Formación enfermera para el cuidado de la disfagia orofaringea

ÁNGEL M. GREGORIS.- La disfagia orofaríngea está provocada por determinadas afecciones que debilitan los músculos de la garganta e impiden a los alimentos que pasen de la boca a la garganta y al esófago. La formación de los profesionales resulta imprescindible a la hora de saber abordar esta situación y también para educar a los afectados y cuidadores principales para que sepan enfrentarse a este problema. Con el objetivo de formar a los estudiantes de enfermería, desde el centro sociosanitario Pere Virgili, de Barcelona, y la Universidad Internacional de Cataluña se puso en marcha una iniciativa de colaboración en la que se buscaba explicar a los estudiantes nuevos roles de autonomía para que diesen conocimientos al paciente, a la familia, a los cuidadores y a la comunidad y así empoderarlos en el cuidado de la broncoaspiración en pacientes con disfagia orofaringea.

El proyecto, que ha sido presentado en forma de comunicación en el Congreso de la Asociación de Enfermería Comunitaria bajo el título Educación para la salud: una estrategia para mejorar el cuidado de la disfagia orofaringea, buscaba ver el nivel de conocimientos que tenía la población sobre esto y tras analizar los resultados se ha comprobado que una intervención en este sentido mejora y mucho la calidad de vida de los pacientes, a la vez que mejora también la satisfacción de los usuarios conocer que hay alguien que se puede dedicar a atender este desconocimiento.

“Hacemos una educación higiénico-educativa, les explicamos la maniobra de seguridad de la cabeza a la hora de alimentar a la persona, cómo lo tienen que hacer, qué texturas hay que modificar, cómo se utilizan… y luego las medidas higienicobucales de la persona que se está alimentando”, explica Ana Ayuste, enfermera del centro Pere Virgili y tutora clínica de la Universidad Internacional de Cataluña.

Para ella, es importante que este trabajo se conozca porque “la disfagia orofaringea es muy desconocida, la población anciana va aumentando y tenemos muchas enfermedades en las que al avanzar degenerarán en un 80% en este problema”. “Prevenir los episodios de broncoaspiración hará que el paciente viva con mejor calidad de vida, con menos ingresos hospitalarios y con mejor salud. A la vez, el impacto que tiene el cuidador y la seguridad de saber cómo tiene que atender a un ser querido también les disminuye el estrés”, apunta Ayuste.

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