decide, ni en los grupos de trabajo o las comisiones… Un ministerio habla de proyectos de cuidados y no se invita a las enfermeras, que son los profesionales formados en la universidad para esto, simplemente porque este espacio no lo hace Salud… ¿He contestado a lo del reconocimiento? Creo sinceramente que falta mucho para entender lo que las enfermeras como disciplina aportan al conjunto de la sociedad y no lo hacen solo a Sanidad o al ámbito sociosanitario.

-P: ¿Cuál considera que es la causa de esa situación?

-R: El liderazgo enfermero se reconoce muy poco porque estamos todavía arrastrando ideas y tradiciones de épocas pasadas: parece que las enfermeras no tengamos nada que aportar, que no generan conocimiento, ni evidencia científica… Y esta es una creencia falsa, ¡tenemos mucho que aportar en los equipos, y muchos equipos interdisciplinarios que liderar! Como ya he comentado, aportan algo importante y un servicio diferente: los cuidados complejos requieren de enfermeras y han de liderar estas unidades, son quiénes saben y conocen su estructura, lo que cubren y cómo son un elemento del futuro. Las enfermeras gestoras de casos tienen su papel en la cronicidad avanzada, o el acompañamiento de los pacientes por el sistema de salud cuando este depende del nivel de dependencia de cuidados. Y son las enfermeras quien pueden valorar la necesidad y llevar al ciudadano al mejor recurso que necesita en función de este nivel. Y todo sin duda requiere enfermeras para promocionar conductas generadoras de salud, y lo que tiene que ver con el entrenamiento del autocuidado y autogestión. Y desde luego, para mirar hacia la cronicidad, el envejecimiento, la vulnerabilidad de los ciudadanos -donde los cuidados son tan importantes y hay suficiente evidencia científica de ello-, las enfermeras y enfermeros deberían estar en ese liderazgo para replantear cómo podemos cambiar o abordar un proceso asistencial de una manera innovadora. Nunca hay que olvidar que innovar no es solo tecnología, también es cambiar la organización y mejorarla. Por todo ello, debemos de ser capaces de pensar que las líderes enfermeras pueden aportar visión y mejorar los servicios de las Organizaciones y responder a las necesidades de cuidado de los ciudadanos. Además de crear servicios para formar y capacitar en el autocuidado y  servicios enfermeros capaces de suplir a las personas cuando ellas ya no pueden cuidar de sí mismas y necesitan que se las supla en su autocuidado…porque ahí siempre deberá esta la enfermera.

Fuente : https://www.diariomedico.com

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